En los últimos 25 años el deterioro ambiental se ha acelerado a escala mundial: 80 por ciento de las pesquerías están sobrexplotadas, 50 por ciento de los humedales se perdieron y desaparecen altas tasas de biodiversidad; estamos acabando con los límites del planeta, sostuvo Dolores Barrientos, representante en México del Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente (Pnuma).

México no escapa a esta situación, ya que aquí cada año se pierde el equivalente a 7 por ciento del producto interno bruto (PIB) por la degradación ambiental, precisó por su parte Juan José Guerra Abud, titular de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), en el foro Economía verde y pobreza, en el contexto de la celebración del Día Mundial del Medio Ambiente.

Explicó que además, sólo 0.06 por ciento del PIB se genera por los negocios verdes, de acuerdo con datos de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos, por lo que el reto es elevar la participación de este tipo de empresas.

Entre otros retos, el funcionario federal se refirió a que en el país existe un problema por el tratamiento del agua, ya que hay plantas que no funcionan y se han encontrado municipios en los cuales hay hasta 18 de estas instalaciones, pero ninguna de ellas está en operación. Agregó que en 10 años se perdieron en México 6 millones de hectáreas, lo que implica que se debe modificar la política forestal.

Señaló que el aumento de las emisiones de bióxido de carbono, uno de los gases de efecto invernadero (GEI) que provocan el cambio climático, están ligadas al crecimiento del PIB, y el reto es que éste aumente y las emisiones bajen. Hasta 2007, México ocupaba el lugar 13 entre los países emisores de GEI, y ahora está en el 12.

Por su parte, Dolores Barrientos presentó datos sobre la situación ambiental mundial. Explicó que actualmente 80 por ciento de las pesquerías están sobrexplotadas, y si todo sigue igual, todas estarán agotadas para 2050. Mencionó que se han perdido 35 por ciento de los manglares y 40 por ciento de los bosques. Un tema agravante es que en los últimos 20 años nosotros, como humanidad, fuimos voraces en esa degradación; se observa que somos 40 por ciento más veloces en provocar dicho fenómeno.

Advirtió que para los próximos años se prevé una baja sensible en la disponibilidad hídrica, y aunque América Latina será de las pocas regiones que no se verán impactadas por ese fenómeno, no será así en el centro y el norte de México.

Se conoce que entre 60 y 70 por ciento de la población mundial depende de los recursos naturales, y hemos cuantificado que estos daños ambientales externalizados equivalen a 11 por ciento del PIB global; si seguimos con esta tendencia de degradación, para 2050 equivaldrían a 62, y si mantenemos estos patrones de producción y consumo, en algunas décadas lo que va a pasar es que nos vamos a acabar la capacidad de los recursos naturales, que son nuestra base en la productividad y la competitividad, advirtió.