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El 30 de noviembre se estrena en salas del país la cinta basada en historieta de Jis y Trino

“El Santos no ha muerto, pero no hay casa editorial que nos vuelva a juntar”

El humor de la película es un respiro, dijo Daniel Giménez Cacho, quien hace la voz del luchador

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La producción de El Santos vs La Tetona Mendoza estuvo a cargo de Átomo Films y Ánima Estudios, con guión de Augusto Mendoza y Lynn FainchteinFoto Ap
 
Periódico La Jornada
Viernes 23 de noviembre de 2012, p. 9

El Santos vs La Tetona Mendoza, película basada en la tira cómica de los moneros Jis y Trino, que se hizo famosa en el suplemento Histerietas de La Jornada a finales de los 80 y principios de los 90, se estrena el 30 de noviembre en la cartelera comercial con 245 copias, con la dirección de Alejandro Lozano.

En declaraciones durante la presentación de la película, en el pasado Festival Internacional de Cine de Morelia, los creadores de los personajes aseguraron que “El Santos no ha muerto; ahí está, tiene muchas aventuras que contar, pero no hay una casa editorial que nos vuelva a juntar”.

La cinta cuenta con las voces de Daniel Giménez Cacho, Joaquín Cosío, Guillermo del Toro, El Güiri Güiri, Regina Orozco, los hermanos Bichir, Irene Azuela, Jesús Ochoa, Rocío Verdejo y Julieta Venegas, entre otros.

La historia de la cinta de animación El Santos... retoma el espíritu desmadroso/irreverente de la historieta, para contar una de las aventuras de este decadente y acabado luchador, con sobrepeso y pacheco, que sufre por la separación de su amada La Tetona Mendoza, voluptuosa y salvaje mujer luchadora, quien además regentea un burdel. Para salir de su depresión El Santos emprende una campaña para ayudar a los Zombis de Sahuayo, pero la población zombi crece y se convierte en plaga, así que La Tetona le pide a El Santos que se deshaga de ellos; pero El Peyote Asesino, rival del héroe, es quien logra desterrar a los zombis. Entonces se dan cuenta de que la vida sin esos seres se torna muy aburrida, por lo que la única salida es que El Santos y El Peyote unan fuerzas para volver a poblar el mundo con Zombis de Sahuayo y, de paso, reconquistar a La Tetona Mendoza.

Daniel Giménez Cacho, quien da voz a El Santos, dijo a pregunta expresa de La Jornada que cada lector tiene su propia voz de El Santos en la cabeza.

Desestimó que el humor que contiene la cinta esté caduco: “Para mí, está muy bien. Un humor así es un arma muy poderosa, nos puede hacer entender muchas cosas, porque el humor que se maneja en televisión y cine es tan mediocre que el contenido en El Santos vs La Tetona Mendoza es un respiro, un oasis, arrasa con todo”.

Giménez Cacho nos salió barato

Para completar la pregunta sobre la voz de El Santos, Trino mencionó: El Santos eres tú, cabrón, en tu casa, con tus cuates jugando dominó. Estamos muy contentos con el resultado, porque Daniel es un actor que tiene lo que se necesita, e hizo un Santos extraordinario. Además nos salió muy barato, bromeó.

La idea de llevar a la pantalla grande El Santos vs La Tetona Mendoza surgió hace 10 años; se preguntó al director Alejandro Lozano si la película llegó muy tarde, y contestó: Llega justo a tiempo; fue un proceso difícil, pero muy satisfactorio.

Sobre esta apreciación Jis y Trino consideraron que llega justo a tiempo, porque hace unos años difícilmente se hubiera podido dar vida, profundidad, movimiento, tridimensionalidad y voz a los todos los personajes de El Santos; estamos muy contentos con la película.

Sobre las dificultades de realizar la animación de El Santos vs La Tetona Mendoza, el director de animación Andrés Couturier, de Ánima Estudios, dijo: Lo más difícil fue encontrar los cientos de Santos distintos, porque hubo que crear gestos y movimientos que no existían; hubo que desaprender y desapegarse de lo que ya existía y de lo que era nuestro imaginario, para crear un personaje adecuado para la pantalla grande, que tuviera emoción, movimiento y calidad.

El único personaje no animado que participa en la película es la escritora Elena Poniatowska; los moneros mencionaron: Nuestra primera opción era Monsiváis, pero se murió; no se lo digan a Poniatowska.

La producción estuvo a cargo de Átomo Films, de Ánima Estudios, con guión de Augusto Mendoza y Lynn Fainchtein.