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Bajará la producción mundial, señala Graziano da Silva

Prevé la FAO creciente demanda de alimentos en 10 años; precios al alza
 
Periódico La Jornada
Lunes 6 de mayo de 2013, p. 12

La volatilidad de los precios de los alimentos continuará, porque es parte de la globalización; los habitantes del mundo tenemos que aprender a convivir con ella. Sin embargo, hay que evitar una especulación financiera con ellos, como la que hubo entre 2008 y 2011 –cuando los precios de los granos se dispararon en los mercados internacionales por la elevada demanda de China e India–, y crear mecanismos de gobernanza global, expuso José Graziano da Silva, director general de la Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO).

La institución, explicó el brasileño, está haciendo esfuerzos para crear los mecanismos de dicha gobernanza; ha convocado a los gobiernos de los países, sociedad, iniciativa privada y organizaciones no gubernamentales a construir acuerdos sobre comercio internacional, cambio climático y seguridad alimentaria. Hemos invertido en lo que llamamos Comité de la Seguridad Alimentaria Mundial, que involucra a dichos sectores y estamos trabajando en el Sistema de Información sobre el Mercado Agrícola.

En el panorama de la seguridad alimentaria y nutricional en México, la FAO estimó que los precios de los alimentos en el ámbito mundial subirán entre 10 a 30 por ciento en la próxima década debido a una demanda creciente de alimentos, particularmente los de origen animal –carne, lácteos, huevo– y al aumento de la producción de bioetanol –cuya materia prima es el maíz– y de biodiesel; mientras la producción mundial de alimentos será de 1.7 por ciento comparado con 2 por ciento en décadas recientes.

En breve entrevista, Da Silva puntualizó que la FAO está contribuyendo a la transparencia del mercado de los alimentos, pero dijo que no puede haber coordinación del sistema alimentario en el mundo sin el sector privado. Las trasnacionales tienen el control de buena parte del abasto. Por eso es fundamental crear los mecanismos de coordinación, para poder dar estabilidad.

Reiteró que lo importante es que la iniciativa privada se está abriendo. Hemos logrado resultados muy efectivos, ahora estamos discutiendo los temas para la inversión sostenible en la agricultura responsable, que se va a considerar como inversiones benéficas para todo el mundo, que no sean sólo las especulativas y de acaparamiento de tierras”.

Puntualizó que el tema de la producción y comercialización de los alimentos, así como su difusión es un muy sensible, es un espacio abierto a la especulación. También hay que tomar en cuenta que el maíz es como el petróleo agrícola.

El año pasado –agregó el agrónomo– cuando la sequía afectó la producción de maíz en Estados Unidos y los especuladores empezaron a elevar los precios artificialmente salí a decir que no había crisis, me peleé en julio, agosto, septiembre, ya estaba claro que no había tal pues estaba entrando (al mercado) la producción del sur (de Brasil y Argentina). Creo que (esa situación) se repetirá a menudo porque los impactos de sequías e inundaciones son cada vez más intensas y recurrentes, y la globalización ha afectado la divulgación de la información a una velocidad increíble.

Respecto de la seguridad alimentaria –asunto que organizaciones campesinas han exigido al gobierno mexicano–, el que fuera responsable del programa Hambre Cero en el gobierno de Luiz Inazio Lula da Silva comentó: en un mundo globalizado no se puede garantizar la seguridad alimentaria en un solo país, pues será siempre afectado por lo que pasa globalmente. Esto favorece a México porque hay una demanda muy baja (de granos) de Estados Unidos, Europa y empieza China. No hay atracción para los mercados mundiales en este momento, lo que abre un espacio para el desarrollo de mercados locales en México.

Ese tipo de mercados deben desarrollarse en el país dentro de la Cruzada Nacional contra el Hambre. México apostó a una inserción global que no resultó para su agricultura y está retrocediendo en sus productos básicos: maíz, calabaza, yuca (camote). Y como latinoamericano buscamos afuera lo que tenemos dentro; buscamos mercados internacionales porque no tenemos internos, no sabemos que los mercados están allí, bajo nuestros pies, pero no están desarrollados. En el sistema capitalista el mercado se desarrolla con plata; la mejor semilla para la agricultura son pesos.