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‘‘No hubo violencia, sólo se rompió un vidrio’’, señalan

‘‘Ocupamos rectoría porque no nos escucharon’’: inconformes

Insisten en realizar un diálogo ‘‘público y resolutivo’’ con Narro Robles

Cubren su rostro ‘‘por la criminalización de quienes alzamos la voz’’

 
Periódico La Jornada
Lunes 29 de abril de 2013, p. 5

El grupo de jóvenes que desde el 19 de abril mantiene la ocupación de la torre de rectoría de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), aseguró que llegaron hasta ese extremo porque las autoridades de la casa de estudios ‘‘no escucharon nuestras demandas a través de los canales institucionales’’.

Los inconformes señalaron que en la toma del edificio ‘‘no hubo violencia, pues no se agredió a ninguna persona y sólo se rompió un vidrio’’.

En una entrevista videograbada con el Colectivo Malatesta –que fue compartida con La Jornada y ya circula en redes sociales–, insistieron en sus demandas y en la necesidad de resolver el conflicto por medio de un diálogo ‘‘público y resolutivo’’ con el rector José Narro Robles.

Repudiaron la posibilidad de ser desalojados mediante un operativo policiaco o por grupos de ‘‘porros’’, y enfatizaron que cubren sus rostros ‘‘no por ser vándalos, sino por la criminalización que se hace de quienes alzan la voz’’.

Las acusaciones en su contra –dijeron dos de los estudiantes del CCH Naucalpan que mantienen la toma, en la única entrevista que hasta el momento han otorgado– se basan en un ‘‘montaje’’ de las autoridades del colegio sobre los hechos ocurridos el primero y el 5 de febrero: en el primer caso ‘‘mandan a un grupo de trabajadores a golpear estudiantes activos’’, y cuatro días después ‘‘criminalizan la protesta social (con) un ataque porril de la Federación de Estudiantes de Naucalpan’’.

Su lucha, aseguraron, es contra la actualización de los planes y programas de estudio del CCH –cuya discusión entre la comunidad se amplió a noviembre próximo–, ‘‘que atenta contra la educación pública y (está) encaminada a la privatización. Uno de sus puntos habla de redefinir el perfil del egresado; dicen que debe ser para gente de clase media y alta, y ese es un ejemplo de la privatización’’.

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Un grupo de estudiantes de la Universidad Autónoma de la Ciudad de México acudió a apoyar a los jóvenes del CCH NaucalpanFoto Jesús Villaseca

La toma de la dirección general del Colegio de Ciencias y Humanidades, el 6 de febrero pasado, ‘‘no abrió el diálogo para la solución de nuestras demandas (…) El día de la marcha (19 de abril) llegamos y pedimos una vez más diálogo; sólo pretendíamos instalar un plantón, pero la rectoría estaba cerrada; se nos dio la espalda y eso nos hizo tomar esta medida’’.

Manifestaron su disposición para dialogar con las autoridades universitarias e incluso desocupar las instalaciones, ‘‘siempre y cuando seamos escuchados y se responda a nuestras demandas. Desde el inicio de esta acción hemos sacado un comunicado diario llamando a la discusión. Es la rectoría la que desde el primer día se ha negado al diálogo’’.

Desde su perspectiva, el único funcionario universitario ‘‘con facultad’’ para resolver sus demandas es el rector. ‘‘Si como él dice es una persona abierta al diálogo, que lo muestre’’, advirtieron los inconformes. Insistieron en que no son ellos los que bloquean los accesos a la torre de rectoría, sino fueron las mismas autoridades de la institución ‘‘las que cerraron las puertas’’.

Los jóvenes que mantienen la toma del edificio desde hace 10 días aseguraron que su acción no ha traspasado la recepción de la torre de rectoría.

‘‘Estamos rodeados por cortinas ciclónicas, nuestra posición es sólo en esta área’’. Finalmente, los manifestantes censuraron la cobertura informativa que la mayoría de los medios masivos de comunicación han dado al conflicto por el plan de estudios de los CCH.