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La mesa El futuro bajo la lupa del cronista rubricó su homenaje en El Estanquillo

Llaman a rescatar la lectura de Monsiváis y recurrir a su memoria escrita
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Visitantes del Museo del Estanquillo se fotografían junto a una figura de Carlos MonsiváisFoto Prometeo Lucero
 
Periódico La Jornada
Martes 25 de junio de 2013, p. 7

Con un recorrido por los incontables intereses del cronista y ensayista, y su compromiso ético, político y cultural, la noche de este sábado 23 de junio finalizó el Homenaje a Carlos Monsiváis: a tres años sin límite de tiempo, en el Museo del Estanquillo, con la mesa El futuro bajo la lupa de Monsiváis.

El periodista Javier Aranda Luna recordó las palabras de Elena Poniatowska, “¿Qué vamos a hacer sin ti, Monsi?”, para abrir la conversación. Con esta pregunta la escritora se refería hace tres años a quienes “conforman el núcleo más dinámico de la sociedad: las minorías que se rebelan contra la inercia del establishment… los eternos militantes de las causas perdidas”.

Y señaló que para el autor de Días de guardar la construcción del futuro era una tarea de todos y más nos convenía participar activamente, y que recuperar la memoria a través de la crónica es la posibilidad de mirar nuestro futuro anticipado, nuestro futuro que empezó ayer porque el hoy siempre se nos está yendo.

La editora Déborah Holtz y el periodista Rolando Cordera acompañaron al colaborador de La Jornada en este recorrido por los libros, los hechos, la visión lúcida, la importancia del escritor más conocido de México y el vacío que dejó su fallecimiento el 19 de junio de 2010.

En el acto también estuvieron presentes los primos del homenajeado: Rubén, Beatriz y Araceli Sánchez Monsiváis.

Holtz rechazó que haber visto en el cronista la preocupación de qué va a ser de nosotros mañana, ni la preocupación que tuviera que ver con la ciencia o con nada del devenir, sino por qué el pasado no podía ser presente, es decir, por qué todo ese bagaje que los mexicanos traíamos a cuestas no podía estar manifestándose de una manera más constante.

Entusiasmo por el escepticismo

Durante su intervención, Rolando Cordera, colaborador de La Jornada, resaltó el fervor por las posibilidades de la cultura presente en el cronista, a pesar de cultivar con entusiasmo el escepticismo; además, las múltiples lecciones de generación de éticas de la vida presente, social, alimentada por esta envidiable destreza para fundir historias en cultura y hacer las críticas del momento de Monsiváis.

En una nueva ronda, Aranda Luna inscribió a Monsiváis en la tradición cronista que viene desde el siglo XIX y nació en la Academia de Letrán, que reunió a Andrés Quintana Roo, Guillermo Prieto e Ignacio Manuel Altamirano, en una línea que continúa por Ignacio Ramírez, El Nigromante, Luis González y González y Fernando Benítez, quien pasó la estafeta al autor de Apocalipstick, a José Emilio Pacheco y de alguna manera a Poniatowska.

Y pidió hacer el reordenamiento de los trabajos de Carlos para hacer y contar con índices analíticos, con antologías críticas, que tengan que ver, por ejemplo, con cosas específicas como el cine, en torno a la mujer, a la sexualidad y los usos y abusos de la política en México.

Durante sus intervenciones, los conferencistas coincidieron en llamar a rescatar la lectura de Carlos Monsiváis y recurrir a su memoria escrita.

Al finalizar, los asistentes al homenaje rendido al cronista mostraron una entusiasta participación con comentarios y preguntas.