jornada


letraese

Número 203
Jueves 6 de Junio
de 2013


Director fundador
CARLOS PAYAN VELVER

Directora general
CARMEN LIRA SAADE

Director:
Alejandro Brito Lemus

pruebate

Por una iglesia incluyente
y respetuosa de la diversidad sexual

Dios=Amor+respeto+justicia+tolerancia=Respeto a la Diversidad Sexual

En pleno siglo XXI, aún seguimos mirando cómo el estigma, la discriminación y la homofobia atentan contra los derechos de la comunidad Lésbico, Gay, Bisexual, Transexual, Transgénero e Intersexual (LGBTTTI) a través de señalamientos, burlas, ofensas y en el peor de los casos, los asesinatos, lo que demuestra un clima de intolerancia y de falta de respeto a los derechos de las personas.
Para Católicas por el Derecho a Decidir, las historias de segregación y exclusión, producto del estigma, la discriminación y la homofobia, se encuentran marcadas por una moral sexual tradicional que tiene su origen en la cultura judeo-cristiana, que lleva a estigmatizar y denigrar a quien aparentemente es diferente. Esto se ampara en la imagen de un Dios vigilante y castigador, que se encuentra siempre al acecho para culpabilizar y martirizar a todo aquel que no cumpla con la norma: en este caso, ser heterosexual.
Sin embargo, usar a Dios como justificación para la exclusión, la violencia, el odio y la intolerancia hacia las personas no es el plan de amor y libertad que él tiene para nosotras y nosotros. Amar es el principal mensaje de Jesús, pero no un amor basado en el sufrimiento, en las culpas o en la exclusión, sino un amor basado en el respeto a la dignidad de las personas. Jesús no promovió el odio a las personas por su orientación sexual, sólo habló de amar al prójimo como a ti mismo.
En repetidas ocasiones, la jerarquía de nuestra Iglesia ha recurrido a textos bíblicos para estigmatizar a las personas con una orientación diferente a la heterosexual. Sin embargo, se han olvidado que la Biblia no es Dios, es palabra humana y toda palabra humana es limitada y parcial. Los textos bíblicos deben de leerse en su justo contexto histórico.
Afortunadamente hay signos de apertura en nuestra comunidad eclesial. A lo largo de la historia de la Iglesia católica ha habido muchos intentos para hablar sobre la homosexualidad y la religión. Se han creado grupos católicos y ecuménicos de reflexión teológica sobre la diversidad sexual.
Un signo de esperanza son los grupos católicos como la organización Otras Ovejas, fundada por Fray Jerry Cleator, la Comunidad Católica Vino Nuevo, los Dominicos del Divino Redentor, el Proyecto Servandus, el Grupo Pastoral de la Diversidad Sexual, del sacerdote James Alison –primer sacerdote que asumió públicamente su homosexualidad–, el grupo de oración Efeta y la comunidad San Elredo, fundada por la Diócesis de Saltillo, y que se dividió en dos grupos: en una organización civil y en una Comunidad de Oración LGBT. Reconocemos también el trabajo de Fray José Juan Saenz, Fray Julián Cruzalta, Fray Raúl Padreñan, Fray Carlos Mendoza, y la teóloga Judith Vázquez, quienes a pesar de los señalamientos de la jerarquía católica, han decidido caminar junto a la comunidad de la diversidad sexual.
Admirablemente, nuestro obispo de Saltillo, Coahuila, Don Raúl Vera, pidió perdón en 2009 por los actos de discriminación ejercidos desde el clero contra la comunidad lésbica-gay. Asimismo, el sacerdote mexicano Raúl Lugo Rodríguez, por medio del libro Iglesia católica y homosexualidad, en su nombre, el de otros presbíteros y el de la Iglesia católica pide perdón públicamente al mundo homosexual: "porque me he apoyado en la posición discriminatoria que la Iglesia mantiene como posición oficial en lugar de contribuir a su desmantelamiento, solamente para no arriesgar mi prestigio y mi fama"1. Cabe resaltar su valentía ya que debido a este libro, en el que hace una relectura de los pasajes bíblicos dándoles una nueva mirada no homofóbica, actualmente está en Juicio ante la Sagrada Congregación de la Doctrina de la Fe.
Estos ejemplos nos muestran que en México ha habido intentos serios de reflexión teológica no patriarcal, no homofóbica, desarrollada por las personas y grupos mencionados. Este recuento nos demuestra que los vínculos entre la fe y la homosexualidad son posibles y válidos, a pesar de que la Iglesia ha querido silenciarlos y desautorizarlos.

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1 Raúl Lugo Rodríguez, Iglesia Católica y Homosexualidad. Madrid, Editorial Nueva Utopía, 2006, pp. 125-127.


S U B I R