Después de la Virgen de Guadalupe, La Catrina, de José Guada-lupe Posada, es el icono femenino más conocido en México, sostuvo el caricaturista Rafael Barajas, El Fisgón, quien realizará un mural conmemorativo, en las paredes del gimnasio Coyoacán, como parte de las actividades que se llevarán a cabo en la delegación del mismo nombre, para conmemorar el centenario luctuoso del artista nacido en Aguascalientes.

Luego de que el delegado de la demarcación, Mauricio Toledo Gutiérrez, junto con el historiador Agustín Sánchez González y otros funcionarios dieron a conocer los detalles de distintas exposiciones y talleres; Rafael Barajas, quien como investigador ha estudiado el trabajo de Posada durante 30 años, desmistificó distintos hechos de la vida y obra del reconocido grabador, pintor, ilustrador y caricaturista mexicano.

Barajas recordó que la historia de Posada es muy peculiar: “En su época fue muy popular y querido; el pueblo consumía mucho sus hojas sueltas, pero al mismo tiempo fue un artista muy ignorado por la crítica y la prensa de su tiempo.

Posada murió en el anonimato, a su entierro acudieron unas 11 personas, ni siquiera asistió Vanegas Arroyo, quien se volvió rico con sus trabajos. Y como nadie reclamó sus restos, éstos fueron a caer a una fosa común. Por esa y otras razones es muy importante que hoy día Posada no caiga en el olvido y que se rescate su vida y obra.

Posada como artista es una de las mejores inversiones del país, consideró El Fisgón, porque sus obras son del dominio público. Todos las usamos y reproducimos en distintos formatos, lo que lo convierte en uno de los tesoros culturales de la nación, con la salvedad de que al país no le cuesta.

Los grabados e ilustraciones de Posada y su apreciación han ido cambiando con el tiempo. Son obras polisémicas. Su trabajo se interpretó de una manera en 1910, de otra muy distinta en 1930 y de forma diferente hoy día.

Barajas reconoció que se han hecho esfuerzos importantes por rescatar y tratar de poner los primeros trabajos de Posada en contexto, según lo que quiso decir.

Sin embargo, para El Fisgón, todo lo que se dijo sobre Posada durante décadas, como uno de los grandes precursores de la Revolución Mexicana, como un gran revolucionario, no es correcto. Si uno empieza a estudiar sus trabajos, se da cuenta que fue pro porfirista hasta que murió. Cuando Díaz se va, hace caricaturas lamentando la salida de Porfirio.

Eso no quiere decir, destacó Barajas, “que haya sido un tipo conservador ni mucho menos. Lo que quiere decir es que Posada era parte de un grupo liberal que creció y le creyó a Porfirio Díaz.

“Lo que sí es Posada, es un gran artista de talla universal, que logró crear iconos universales. La imagen de La Catrina es ejemplo de ello. En una sola imagen concentra la idea que se ha trabajado desde hace siglos: de que la muerte nos iguala a todos en la tumba, a ricos y pobres.

“El trabajo de Posada en ese sentido es extraordinario, porque es profundamente mexicano y es arquetípicamente universal, característica que abarca toda su obra.

“En el caso particular de La Catrina, es una obra maestra. Es, después de la Virgen de Guadalupe, el icono femenino más conocido de México”, resaltó.

El artista en su taller

Posada, señaló el caricaturista de La Jornada, fue en esencia un gran cronista de su época, cuyo contexto se enmarca en el siglo XIX, a partir de que los liberales establecen los panteones fuera de las iglesias y a partir de que la gente hace del Día de Muertos una celebración popular y en muchos sentidos laica.

“Todas las imágenes de la muerte que hizo Posada tienen que ver con una tradición liberal de gráfica muy importante; a la que se suma su obra anticlerical.

Si alguien quiere saber cómo vivían los mexicanos en 1890, cómo celebraban sus posadas, sus bodas, sus bautizos o cómo comían... las crónicas de Posada son maravillosas. Retrató a todo ese México popular que los grandes artistas de su época simplemente no vieron.

Su trabajo es extraordinario, abundó Barajas, sin embargo, hay quienes han llegado a decir que Posada realizó más de 40 mil grabados y eso no es cierto. Posada no hizo tanta obra. Eso sí, hizo una cantidad muy considerable, alrededor de 5 mil grabados o dibujos, que es muchísimo.

“Hasta la fecha –agregó– uno se sigue encontrando con ilustraciones que no han sido catalogadas. Lamentablemente todavía estamos muy lejos de hacer un catálogo completo y razonado de la obra de Posada”.

Si bien a Posada se le reconoce en algunas ciudades del país, se debería crear, como un homenaje permanente, un lugar en el Centro Histórico de la ciudad de México, donde realizó la mayor parte de su obra, dijo El Fisgón. Falta un museo que hable del trabajo de José Guadalupe Posada y de Manuel Alfonso Manilla.

Como parte de las actividades para conmemorar el centenario luctuoso del grabador, en la delegación Coyoacán se inaugurará la muestra Posada: el juego de la vida, integrada por 80 grabados y hojas de época, el próximo primero de marzo en la Casa de Cultura Jesús Reyes Heroles.

Auspiciada por el Instituto Quevedo del Humor de la Universidad de Alcalá de Henares, España; el Encuentro Internacional de Caricatura de la Universidad de Guadalajara, y la Universidad Autónoma Metropolitana, el próximo 20 de enero, se lanzará una convocatoria a artistas profesionales y aficionados de todo el mundo, a participar con dibujos, caricaturas, pinturas o grabados; los cuales serán montados en una exposición en Coyoacán. Para solicitar información sobre la convocatoria: [email protected]

En coordinación con el colectivo Los Olvidados se realizará en 15 colonias de la delegación Coyoacán, con mayores conflictos sociales, talleres de cartonería para niños, jóvenes y mujeres, para la elaboración de Catrinas y personajes de Posada.

Según el delegado Mauricio Toledo, se hará también un tiraje de 50 mil ejemplares del juego de La Oca, que en el reverso llevará una semblanza de Posada, los cuales se regalarán en las primarias de la demarcación.

Y para el mes de abril, iniciarán los trabajos del mural conmemorativo, realizado por El Fisgón, en el gimnasio Coyoacán.