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Productores advierten que prevalecen programas desarticulados

La política antipobreza de Peña Nieto depende de la reactivación del campo
 
Periódico La Jornada
Lunes 3 de diciembre de 2012, p. 12

Las confederaciones Nacional Campesina (CNC), Nacional de Productores de Maíz de México (CNPAM) y la Coalición de Organizaciones Democráticas Urbanas y Campesinas (Coduc) sostuvieron que el éxito de la cruzada nacional contra el hambre a la que convocó el presidente Enrique Peña Nieto está ligada a la revalorización y reactivación del campo.

Más de la mitad de los habitantes de 339 municipios viven con hambre cotidianamente y 12 millones de personas no tienen ingresos suficientes para comprar la canasta básica de alimentos, expuso Fidel Demédecis Hidalgo, integrante de las Coduc y presidente de la Comisión de Desarrollo Rural del Senado.

Comentó que las políticas para atender la pobreza alimentaria han sido desarticuladas y fragmentadas, prevalece la exclusión y la desigualdad en el acceso a bienes y servicios básicos, por ello consideró necesario se incrementen los recursos destinados al Programa Especial Concurrente (PEC) en los rubros: derecho a la alimentación, Ramo 20 de desarrollo social, Oportunidades, abasto rural a cargo de Diconsa, a las acciones emergentes de alimentos básicos deficitarios siniestrados, agricultura de autoconsumo, fondo de acciones de alimentación en zonas de alta y muy alta marginación; apoyos para maíz y frijol, proyecto estratégico de seguridad alimentaria y que se establezcan planes de recuperación de tierras ejidales y comunales, abasto de huevo con Liconsa y un procampo alimentario.

El panorama no es alentador; por ello no se debe reducir el presupuesto para un programa alimentario e impulsar una profunda reforma institucional que responda a los intereses de la población, pues se carece de una instancia para atender y superar el hambre, tampoco hay metas para resolver el problema alimentario.

No será el mercado internacional el que dé la solución a la crisis alimentaria del país, hay que activar un programa público de producción social y local de alimentos, recuperar formas y modelos de producción familiar, multimodal, multifuncional y campesina, acotó.

La CNC y CNPAM apuntaron que se importa 43 por ciento de los alimentos básicos y de no cambiar de paradigma, en 2030 se importará 80 por ciento de ellos. Gerardo Sánchez García, dirigente de la CNC, aseguró que si se crean otros instrumentos institucionales que en lo social combatan la desigualdad y en lo productivo incentiven la competitividad agropecuaria, el campo volverá a ser un vergel.

El campo debe ser reconstruido, ya que debido a las políticas erráticas del gobierno panista la pobreza y la escasez de alimentos se profundizaron entre los habitantes rurales. Aseguró que los cenecistas utilizarán todas las trincheras para construir los nuevos cimientos productivos e institucionales que coloquen a México a la vanguardia del desarrollo agropecuario del mundo.

Carlos Salazar Arriaga, presidente de la CNPAM, pidió al gobierno que tome en cuenta las propuestas de la organización como evitar las importaciones indiscriminadas del grano y retornar al esquema de agricultura por contrato, el cual fue eliminado por la administración panista, y que afectó el precio de la cosecha del ciclo primavera-verano.