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Participaron más de 400 artistas y creadores

Cientos de pequeños y jóvenes celebraron el Día del Niño en la Biblioteca Vasconcelos
 
Periódico La Jornada
Lunes 29 de abril de 2013, p. a10

Por el grosor del polvo en los libros de una biblioteca pública puede medirse la cultura de un pueblo: John Steinbeck. Es una de las decenas de frases que en torno a la lectura y el libro, fueron colgadas en distintos sitios de la Biblioteca Vasconcelos, que este domingo fue visitada por decenas de familias con sus hijos, para celebrar el Día del Niño.

Participaron más de 400 artistas, desde cuentacuentos, escritores, divulgadores científicos, poetas, músicos, bailarines de distintos géneros, teatreros, cinéfilos, pintores, diseñadores y hasta boys scouts, bomberos con camión y equipo, boleros que enseñaron el oficio de lustrar zapatos y canes de la raza Golden, de la asociación Zooaprenden, que son usados para terapia; se convirtieron en regaladores con el fin de convivir con los pequeños.

Conforme transcurrió el día, el número de jóvenes, familias y niños se incrementó. En los pasillos, jardines, cubículos y rincones de la biblioteca hubo un constante y bullicioso ir y venir de decenas de pequeños, acompañados por sus padres.

De manera simultánea se realizaron innumerables actividades, en los cuatro de los siete pisos de la biblioteca, las cuales eran destinadas a tres grupos de edades: de cero a tres años, de cuatro a seis y de siete a 12. En cada piso se podían encontrar chicos de una u otra edad, además de jóvenes adolescentes.

Sueños y deseos volaron en globos

La lectura y relatos de cuentos fue una de las principales actividades, así como que los niños escribieran en una tarjeta un pensamiento, un sueño o un deseo, que luego sería amarrada a un globo blanco y lanzado en el recinto. Por doquier había niños y adultos, con uno, dos y hasta tres globos blancos en la mano, distintivo de la celebración.

Los pequeños lo mismo podían asistir a una lectura dramatizada, que apreciar a un grupo de danza, que a una charla sobre ecología o tomar un taller de pintura y hacer un papalote.

La escritora Elena Poniatowska leyó su cuento La vendedora de nubes y reunió alrededor suyo a un nutrido grupo de pequeños. La reconocida autora convocó a repetir, en otra ocasión, la experiencia, con el fin de que se publiquen las lecturas de los niños.

Desde el 68 siempre he estado con los chavos, también con los que fueron a Avándaro. A lo largo del tiempo he tenido mucha relación con los jóvenes, incluso ahora que soy abuela: tengo 10 nietos, comentó la escritora al término de su lectura.

Otro de los regaladores fue el escritor Francisco Hinojosa, quien leyó La peor señora del mundo, de su autoría, y comentó que las encuestas sobre la lectura no toman en cuenta a los niños menores de 12 años, aunque deben ser reconocidos, porque ellos están leyendo mucho.

La música fue una de las actividades que igual llamó la atención. Por una lado se podía escuchar la Pequeña serenata nocturna, de Mozart, y más tarde, en otro lado, el Himno de la alegría.

Para entrar al auditorio se formaron largas filas. En la Bebeteca, pequeños menores de tres años escuchaban atentos un cuento, mientras otros brincoteaban.

En el espacio de la Cinemática, a los niños se les explicaba cómo se hace una película, que están integradas por cuadros y que el movimiento se logra de a 24 cuadros por segundo.

Alrededor de las 14:30 horas, Rafael Tovar y de Teresa, presidente del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes, dio la bienvenida a la familias. Comentó que con estos programas y actividades se busca trasmitir experiencias. Me comprometo y garantizo a aprovechar plenamente la Biblioteca Vasconcelos, destacó.

Hasta las 16:30 horas se calculó un asistencia de 8 mil personas; se esperaba que para el cierre del acto hayan acudido más de 10 mil visitantes.