Sociedad y Justicia
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Se mueven en un mundo masculino

Taxista, una opción laboral no tradicional para ellas
 
Periódico La Jornada
Sábado 9 de marzo de 2013, p. 36

Desde hace dos años, Susana Lugo, una joven de 22 años, decidió ser taxista, oficio que no sólo desempeña por ser una tradición familiar, sino porque también amo manejar. De complexión delgada, estatura media y con apariencia de tener menos años de los que tiene, Susana señala que no teme trabajar de noche y asegura que una mujer detrás del volante de un transporte público debe siempre dar una impresión un poquito más ruda de lo que es, guardar una sana distancia con los compañeros de trabajo y encontrar el justo medio entre un esmerado arreglo personal y la fodonguez.

Entrevistada la víspera del Día Internacional de la Mujer, en el contexto de una conferencia de prensa en la cual concesionarias y operadoras de taxis expusieron diversas demandas, comentó que ser mujer taxista también tiene ventajas, sobre todo porque pese a que prevalece la idea de que este género no es hábil al volante, en la base en la que trabaja el pasaje suele preferirla, particularmente mujeres, porque se sienten más seguras y hasta más en confianza.

Dijo que hasta el momento no ha tenido ninguna experiencia desagradable, pero sabe que no es la constante, y tal como sus compañeras, Lugo se quejó de los aumentos continuos en el precio de la gasolina, pues con esa política del gobierno federal tenemos que trabajar más horas para sacar la cuenta.

Jasmín Altamirano, de la Asociación de Taxis Reforma Social, destacó que hace 18 años, cuando comenzó a trabajar de taxista, pensó que era un oficio sencillo, pero es un mundo de casi puros hombres, algunos de los cuales no ven bien que mujeres ocupen espacios laborales que consideran suyos, y remarcó que lo que pedimos es igualdad, porque como a ellos, a nosotras también nos afectan el tráfico, el alza de las gasolinas y los asaltos; no se trata de competencia, sino de ayudarnos.

Susana Sánchez, de Protegiéndonos entre Mujeres, indicó que ante el alza de las gasolinas se requiere un subsidio, pero también, que los trámites sean menos engorrosos y se reduzca el precio para obtener la licencia de taxista”.

También lamentó que ni siquiera haya un censo de cuántas mujeres son operadoras y propietarias, y precisó que lo que ha orillado a muchas mujeres a tomar el volante es ser madres solteras con necesidad de empleo. Indicó que aunque muchos hombres las apoyan y respetan, hay otros que no. Por eso hemos tenido embates de compañeros que ocupan nuestras bases, incluso con agresiones. Recordó que apenas en 2010 se les autorizó la primera base de mujeres taxistas.