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Si el paciente con influenza conserva 12.5 microgramos de selenio puede sobrevivir

Investigación de la UNAM arroja respuestas sobre el virus A/H1N1

Los resultados, publicados en Scientific Reports de la revista Nature, responden interrogantes que plantea la pandemia y abren nuevas líneas de estudio sobre este problema de salud pública

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La niña de apellido Yao, quien dio positivo por el virus de la gripe aviar H7N9, acompañada por sus padres, muestra el certificado que alaba su actuación durante el tratamiento de seis días que siguió en el hospital Ditan, de Pekín, ChinaFoto Xinhua
 
Periódico La Jornada
Jueves 18 de abril de 2013, p. 45

Durante la crisis que enfrentó México por la aparición del virus A/H1N1 de la influenza –en la primavera de 2009– un grupo de científicos de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y de algunos institutos nacionales de salud emprendió una investigación que comienza a dar respuestas de cómo preservar la vida de pacientes infectados por esa cepa.

Los resultados de esos trabajos fueron publicados en Scientific Reports de la revista Nature y asientan que si un paciente con neumonía crítica infectado por ese virus conserva un nivel de 12.5 microgramos de selenio por decilitro de sangre, puede sobrevivir.

La investigación –encabezada por Mireya Moya Núñez, académica de la Facultad de Química de la UNAM e investigadora del Instituto Nacional de Enfermedades Respiratorias (INER)– encontró que si bien en los pacientes analizados se encontraron altos niveles de concentración de elementos tóxicos ligados al consumo del tabaco y la disminución de selenio por debajo de lo recomendable (en comparación con los no fumadores).

En los casos y controles de estudio atendidos en el INER y en el Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición Salvador Zubirán, la investigación (financiada por el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología), determinó una importante deficiencia de nutrientes esenciales, como selenio o cobre, relacionado con pacientes obesos (grado II-III).

Se registró también la presencia de concentraciones elevadas de elementos potencialmente tóxicos, como plomo, mercurio, cadmio, cromo y arsénico, vinculados al hábito de fumar.

La experta señaló que determinar el perfil toxicológico de personas fumadoras, en su mayoría jóvenes, infectadas por el virus A/H1N1 fue una muestra valiosa para nuestra labor, además de otro conjunto integrado por aquellos no fumadores infectados.

El análisis científico monitoreó además los casos de familiares que estuvieron en contacto con infectados, pero que no desarrollaron la enfermedad. La investigación ocurrió en un momento coyuntural para el país. Iniciamos en octubre de 2009, cuando los picos de la epidemia se encontraban aún muy altos, y ello nos forzó a dar nuestro mejor esfuerzo para estudiar un problema nuevo de salud pública.

A finales de marzo de 2009 apareció esta nueva cepa, ocasionando cientos de casos de enfermedades respiratorias agudas y el deceso de muchas de las personas contagiadas. La Organización Mundial de la Salud declaró que se trataba de la primera pandemia de gripe desde 1968.

En un inicio, el estudio estaba orientado a analizar elementos potencialmente tóxicos asociados a fumadores infectados con el virus y se observó que los afectados se encontraban en etapa productiva, entre 20 y 45 años de edad. En aquel momento se desconocía por qué afectaba principalmente a ese grupo etáreo, aunque la prioridad de los institutos era atender y suministrar el tratamiento adecuado para salvar vidas, así como aprender y aportar conocimiento mediante esas muestras únicas; en esta última fase tuvimos la oportunidad de estar como investigadores.

Los pacientes del protocolo cumplieron ciertos criterios, entre ellos la edad, no haber sido inmunizados, no tener alguna fuente toxicológica asociada ni haber recibido tratamiento farmacológico. Se tomaron muestras sanguíneas en los grupos de estudio, infectados con la cepa pandémica A/H1N1, y los no infectados que mantuvieron contacto directo con los primeros, para evaluar niveles de elementos tóxicos y esenciales.

Se observó en pacientes infectados por A/H1N1 como en sus controles, un descenso de elementos esenciales como selenio (micronutriente presente en granos, cereales, pescado, carnes, lentejas, cáscara de papa y huevo; también es un antioxidante que contribuye a neutralizar radicales libres y estimula el sistema inmunológico.