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Están convocados más de 5 millones a la jornada de mañana

Catalanes, a las urnas; independencia o mantener el estatus, las plataformas
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Josep Antoni Duran Lleida, secretario general de Convergencia i Unió, y el candidato Artur Mas, durante un mitin electoral en la ciudad de BarcelonaFoto Reuters
Corresponsal
Periódico La Jornada
Sábado 24 de noviembre de 2012, p. 21

Barcelona, 23 de noviembre. Cataluña, la próspera región del noreste de la península ibérica, vivirá este domingo una jornada electoral histórica. Por primera vez los partidos mayoritarios se enfrentan a un dilema que no admite matices: iniciar la independencia de España, erigiéndose en un nuevo Estado europeo con sistema fiscal propio, educativo y ejército, o, por el contrario, mantener el estatus heredado de la transición a la democracia de 1978. La moneda está en el aire, y los más de 5 millones 400 mil ciudadanos convocados a las urnas decidirán el futuro de la región.

La cuerda se rompió definitivamente entre España y Cataluña en menos dos años, tras un cúmulo de desencuentros que se pueden resumir en dos hechos concretos: el rechazo del Tribunal Constitucional al estatuto de autonomía que habían aprobado la mayoría de los partidos catalanes con el respaldo de la sociedad mediante un referendo. Y, segundo, el rechazo del gobierno español del conservador Mariano Rajoy a rubricar un pacto fiscal con Cataluña, que facilitará la recuperación de las cuentas públicas catalanas. Otra vez el no fue rotundo, lo que redundó en un desencuentro frontal y áspero.

A grandes rasgos, hay dos grandes bloques: el formado por las fuerzas políticas que reclaman de forma nítida la independencia definitiva de España y las que, ya sea por vía del inmovilismo o del federalismo, apuestan por continuar igual. Los nacionalistas conservadores de Convergencia i Unió (CiU), liderados por el actual presidente de la Generalitat. En el bloque de independentistas le acompañan Esquerra Republicana Cataluña (ERC), la coalición de Unidad Popular (CUP) y, con sus matices, la formación Iniciativa per Cataluña-Els Verds (ICV-EV).

Mientras los dos partidos que defienden con vehemencia la vinculación de Cataluña a España son el derechista Partido Popular (PP) y Ciutadans, el Partido Socialista de Cataluña (PSC) defiende un modelo federal y rechaza cualquier tipo de aventura secesionista.

En los despachos de CiU ya se han elaborado informes a los que ha tenido acceso La Jornada, en los que se sitúa a Cataluña como Estado independiente en comparación con el resto de los estados europeos, además de evaluar un eventual impacto en la actividad comercial ante una campaña de boicot. Oriol Pujol, número dos de la formación, explicó que lo que está pasando en Cataluña ha sido como la explosión de un volcán en la que el magma ha ido expandiéndose poco a poco. El reto es explicar y construir una nueva vía, porque el proyecto del futuro Estado catalán pasa necesariamente por Europa.

Guerra sucia contra Artur Mas

Si las relaciones entre los nacionalistas catalanes y el gobierno de Rajoy ya estaban maltrechas, la situación se ha terminado de deteriorar con un episodio oscuro y un tanto sórdido, en el que se ha intentado desacreditar al candidato de CiU y actual presidente de la Generalitat, Artur Mas, y a sus principales aliados con una estrategia de guerra sucia. Los hechos fueron los siguientes: el polémico periódico El Mundo –el mismo que hasta la fecha defiende las teorías conspiratorias de los atentados del 11 de marzo de 2004– publicó un borrador de la policía, en el cual se aseguraba que la cúpula de CiU tenía cuentas millonarias en Suiza.

“Esta guerra sucia, de la más baja estopa y utilizando métodos predemocráticos, ha terminado por dinamitar cualquier puente de diálogo entre Madrid y nosotros. Esto no tiene vuelta atrás y supone una ruptura definitiva”, aseguró Pujol.

Desde el PSC se plantea el dilema de una forma menos polarizada, mediante un proceso de construcción de un modelo federal, tal como lo ha defendido su candidato, Pere Navarro. Un mensaje en todo caso que no ha calado en el debate y que augura una nueva debacle del socialismo español, que vive una de sus etapas más decadentes. En el cuartel general electoral de ERC se respira optimismo ante la jornada electoral del domingo, que le podrían convertir en la segunda o la tercera fuerza. Alfred Bosch, uno de los estrategas electorales de ERC, explicó que les han ayudado mucho en despertar el espíritu secesionista los ataques y descalificaciones constantes por parte de España y los sectores más ultras, ya sea a través de campañas de guerra sucia, insultos a través de los medios ultraconservadores y las denuncias delirantes que ha puesto, entre otros, el ex general Antonio Tejero contra Artur Mas por un delito de sedición, cuando este ex general fue el que lideró el fallido golpe de Estado del 23-F. Esto parece en ocasiones una película que mezcla escenas de Berlanga y de Cantinflas.

Dolors Camats, de ICV, explicó que su principal objetivo es no permitir que el debate electoral postergue lo que a juicio de su formación es lo más importante en Cataluña: “luchar contra los efectos desastrosos de la crisis, no admitir más recortes –que vienen impuestos por el actual gobierno catalán en coalición con el de Madrid– y defender los residuos que están dejando del Estado de bienestar”.