Sociedad y Justicia
Ver día anteriorMartes 23 de abril de 2013Ver día siguienteEdiciones anteriores
Servicio Sindicado RSS
Dixio

Perjudiciales, los resultados de esa política, asegura British American Tobacco México

Pedirá la industria tabacalera que no se incrementen impuestos a los cigarros

Se comercializan al año 400 millones de cajetillas que ingresan al país de manera ilegal

Foto
Planta desvenadora de tabaco en Tepic, NayaritFoto Carlos Ramos Mamahua
Enviado
Periódico La Jornada
Martes 23 de abril de 2013, p. 44

Santiago Ixcuintla, Nay., 22 de abril.

La industria tabacalera en México solicitará que no se incrementen más los impuestos por consumo de cigarros, debido a que la política fiscal en relación con esta agroindustria no dio los resultados esperados.

Estaríamos planteando que no haya propuesta de un nuevo incremento a los cigarros. Llegaríamos al absurdo, porque los resultados de esa política han sido perjudiciales, aseveró este lunes Carlos Humberto Suárez Flores, director de asuntos corporativos de la British American Tobacco México (BAT), segunda mayor productora del país.

Tras el incremento al gravamen para el ejercicio fiscal de 2011, el consumo de cigarros en el mercado ilegal aumentó, la población mexicana comienza a fumar a una edad más temprana y el contrabando del producto se mantiene en niveles elevados en perjuicio del campo, explicó el directivo en este municipio nayarita, ubicado en una de las zonas más ricas para la industria tabacalera que ha visto mermada la tierra de cultivo de 24 mil hectáreas en 2001 a únicamente 7 mil en el año pasado.

Nayarit concentra casi 84 por ciento de las 9 mil 200 hectáreas destinadas al cultivo del tabaco, con 7 mil 700 hectáreas.

Suárez Flores dijo que el aumento al impuesto especial a productos y servicios (IEPS) que se aplicó a la industria tabacalera hace dos años no consiguió recaudar 42 mil millones de pesos y el erario sólo pudo captar 30 mil millones.

Sin embargo, la preocupación de la industria también se enfoca en el contrabando, que antes del aumento al IEPS era equivalente a 2 por ciento del mercado nacional, mientras ahora es de 17 por ciento.

Alrededor de 400 millones de cajetillas ingresadas al país de manera ilegal son comercializadas cada año en el mercado, cuando la industria en México produce más de 30 mil millones de cigarros.

Los cigarros de contrabando ya se comercializan en los puntos de venta formales: en estados como Michoacán, Jalisco, Hidalgo o Morelos los cigarrillos ingresados de manera ilegal acaparan hasta 25 por ciento del mercado, afirmó.

Las autoridades decomisaron más de 900 mil toneladas en año y medio, pero no es suficiente para combatir el comercio ilegal.

La venta de cigarros resulta atractiva para los contrabandistas y el crimen organizado por el diferencial que provocan los impuestos en el costo al consumidor.

La industria señala que el costo de una cajetilla pirata es hasta de 12 pesos, pero las compañías no pueden ofrecer un costo al consumidor por debajo de los 20 pesos por cajetilla.

Catorce cigarros en una cajetilla de 20 son impuestos, sostuvo el directivo de BAT.

Durante un encuentro con productores de tabaco de Santiago Ixcuintla y representantes de la industria tabacalera, el senador por Nayarit Manuel Cota Jiménez hizo el compromiso de mantener sin cambios los impuestos a los cigarros, porque siempre existe la tentación de recaudar más dinero para el erario mediante esta actividad agroindustrial.

Destacó que en los recientes 10 años Nayarit redujo hasta en 71 por ciento las hectáreas disponibles para la plantación de tabaco, al pasar de 24 mil a 7 mil hectáreas de tierra en 2012.

Rodolfo Coronado, presidente de la Asociación Rural de Interés Colectivo, denunció que el contrabando de cigarros afecta a productores de tabaco y a la industria en general e incluso se detectó que en esos productos ilegales se ha hallado excremento.

BTA conmemoró hoy los 13 años de un programa de educación y ayuda a los hijos de los jornaleros que cada año, entre enero y mayo, se trasladan a los plantíos de tabaco.

Los niños, menores de 14 años y de distintas poblaciones indígenas como coras, huicholes o tepehuanes, reciben enseñanzas de lectura escritura en español, auspiciados por BTA.