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El gobierno debe democratizar el modelo, señala politólogo

Sin reformas políticas no habrá crecimiento en Cuba, dicen analistas
 
Periódico La Jornada
Jueves 14 de marzo de 2013, p. 33

La Habana, 13 de marzo.

Cuba necesita reformas políticas que acompañen los cambios económicos introducidos por el presidente Raúl Castro, aunque éste ha declarado que mantendrá el rumbo socialista de su gobierno y ha descartado el multipartidismo, opinan analistas.

No habrá cambios estructurales, ni crecimiento ni desarrollo sobre bases socialistas nuevas, si el gobierno no avanza en la democratización del modelo, dijo a Afp el politólogo Rafael Hernández, director de Temas, revista del Ministerio de Cultura.

En Cuba existe un consenso general acerca de la necesidad de renovar el modelo socio-económico-político-jurídico, que constituye el marco regulador de la vida nacional, dijo a su vez Roberto Veiga, editor de la revista católica Espacio Laical.

Otros analistas –tanto críticos como partidarios del gobierno comunista– también opinan que Raúl Castro debe emprender reformas políticas en la isla, aunque difieren sobre su alcance.

Hay que reivindicar el papel protagónico de sindicatos, y construir un sector realmente público, no meramente estatal, donde no sólo las empresas, sino los medios de difusión sean autónomos y capaces de expresar la opinión pública, dijo Hernández.

Raúl Castro puso en marcha reformas económicas que abrieron espacio al sector privado y a los trabajadores por cuenta propia –que ahora suman 400 mil– desde que sucedió a su hermano Fidel en 2006 por enfermedad.

En enero acabó con las restricciones para salir del país, lo que ha permitido que opositores como la bloguera Yoani Sánchez y la líder de las Damas de Blanco, Berta Soler, viajen por el mundo denunciando lo que caracterizan como falta de libertades y democracia en Cuba, pero ha descartado modificar las estructuras políticas.

Fui elegido para defender, mantener y perfeccionar el socialismo, no para destruirlo, declaró Raúl Castro el 24 de febrero, al iniciar su último mandato (que culmina en 2018), y reiteró que sus reformas son una actualización del modelo económico, que crearán una sociedad menos igualitaria, pero más justa.

Para el columnista Jorge Gómez Barata, ex miembro del aparato ideológico del Partido Comunista de Cuba, “la estructura política, especialmente los aparatos ideológicos y legislativo, así como las organizaciones sociales y de masas parecen dominados por la rutina y son deficientes.

No se trata ahora de que la sociedad opine sobre lo que los círculos dirigentes elaboren, sino que éstos escuchen lo que la sociedad tiene que decir y todas las fuerzas se junten en un proyecto genuinamente nacional, dijo Gómez Barata.

La necesidad de reformas políticas la comparte Orlando Márquez, director de la revista Palabra Nueva, del Arzobispado de La Habana. Las publicaciones católicas escapan al control estatal.

El modelo económico podrá ser actualizado y tendrá éxito en cuanto se actualice el modelo político, opinó Márquez.

Veiga, director de la revista Espacio Laical, propuso reconstruir la cultura debida y las garantías necesarias para promover el desempeño de la ciudadanía, así como la reinvención de los mecanismos estatales y de gobierno para que respondan cada vez más a la realización de la soberanía popular.

El politólogo Rafael Hernández cree que los cambios políticos ya están en marcha. Las reformas económicas de Raúl Castro han significado la descentralización, la extensión del sector no estatal, la reducción del tamaño y las prerrogativas de la burocracia, el énfasis sobre el papel de la ley. Todos (estos cambios) implican redistribución de cuotas de poder; es decir, son políticos, y atañen a la democratización del sistema, dijo.

No hay cambios económicos de fondo que no sean también políticos. Si fueran sólo cambios técnicos de organización y gestión, irían más rápido, concluyó.