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Presentaron edición conmemorativa por 25 años de su libro Noticias del Imperio

Rinden homenaje a Fernando del Paso en un salón abarrotado de la FIL

La novela histórica tiene un antes y un después de él, dijo el director del Museo del Estanquillo

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El amor está nublado y quiero hacer el día contigo, expresión que Fernando del Paso (tercero en el presídium), escribió en su libro Palinuro de México, tatuada en la espalda de esta joven, durante el homenaje al autor de Noticias del Imperio, por los 25 años de su novela, el martes, en el salón Juan Rulfo de la FIL de GuadalajaraFoto Carlos Cisneros
Corresponsal
Periódico La Jornada
Jueves 29 de noviembre de 2012, p. 5

Guadalajara, Jal., 28 de noviembre. Emperador de la literatura histórica, príncipe de los monólogos de lúcida locura, conquistador de un nuevo género y festejante vestido para la ocasión, Fernando del Paso dio fin al homenaje que la Feria Internacional del Libro (FIL) de Guadalajara realizó, en colaboración con el Fondo de Cultura Económica (FCE), a los 25 años de la primera edición de su novela Noticias del Imperio.

“Yo soy María Carlota Amelia Victoria…”, leyó Del Paso, en la última página de su magnífico libro donde renace la esperanza de la frustrada emperatriz, de 86 años, de que el primer vuelo trasatlántico logrado por Charles Lindbergh en 1927 pudiera sacarla de su confinamiento de 60 años y regresarla a los brazos de Maximiliano, aunque de éste sólo quedaran quizás los ojos negros de santo que le pusieron para regresarlo de México a Europa con los pies por delante.

Dos minutos después, los cientos de personas reunidas en el salón Juan Rulfo de la FIL, seguían aplaudiendo al autor.

Antes, los elogios de quienes lo acompañaban en la mesa: La novela histórica tiene un antes y un después de Fernando del Paso, dijo Moisés Rosas. La novela suprema de las letras mexicanas, indicó Rafael Tovar y de Teresa. Creo que los mixiotes que su esposa Socorro preparó hace muchos años, cuando vivían en Londres, tuvieron que ver con su formación intelectual, manifestó Hugo Gutiérrez Vega.

Del Paso agradeció a los invitados que prolongaron el homenaje media hora más, pero en especial a sus hijos Alejandro, Adriana, Paulina y a su esposa Socorro, quienes al igual que otros parientes se dieron cita en el abarrotado salón. También agradeció a la FIL y a la Universidad de Guadalajara, de la cual forma parte desde hace 20 años.

El homenaje fue moderado por Joaquín Díez-Canedo, director del FCE, quien destacó que la edición conmemorativa publicada por la editorial que encabeza se logró luego que Del Paso, al terminar los contratos con sus anteriores editores, le propuso incorporar su libro al catálogo de Letras Mexicanas.

Me parece que ese es el lugar natural de la obra literaria de Fernando, afirmó el editor, y explicó que el libro además de tener cuatro portadas diferentes realizadas por Del Paso y su hija Paulina –para que el lector elija–, cuenta con un doble prólogo, de Gutiérrez Vega y de Élmer Mendoza.

Cuidarse de la grandeza

Moisés Rosas, director del Museo del Estanquillo, recordó que a principios de este año, junto con Rafael Barajas, El Fisgón, al revisar la colección de Carlos Monsiváis vieron que existía mucho material referente a la intervención francesa y decidieron reunirlo para su exhibición. Tras la curaduría realizada, al caricaturista se le ocurrió que la exposición se llamara Noticias del Imperio, como sucedió tras la aprobación del escritor.

Rafael Tovar dijo que conoció Del Paso en Francia, en la embajada de México, cuando había publicado José Trigo y Palinuro de México, donde luego leería la primicia, todavía mecanografiada, de Noticias del Imperio, que el autor llevaba sin copias con el riesgo de extraviar un material tan valioso para la cultura nacional.

Creo que Fernando apenas ha empezado a ver su grandeza, pero no ha dejado de cuidarse de ella, resumió.

El poeta Hugo Gutiérrez Vega también recordó cómo en Londres visitaba al escritor y, leyó, con mucho afecto y admiración un texto que tituló La verdad y sus delirios, en el cual calificó a Del Paso como un maestro del monólogo interior, que logra involucrarse hasta lo más íntimo con un personaje misterioso que vivió durante muchos años víctima de la locura de amor.

El último en tomar la palabra antes de que Del Paso diera lectura a las páginas primera y final de su novela, fue Élmer Mendoza, quien afirmó que, aunque policiacas, sus novelas son todas “hijas de Noticias del Imperio”, la cual en su labor de profesor de literatura ha llevado a cantinas y rancherías para deleite de todos.