Cultura
Ver día anteriorMartes 7 de mayo de 2013Ver día siguienteEdiciones anteriores
Servicio Sindicado RSS
Dixio
 

Confiere la Unesco reconocimiento único a programa televisivo de la periodista

Las historias pequeñas son las más extraordinarias, dice Cristina Pacheco

La emisión Aquí nos tocó vivir, con 35 años ininterrumpidos al aire, ya forma parte de la distinción Memoria del Mundo de México

La entrega se realiza hoy en las instalaciones de canal Once

Foto
Cristina Pacheco, ayer, durante la entrevista con La JornadaFoto Guillermo Sologuren
 
Periódico La Jornada
Martes 7 de mayo de 2013, p. 7

Con un reconocimiento –entre otras actividades– que le otorgó la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco), al programa Aquí nos tocó vivir, la periodista y escritora Cristina Pacheco celebrará 35 años de conducir esa emisión que se difunde de manera ininterrumpida por canal Once.

La distinción Memoria del Mundo de México, único reconocimiento de ese tipo a un programa de televisión, se llevará a cabo en una ceremonia de homenaje, hoy a las 11 horas, en las instalaciones del canal Once; Allí se develará un nicho, donde se expondrá el diploma entregado por la Unesco.

Asimismo, para celebrar los siete lustros del programa, se estrenará, en fecha próxima, un documental en el que se reconoce la trayectoria de la periodista y escritora, además se lanzará el sitio web Aquí nos tocó vivir, 35 aniversario, que contendrá una selección de los 35 programas más representativos de esa emisión.

Por dar voz a los demás

Con Aquí nos tocó vivir, Cristina Pacheco ha recorrido durante esos años los barrios del Distrito Federal, así como los de algunos estados de la República Mexicana, dando voz a sus habitantes, conformando así una invaluable colección de conmovedoras historias de hombres, mujeres y niños de todas las edades.

Se trata de un reconocimiento a la memoria de la gente, a la página de un álbum de familia, pues las historias más pequeñas son las más extraordinarias. Cada persona es como una huella digital, es única, apuntó la colaboradora de La Jornada.

Distintas generaciones de mexicanos han sido protagonistas y espectadores de ese programa que de manera natural y espontánea se ha convertido en una memoria viva e inmediata, pues se encuentra en un escenario real, donde no hay ningún tipo de maquillaje, comentó Pacheco.

El propósito no es hacer sociología o antropología, puntualizó. Lo que me propongo es ver y escuchar a quien me va a contar una historia. Los problemas sociales y políticos, ahí están, no los soslayo, pero yo no voy a denunciar deliberadamente.

Por ejemplo, si voy a Ecatepec y veo un crucero lleno de basura, el cual he visto desde hace 25 años, y sigue ahí, todo podrido, un colchón tirado... no tengo que decir nada. Se verá, mediante la imagen y el testimonio de las personas, que el presidente municipal no está haciendo su trabajo. Yo retrato la realidad, nada más, destacó la escritora.

Son las personas quienes dan su testimonio o hacen la denuncia. Al principio con mucha timidez, ahora con mucha seguridad y certeza, muy conscientes de que son ellos, relata Pacheco.

A la ciudad de México, continúo, la veo muy fracturada. Hemos perdido espacios, hay quien dice que los hemos ganado, pero me parece que es al contrario, que los hemos perdido. Por ejemplo, me duele mucho la pérdida de la avenida Insurgentes. El metrobús es muy útil, pero acabó con la perspectiva de esa avenida.

Entre lo que también se ha perdido están los espacios de convivencia, como los salones de baile y en contraste han proliferado los antros, que no son los mismos.

Entre las cuestiones negativas que se viven en la ciudad, Cristina Pacheco señala “la muy poca comunicación entre la familia, la inseguridad y el miedo.

En aras del trabajo y la supervivencia no tenemos tiempo de dialogar, de encontrarnos, de expresar la ternura, la emoción o la amistad. Y lo mucho o poco que podemos expresar, es vía breve mensaje de texto.

Otra situación es la que han vivido mujeres y hombres en años recientes. Ha habido un mal momento, en muchas áreas para los señores, explicó Cristina Pacheco.

“Tengo la impresión, que ahorita y en ciertas circunstancias, es más fácil para una mujer encontrar trabajo. Una mujer puede meterse a trabajar en lo que sea y un hombre no. Me refiero a que si una mujer pierde su trabajo, igual puede trabajar en un restaurante o en un salón de belleza, pero un hombre que fue, por ejemplo, jefe de personal y pierde su trabajo, no le va a ser fácil recuperarlo.

“Las mujeres, ahora, están muy seguras de sí mismas y del valor de su trabajo, aunque también lo que se ve es a muchas mujeres solas con hijos.

Los niños que he conocido, me dan mucha ternura y me provocan un dolor involuntario, pues son infancias robadas. Son pocos los espacios donde pueden jugar, poco conviven con sus padres, porque éstos tienen que trabajar. Muchos niños no van a la escuela y ya trabajan. Hay un empobrecimiento de su imaginación. Pero lo más pavoroso, son esos niños utilizados en la televisión. Niñas de cinco años como si fueran a un antro. Eso es una explotación brutal de los pequeños.

Respecto del comercio en la vía pública, Cristina Pacheco comentó que las personas lo hacen por necesidad, pero sí habría que poner cierto orden.

La ciudad de México son muchas urbes, es un lugar de contrastes y enormes injusticias. Es fascinante y misteriosa. Tiene las marcas del tiempo: 700 años de estar habitada, tiene fracturas, pero una enorme vitalidad, concluyó.