En su más reciente libro, Calzada de los Misterios, Vilma Fuentes se manifiesta por la libertad, por el viaje, por la aventura, por la búsqueda de las palabras, por la magia de la literatura y por el compromiso del periodismo.

Así describió el poeta y director de La Jornada Semanal, Hugo Gutiérrez Vega, el volumen de la autora que se presentó este martes en el Centro Cultural Bella Época del Fondo de Cultura Económica (FCE).

Vilma es una periodista ejemplar, dueña de una prosa transparente que fluye sorteando escollos, y por lo tanto es una literata que busca y encuentra las palabras para reflexionar sobre las razones de su quehacer, en una novela que va mucho más allá del ejercicio nostálgico, indicó Gutiérrez Vega.

En Calzada de los Misterios (FCE), la autora se pregunta por qué escribir a través de Pingo, Mima o Muñequita, uno de los muchos nombres de la protagonista, que a lo largo de la historia va creciendo con su ciudad y huye de ella.

Al referirse a la trama del libro, Gutiérrez Vega comparó el crecimiento de la ciudad de México en la primera mitad del siglo XX, con el de la protagonista, quien se inició en el mundo de la fantasía mediante Las mil y una noches, que su padre le leía antes de dormir.

“Su padre periodista –añadió el poeta– fue el iniciador de Pingo en la búsqueda de esas palabras que son un laberinto del que solamente podemos salir pronunciándolo como en un conjuro. En la novela nuestra ciudad se ve como un laberinto en el que se camina y nos perdemos porque sólo así se vive el misterio gozoso, y a veces angustioso de la ciudad inmensa, dueña de una historia fascinante.”

Los recuerdos de la infancia en el Colegio Francés de la ciudad de México cobraron vida en voz de las presentadoras: María Luisa La China Mendoza, María Teresa Franco y Olga Sánchez Cordero, compañeras y amigas de Vilma Fuentes.

Viaje a la infancia

En su intervención, La China Mendoza recordó a Pingo con su uniforme azul marino y cuello y puños, a la niña de los sombreros y sus paseos por la Alameda.

Vilma trae su novela preciosísima y nos hace viajar a la infancia, al misterio de nuestros padres, a la luz de ayer recuperada, a una ciudad que no se le ha escapado de la manos a esa niña prodigiosa, inteligente, suave, generosa, buena como un pan recién horneado, y con un talento literario de primera línea, una cultura envidiable, un aura interior deslumbrante.

María Teresa Franco comentó que los recuerdos en la obra de la colaboradora de La Jornada están hechos de palabras y no de imágenes, mientras Olga Sánchez evocó su infancia y adolescencia junto con la autora.

El poeta Óscar González hizo alusión al laberinto de recuerdos de la autora, sobre una etapa de la vida donde se forja la esencia de la protagonista.

Afable y sonriente, la escritora Vilma Fuentes escuchó los comentarios en torno a su libro Calzada de los Misterios y, frente a sus seguidores, amigos y a su marido, Jacques Bellefroid, sostuvo que no se considera una literata y que a ella sólo le gusta escribir.

Respecto de la novela, Vilma Fuentes explicó que la historia surgió a partir de una traducción que hizo de El ladrón del tiempo y en ese libro al narrador le preguntan qué quieres hacer en la vida y él quiere escribir, aunque todavía no sabe por qué, y en Calzada de los Misterios, la autora también pregunta por qué se escribe y cuál es la razón de buscar, encontrar, reunir, ordenar y estructurar palabras en párrafos, capítulos, que terminan en libros.