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Presenta Ciudad tomada, libro con el cual rinde homenaje a Julio Cortázar

Escribir cuento, acto de resistencia frente a los editores de novela: Mauricio Montiel

Gracias a las redes sociales, como Twitter, el género del relato ha crecido, opina el narrador

 
Periódico La Jornada
Jueves 25 de abril de 2013, p. 7

Escribir cuento es un acto de resistencia, de acuerdo con el narrador y ensayista Mauricio Montiel Figueiras, quien publica su libro de relatos más reciente, Ciudad tomada, con el sello Almadía.

Y explica por qué la resistencia: “Lo veo así en un momento en que los editores y los escritores escriben prácticamente sólo novela; eso desde mi punto de vista en México ha ido en demérito del género novelístico. Creo que cada vez más contamos con novelas hechas al vapor, muy a la carrera por exigencias de los editores, de los agentes, de todo este aparato mercadotécnico que está detrás del escritor.

Por eso el acto de escribir cuento es poner una resistencia a este embate, a mi juicio inclemente, de los editores que lo único que quieren publicar es novela.

Ciudad tomada, que rinde homenaje a Julio Cortázar y su Casa tomada, llevó varios años hasta llegar a las librerías.

“Siempre he sido muy tardado para escribir los libros; éste lleva gestándose unos seis, siete años, por ahí, y siempre es poco abstracto hablar de cómo vas a saber cuándo escribir novela, cuento o ensayo.

Creo que el cuento en particular siempre tiene que llegar como en bloque, de golpe. Hay este lugar común de la frase de Cortázar, de que el cuento tiene que ganar por nocaut y la novela por puntos. Me parece una analogía bastante buena, y Cortázar es un autor que está homenajeado aquí en el libro desde el título. Seis años de trabajarlo, no suelo hacerlo con un plan preconcebido de libros, trabajo relatos sueltos y cuando tengo un determinado número veo que hay atmósferas, personajes, que pueden estar dentro cobijados por un mismo volumen.

Así ocurre en Ciudad tomada, donde el punto de unión entre los 11 cuentos son los personajes marginales, aun cuando algunos pertenezcan a una clase social adinerada, las atmósferas crepusculares, y la decadencia de la sociedad y las ciudades.

La realidad es un telón agujerado

“Me gusta la idea de construir –prosigue Mauricio Montiel–, a partir de elementos reales, lo que Ítalo Calvino llamó ciudades invisibles, que es uno de los libros que más me ha marcado en la vida, al que vuelvo una y otra vez, y la idea que tuvo de inventarse metrópolis a partir de ciudades reales.”

En los relatos reunidos en Ciudad tomada “va a haber en algunos más o menos una ciudad de fondo, decadente, porosa. Eso me gusta también: una ciudad que respira por distintos poros por los que se pueden ir colando otras realidades, otras cosas.

“Ahora que hablo de lo poroso, una idea que también viene de Cortázar, y que siempre me ha gustado es cuando dice que lo fantástico es algo que está siempre presente porque la realidad es un telón agujerado. La realidad que importa es la que se ve a través de los agujeros del telón.

Foto
Mauricio Montiel Figueiras durante la entrevistaFoto Guillermo Sologuren

Me quedo con esa idea de Cortázar. Me gusta ver a través de los agujeros qué es lo que hay detrás. Al escribir esos relatos quise dar esa sensación de una realidad porosa, agrietada, señala el autor nacido en Guadalajara en 1968, quien obtuvo el Premio Latinoamericano de Cuento Edmundo Valadés en 2000.

Abrir y cerrar mundos

“El cuento –indica Mauricio Montiel–, desde que recuerdo, es un género que a mí en lo particular me ha gustado, aunque no diría que me agrada más que la novela, sino que de repente he sentido que complementa la lectura de novela, e incluso a veces la rebasa. Enrique Serna dice algo con lo que estoy completamente de acuerdo, que la dificultad que entraña el cuento para el lector es que tiene que estar saliendo de un mundo para entrar en otro.

“La novela es un mundo con el que convives durante todas sus páginas, justo por eso el ejercicio de lectura del cuento me parece que implica mayor dedicación del lector, porque tienes que abrir y cerrar mundos, entrar y salir de distintos mundos.

Esa idea de tener en un libro distintos mundos contenidos me parece apasionante. Una novela también lo es, pero es un solo mundo a lo largo de varias páginas.

Hoy gracias a las redes sociales, en especial Twitter, el cuento ha crecido, porque el lector está más acostumbrado ya a leer atomizadamente. Ya sabemos que la lectura se ha atomizado, se ha fragmentado a partir de la llegada de Internet, y el lector está aprendiendo a leer otra vez, incluso no sólo los nuevos lectores sino nosotros mismos que ya tenemos años en esto de la lectura. Nos estamos reacostumbrando a leer, y efectivamente creo que uno de los géneros beneficiados es el cuento.

Tan es así, que Twitter se ha convertido en campo de experimentación en la literatura, y uno de quienes lo utiliza como espacio de creación literaria es Mauricio Montiel, con la novela El hombre de tweed, que escribe en esa red social desde 2011.

Lo que hace escribir en formato del tuit es que si lo utilizas, como es mi caso, como para la escritura literaria te hace ser muy concreto para decir al lector lo más sustancial posible; el ejercicio que platico me ha forzado a hacer párrafos de 140 caracteres, no hacer un texto y luego cortar y pegar, sino que cada tuit es un párrafo.

Ciudad tomada será presentado hoy a las 19 horas en Capote Taberna (Álvaro Obregón 179, colonia Roma).