Economía
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Discutirlas en septiembre implicará perder un año: CEESP

Censura la iniciativa privada tardanza de legisladores en aprobar reformas
 
Periódico La Jornada
Lunes 17 de junio de 2013, p. 16

Discutir las reformas hacendaria y energética en el próximo periodo de sesiones del Congreso, es decir, a partir de septiembre, implica que, además de perder el primer año de gobierno, de aprobarse cambios que realmente estimulen la actividad económica, los resultados se verán un año después de iniciada su aplicación, criticó la cúpula empresarial.

En su análisis semanal, el Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (CEESP) sostuvo que al ritmo que van los procesos legislativos de las reformas estructurales, sería en 2015 cuando se pudieran evaluar los avances.

Lamentó que mientras la actividad productiva del país tiene que enfrentar episodios de alta volatilidad, ya sea por efectos del exterior o por factores atípicos de estacionalidad, las políticas que podrían contribuir a contrarrestarlos seguirán en la sala de espera hasta el último trimestre del año.

En el mismo sentido, un sondeo de la Confederación de Cámaras Industriales (Concamin) difundido este fin de semana señala que nueve de cada 10 dirigentes industriales opinan que las reformas energética y hacendaria son prioritarias para el desarrollo del país.

No sólo son las más relevantes, sino además deben concretarse antes de que finalice el año, debido a sus efectos favorables sobre la competitividad y blindaje de nuestra economía, enfatiza la encuesta.

En su análisis, el CEESP reconoció que las reformas estructurales por sí solas no aseguran un repunte inmediato del crecimiento de la economía, pero señaló que es claro que juegan un papel relevante para mejorar las expectativas sobre el desempeño del país en el mediano y largo plazos.

Explicó que lo anterior es fundamental para que el ambiente de negocios sea atractivo para la inversión, ya que si ésta no es buena los flujos de capital podrían tornarse más cautelosos, factor que podría inhibir el ritmo de la recuperación de la economía.

Sobre los señalamientos que el organismo hizo la semana pasada, de ubicar el subejercicio del gasto público como una de las principales causas de la desaceleración económica en la primera parte del año, ahora el organismo indicó que dicho rezago en la asignación de recursos es perfectamente explicable si se considera que es un comportamiento natural del inicio de toda nueva administración.

Agregó que, en ese contexto, se prevé que a partir del segundo trimestre los recursos públicos fluyan con mayor velocidad para cumplir con lo presupuestado para todo el año, como ha sucedido en periodos previos similares.

Puntualizó que dicho entorno llevó a corregir a la baja los pronósticos del PIB para 2013, pero ello no significa que el país vaya hacia una nueva recesión.

Simplemente, lo que sucedió es que la economía fue presa de un efecto atípico de estacionalidad sexenal, que conforme se vaya diluyendo y acomodando toda la actividad productiva del país es factible que el ritmo de avance sea mayor en los siguientes trimestres.