Playa del Carmen, 26 de abril.

La cubana Carmen Ignarra, mejor conocida como Carmita, es una actriz que por su talento y belleza pudo convertirse en una de las estrellas más importantes de Hollywood en la década de los años 40.

De hecho, ya en los años 50, en el cine mexicano Carmita desempeñó papeles principales en algunas películas como Los solterones, en la que apareció junto con Luis Aguilar y Andrés Soler, así como en Y... mañana serán mujeres, a lado de Rosita Quintana y Sonia Furió; también participó en El monstruo en la sombra, con Eduardo Noriega y Martha Roth. En años posteriores hizo teatro y radionovelas.

No obstante, ella afirma que su carrera fue coartada por su celoso esposo, el productor Santiago Riachi, “descubridor de Cantinflas”.

El mismo Samuel Goldwyn, dueño de los estudios hollywoodenses Metro Goldwyn Mayer (MGM), le dijo un día a Riachi que haría de ella una gran estrella. Pero él se negó, porque no podía soportar que le dijeran: “ahí va el esposo de Carmita Ignarra”. Hay que decir que la artista fue también modelo de Diego Rivera.

La anécdota de Samuel Goldwyn la cuenta una y otra vez la bella actriz, quien hoy día rebasa los 85 años, y sigue viviendo en Monterrey, donde incluso fue parte de un programa de televisión.

La jaula de oro

Hoy sobrevive en una casona inmensa en esa ciudad, semiabandonada, y en la que en un tiempo fue conocida como La jaula de oro. Pero, gracias a sus inquilinos (extraños hombres que ella culpa reiteradamente de robos, y quienes la ayudan a medio arreglar cosas de la casa), ha podido escapar, metafóricamente.

Esta es la historia del documental Carmita, filmado por Israel Cárdenas y Laura Amelia Guzmán, quienes la presentaron en el segundo Festival de Cine Riviera Maya.

Los realizadores (que tienen en su currículo las cintas Cochochi y Jean Gentil) se encontraron con este personaje una vez que fueron parte de un equipo de filmación de un videclip que se grabó en su casa.

Es un personaje carismático, que atrapa en muchos sentidos. Fue natural estar apegados a su historia. Tiene la facilidad de contar las historias como si estuvieran sucediendo hace una semana, aunque hable de algo que ocurrió hace 40 años. Tiene la sencillez de llamar al pasado y ponerlo en el presente. Busca trascender; con esta cinta sentíamos que le hacíamos un regalo, cuenta Israel Cárdenas.

Sin embargo, “a ella no le gusta mucho la película, porque su concepto de la belleza es otra. Para ella una película es aquella en la que se ve una cámara grande y mucha iluminación, no salir en bata o sin maquillaje. Al final, ni se dio cuenta de cuando se hacía, porque le decíamos que filmaríamos y ella respondía: ‘sí, haz lo que quieras’, porque ella me veía con una cámara pequeña”.

Carmita aún vive, tiene 85 años y reside en MonterreyFoto cortesía de la actriz cubana

Luego de hacer ese videoclip, Laura, quien tiene una participación activa en el filme al aparecer a cuadro y ser un personaje más, la conoció de cerca, porque un día la invitó a una habitación a ver un sinnúmero de fotos sobre toda su historia.

“De algún modo ella pedía hacer la película. Tenía ganas y se lo propusimos. Lo que más nos gustó fue su claridad. Pero de todos modos llegamos a un corte en el que ella estuviera ciento por ciento a gusto“, dice Israel, quien comenta que este documental se filmó antes de terminar Cochochi.

“Es, junto con Jean Gentile, una trilogía de personaje frágiles, pero que tienen claro lo que quieren, lo que los hace fuertes”, afirma.

Durante el rodaje, Carmita no era un personaje controlable en cuanto a lo que le preguntaríamos. Más bien, nos ajustamos a su espontaneidad.

Involucrados en la historia

En una de las escenas, Carmita tiene un altercado con Laura, a quien acusa de robarle un anillo (una baratija).

A decir del realizador, “es imposible salir libre de las historias que filmas. En nuestro caso siempre nos involucramos con los personajes, porque siempre habrá algo. Las películas son pequeños pedazos que muestran relaciones. La vida sigue y al final un filme no es tan importante. Las relaciones son más importantes. La prueba es con Carmita, con quien nunca sentí lástima ni condescendencia, porque ella es una mujer segura y orgullosa. Fue fascinante escuchar sus anécdotas, como si hubieran sucedido hace poco. Esa lucidez me hizo acercarme, más que la marginación o la soledad en la que supuestamente vive. Carmita no quería quedar en el anonimato”.

La cinta también se presentará en Monterrey la semana próxima, en la celebración de la Cineteca de esa ciudad. En cuanto a la distribución, la cinta comienza periplo, pero se va estrenar de una forma u otra, aunque no sé a qué escala.

Continúa el cine gratuito en la Riviera Maya. En Playa del Carmen, donde se centra la mayoría de las funciones, las tres salas de una pequeña plaza comercial, donde se ubican, han lucido llenas ante el asombro de visitantes y locales que, curiosos, se introducen casi sin saberlo a ver buenos filmes de realizadores, tanto emergentes como consagrados.

Se han podido proyectar trabajos que difícilmente tendrán exhibición comercial en nuestro país. Películas de realizadores como Takashi Miike, Raúl Ruiz, Johnnie To, Takeshi Kitano y Koji Wakamatsu, han dado la comilona fílmica para los asistentes.