Opinión
Ver día anteriorLunes 29 de abril de 2013Ver día siguienteEdiciones anteriores
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Juego Limpio

Mujer y deporte

E

n los últimos tres Juegos Olímpicos, las mujeres mexicanas han superado con creces a los hombres: 70 por ciento de las medallas obtenidas por nuestro país en esas justas fueron ganadas por mujeres, es decir, más del doble que las ganadas por hombres. Este número es llamativo, especialmente si lo comparamos con el porcentaje de mujeres en presidencias de Federaciones deportivas, donde sólo 8 por ciento de las Federaciones en México están presididas por mujeres.

Lo anterior no es una situación exclusiva de México; en el mundo existen distintos países con este rezago. Tanto es así que el Comité Olímpico Internacional instauró, hace más de 17 años, una comisión para promover la participación de la mujer en el deporte. La Comisión Mujer y Deporte está encargada de revisar los avances y definir las acciones prioritarias, y así mejorar y aumentar el involucramiento de niñas y mujeres en el deporte en todos sus niveles. Además, un programa especial de esta comisión apoya a las Federaciones y Comités nacionales a desarrollar campañas, seminarios, actividades y programas de investigación a favor de la igualdad de género.

Un ejemplo es el Programa de Eliminación y Prevención de la Violencia contra Niñas y Mujeres a través del Deporte. La recomendación del Comité Olímpico Internacional es que las mujeres en Federaciones y Comités nacionales ocupen por lo menos el 20 por ciento de los puestos de poder, y avanzar progresivamente a 25 por ciento en 2014, 30 por ciento para 2018, y seguir hasta alcanzar un balance real, hasta lograr que cada género quede representado, cuando menos, con 40 por ciento en puestos directivos. Una meta similar habría que fijar al conjunto del mercado laboral.

México, sin equidad

Una sociedad que emplea sólo a un género es como un deportista que sólo ejercita un lado de su cuerpo. En México aún estamos lejos de alcanzar equidad laboral. Las mujeres siguen ganando menos que los hombres por el mismo trabajo y su desarrollo laboral sigue siendo mucho más difícil.

El deporte mexicano es un ejemplo de lo anterior ya que, aun consiguiendo mejores resultados, más del doble de medallas en los pasados tres Juegos Olímpicos, los puestos de poder siguen ocupados por los hombres.