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Asegura que no recibirá a sus tres hijas, quienes solicitaron un régimen de visitas

Reaparece José Luis Cuevas para aclarar las mentiras en torno a mí

Cuando permaneció hospitalizadosiempre estuve completamente lúcido desde el principio hasta el día de hoy, dice el pintor

Ximena Cuevas pide revisar el acervo del museo de su padre

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Ximena Cuevas y José Luis CuevasFoto Jesús Villaseca
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Ximena Cuevas interrumpió unos segundos la conferencia de prensa que ofreció ayer José Luis Cuevas para abrazar y besar a su padre, quien por un momento, ante una petición (mírame a los ojos, papá), dialogó con ella, sin rechazarla; a su derecha, la esposa del pintor, Beatriz del Carmen BazánFoto Jesús Villaseca
 
Periódico La Jornada
Viernes 14 de junio de 2013, p. 3

José Luis Cuevas reapareció en público ayer en una conferencia de prensa convocada para aclarar las mentiras que se han dicho a raíz de su hospitalización, el pasado 24 de marzo, debido a un cuadro de neumonía y una insuficiencia renal aguda, calumnias de las que se enteró por parte de la prensa y la televisión.

En el encuentro con representantes de los medios, Cuevas expresó que definitivamente no recibirá a sus tres hijas (Mariana, Ximena y María José), aunque éstas hayan solicitado a la autoridad conceder a la familia directa un régimen de visitas para tener acceso a él. Tampoco desea tener contacto con su hermano, el siquiatra Alberto Cuevas Novelo, por haber dicho que estaba mal atendido. En cuanto a su hermana Guadalupe, dijo: Lupita es una religiosa y va seguido a la casa.

Cuevas se presentó acompañado de su segunda esposa, Beatriz del Carmen Bazán; su abogada, Catia Mardueño; su médico, Alejandro Balbuena, y su notario Mauricio Martínez.

La conferencia llevaba 45 minutos cuando, de manera intempestiva, a la pequeña sala entró Ximena, hija del artista, quien se subió al estrado, abrazó y besó a su padre diciéndole: lo único que he querido es verte desde hace 10 años.

Como en los viejos tiempos

Encogido, con el cabello ralo, Cuevas revivió como en los viejos tiempos con los reflectores de la sala. Manifestó, incluso, ‘‘cómo extrañaba los flashes de los fotógrafos”. La responsable de prensa del Museo José Luis Cuevas, donde se efectuó el acto, Marisela Lara, había advertido que el maestro hablaría de todo, y así lo hizo.

El dibujante insistió en que fue su esposa quien lo llevó al hospital, que en ningún momento estuvo inconsciente, sino completamente lúcido desde el principio hasta el día de hoy. Negó haber recibido la visita de sus hijas en el hospital, como no las he recibido desde que ellas se fueron a vivir solas. Luego, dijo, Ximena fue al hospital nada más y fue cuando empezó a decir cosas falsas.

Sus hijas, siguió, se han presentado como unas víctimas abandonadas, no se les abandonó en ningún momento.

Acotó con la lectura de una entrega de su columna Cuevario, La ingratitud familiar, publicada el 14 de febrero de 2005. En ella hace un examen de conciencia y pregunta, ¿en qué le he fallado a mis hijas. Agregó: Beatriz del Carmen ha buscado siempre un acercamiento con mis hijas, pero ellas no acudían a sus llamados.

Cuevas reconoció que de vez en cuando hablaban por teléfono pero con cierta agresividad, cosa que de ninguna manera tolero porque no acepto, por ejemplo, los ataques que haya podido recibir cuando en los años 50 me opuse al muralismo mexicano y busqué nuevos rumbos para el arte nacional.

Mariana, Ximena y María José interpusieron una denuncia el pasado 10 de abril ante la Procuraduría General de Justicia del DF, contra quien resulte responsable por abandono de persona, lesiones, secuestro y tentativa de homicidio, dijo Catia Mardueño, quien aclaró que Beatriz del Carmen fue a declarar en calidad de testigo.

Respecto de la demanda interpuesta ante un juez de lo familiar para determinar un régimen de visitas, apuntó que el señor (Cuevas) en ningún momento ha sido privado de su capacidad como para decidir si él quiere o no las visitas, siendo una persona mayor de edad. Y, tampoco que se lo demanden a la señora, ya que ella no tiene la custodia, como si se tratara de un niño pequeño.

El lunes 10, sin embargo, se emitió una resolución en que se fija un régimen de visitas provisional que todavía no se ejerce, de una hora cada 15 días, los domingos. No me acuerdo en qué horario, pero todavía no está definido, dijo la abogada. Entrevistada después, Ximena Cuevas aseguró que con motivo de la resolución se decidió hacer la conferencia de prensa, pero que ella será respetuosa de la voluntad de su padre.

Beatriz del Carmen, directora del museo Cuevas, aprovechó la oportunidad para agradecer al jefe de Gobierno, Miguel Ángel Mancera, la continuidad del subsidio al recinto, que les había quitado la secretaria de Cultura del Distrito Federal, Lucía García Noriega: Hoy que hablé con él nos va a apoyar y a estar muy pegado a nosotros. Dijo desconocer a cuánto asciende el subsidio, sin embargo, en el pasado fue de cerca de un millón 300 mil pesos anuales.

Justo en el momento en que Cuevas reiteraba su decisión de no perdonar a sus hijas, ingresó a la sala Ximena. Entonces exclamó: ¡Ya apareció Ximena, por qué si dije que no la dejaran entrar! Ante las caricias de ella, respondió: No me beses, me has calumniado, tengo información a partir de todos los periódicos en que tú decías que yo era un incapacitado para tomar decisiones. Eso es un insulto a mi integridad física e intelectual.

Por otra parte, Ximena Cuevas solicitó a autoridades culturales revisar la colección del museo Cuevas porque, pregunta, ¿dónde están las cartas a Bertha, las fotografías de mi madre y todo lo que se ha sacado de este museo?.