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Rebeldes exigen soluciones prontas y tangibles al agro, primer punto de la agenda

Reclamos mutuos entre el gobierno y las FARC al retomar el diálogo en La Habana

El jefe de la delegación oficial pide ir a la velocidad que el país espera para alcanzar la paz

Corresponsal
Periódico La Jornada
Martes 15 de enero de 2013, p. 19

La Habana, 14 de enero. Con reclamos mutuos para acelerar el paso y la confirmación de los rebeldes de que su cese del fuego terminará el próximo domingo, el gobierno del presidente Juan Manuel Santos y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) volvieron hoy aquí a la mesa de diálogo, en la búsqueda de un acuerdo de paz para el prolongado conflicto de más de seis décadas.

Las partes mantuvieron el habitual choque retórico, pero al mismo tiempo mostraron el interés coincidente de avanzar en la discusión del primer punto de agenda: la política agraria.

La mesa se instaló en Oslo en octubre pasado. Empezó a sesionar aquí en noviembre y trabajó durante un mes. Tras un receso por el fin de año, ahora vuelve a las rondas de 11 días. Serán tres jornadas de plenarias –de cinco horas cada una, por la mañana– por una de tiempo disponible para las delegaciones.

Al iniciarse el diálogo aquí hace dos meses, las FARC declararon un cese del fuego unilateral de acciones ofensivas contra la fuerza pública y la infraestructura entre el 20 de noviembre y el 20 de enero. En ese lapso pidieron una medida recíproca, que el gobierno rechazó.

Esta mañana el jefe de la delegación rebelde, Luciano Marín Arango (Iván Márquez), dijo que el cese del fuego termina el 20 de enero, no más.

Miembro del secretariado del estado mayor –máxima jefatura guerrillera–, Márquez leyó una declaración en la cual las FARC reclamaron al gobierno cesar en la retórica guerrerista de falsas promesas de solución a los problemas sociales y pidieron celeridad en el análisis profundo e integral del acuerdo de agosto pasado que dio origen al diálogo.

Esa fue una tácita respuesta al gobierno, que en la víspera pidió apresurar la discusión.

Aunque parecen decir lo mismo, las partes enfocan el punto con reproches implícitos. Márquez demandó que el gobierno ofrezca en público soluciones prontas, tangibles a la situación agraria. El jefe de la delegación oficial, el ex vicepresidente Humberto de la Calle reclamó el domingo un nuevo ritmo en el diálogo, a la velocidad que el país espera, para llegar a un acuerdo de paz.

En esa manera los negociadores expusieron el ángulo de tiro diferente que tienen en el diálogo. La guerrilla quiere, primero, respuestas para un amplio catálogo de demandas económicas y sociales, ubicadas en la raíz del conflicto. El gobierno busca ante todo un acuerdo de paz, para que las FARC trabajen por sus metas en las instituciones civiles.

Pero la diferencia de enfoques no impidió que el diálogo continuara este lunes. Las partes subrayaron la inyección de iniciativas que recibió la mesa del foro agrario, que coordinaron en diciembre la Oficina de Naciones Unidas en Bogotá y la Universidad Nacional de Colombia.

El gobierno y las FARC recibieron las conclusiones del debate la semana pasada. Según el reporte de los organizadores, en el foro participaron mil 314 personas de 522 organizaciones sociales de los 32 departamentos del país. Se recogieron 546 propuestas y las relatorías están en 11 tomos.

Las dos partes destacaron el carácter plural de este foro, único de su tipo en la historia colombiana.

Adicionalmente hay más de dos mil iniciativas en el sitio de la mesa (www.mesadeconversaciones.com.co) y otras propuestas que recogieron las comisiones de paz de las dos cámaras del Congreso, el año pasado.

Con base en esos primeros resultados, Márquez dijo hoy a la prensa que la guerrilla propondrá una reforma rural y agraria integral, socioambiental, democrática y participativa, con enfoque territorial.