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El magnate caído en desgracia Boris Berezovsky se exilió en Gran Bretaña hace 13 años

Encuentran muerto en Londres a rival acérrimo del presidente ruso

Efecto de privatizaciones fraudulentas y otras componendas, se mantuvo en la cúpula del poder

Uno de sus abogados asegura que el empresario se suicidó; surge ola de rumores en Moscú

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Boris Berezovsky, durante una conferencia de prensa en la capital británica en agosto de 2012Foto Ap
Corresponsal
Periódico La Jornada
Domingo 24 de marzo de 2013, p. 23

Moscú, 23 de marzo.

Enemigo acérrimo del titular del Kremlin, Vladimir Putin, el magnate caído en desgracia Boris Berezovsky murió este sábado a los 67 años de edad en Gran Bretaña, donde se había exiliado hace 13 años.

Un asistente encontró el cuerpo de Berezovsky en la tina del baño de su residencia en el condado de Surrey, cerca de Londres, sin aparentes signos de violencia, informó su yerno Yegor Schuppe.

Se desconoce la causa de su fallecimiento, aunque se apunta como la más probable un ataque al corazón.

Desde que se conoció en Moscú la noticia de su muerte, esta noche comenzaron a circular todo tipo de rumores.

Aleksandr Dobrovinsky, uno de sus abogados en Rusia, dijo que Berezovsky se suicidó, según le informaron por teléfono desde Londres, pero carece de más detalles, versión que desmintió en la capital británica Andrei Sidelnikov, amigo cercano del fallecido.

El secretario de prensa de Putin, Dimitri Peskov, dijo que hace unos meses su jefe recibió una carta de Berezovsky, en la cual habría reconocido que cometió muchos errores, pedía perdón y la posibilidad de regresar a Rusia. Muerto Berezovsky, no puede confirmar ni desmentir que envió esa carta, la cual, hasta ahora, no ha sido publicada.

Uno de los hombres más ricos

Eminencia gris que movía los hilos de la política y la economía en la llamada Familia, el entorno más cercano del presidente Boris Yeltsin, Berezovsky disfrutó años en la cúspide del poder en Rusia, gracias a las fraudulentas privatizaciones y otras componendas que lo convirtieron en uno de los hombres más ricos del país.

Comenzó con una empresa que adquiría coches a precios internos subsidiados y los exportaba a precios normales, hasta que llegó al Kremlin de forma casual y, tras pagar la edición del primer libro de memorias de Yeltsin y comprar todos los ejemplares, lo que dejó un generoso cheque por derechos de autor al entonces mandatario, acabó de dueño de la petrolera Sibneft, de la compañía aérea Aeroflot, de un imperio mediático que incluía al principal canal de televisión, periódicos y revistas, entre muchos otros negocios.

En lo político, Berezovsky financió la campaña de la relección de Yeltsin en 1996, cuando se daba por perdida frente al candidato del partido comunista Guennadi Ziuganov; recibió en recompensa el cargo de secretario adjunto del Consejo de Seguridad de Rusia; ejerció de secretario ejecutivo de la Comunidad de Estados Independientes; fundó Unidad, prototipo del actual partido oficialista, Rusia Unida; impulsó la llegada de Putin al Kremlin en 2000, y ocupó un escaño en la Duma.

Con Putin quiso seguir moviendo los hilos, pero tras ser apartado del círculo cercano rompió con el nuevo presidente y, desde Gran Bretaña, continuó el enfrentamiento. Financió el libro de Aleksandr Litvinenko –ex agente de los servicios de seguridad que fue envenenado años después con el radiactivo Polonio-210– bajo el título El FSB explota a Rusia, en el cual se acusa al gobierno ruso de haber realizado los atentados con bombas en viviendas de Moscú que dieron pie para empezar la guerra contra Chechenia.

El Kremlin respondió con un caso penal contra Berezovsky por el robo de coches. Esta persecución judicial le sirvió para obtener asilo político en Gran Bretaña en 2003.

Desde entonces Rusia solicitó sin éxito la extradición de Berezovsky, al tiempo que las cortes rusas lo condenaban en ausencia por ser culpable de diferentes delitos económicos y las autoridades le atribuían la autoría intelectual de los más inverosímiles crímenes.

Tras años de confrontación con Putin y obligado a malvender su parte de los negocios a su socio Roman Abramovich, congraciado con el Kremlin y dueño del equipo de futbol londinense Chelsea, Berezovsky vio cómo se redujo su fortuna a mil 200 millones de dólares en 2008 y luego sufrió un duro revés en los millonarios procesos de divorcio de su penúltima y, poco más tarde, última esposas.

La puntilla le vino el año pasado, cuando en lugar de obtener 5 mil millones de dólares de compensación por Abramovich perdió su demanda en una corte de Londres y tuvo que vender algunas propiedades y obras de arte para pagar a los abogados y los costos del juicio.

En los últimos meses, separado de su última mujer y cada vez con menos dinero e influencia en la política rusa, se dice que Berezovsky tenía un fuerte depresión y que sufrió varias crisis cardiacas.

La policía británica ya está investigando y, tras realizar la necropsia, deberá emitir un comunicado oficial sobre las causas de la muerte de Berezovsky.