Espectáculos
Ver día anteriorViernes 23 de noviembre de 2012Ver día siguienteEdiciones anteriores
Servicio Sindicado RSS
Dixio

Hoy se estrena Post tenebras lux, de Carlos Reygadas, filme con el que triunfó en Cannes

Me interesa romper con lo que se piensa que debe ser una película

La nueva cinta responde a mi vivencia; me expreso de la manera más directa y limpia que puedo, afirma el cineasta

Abordo las relaciones sexuales, la política, la inocencia..., comenta

 
Periódico La Jornada
Viernes 23 de noviembre de 2012, p. 8

Hoy se estrena en la ciudad de México Post tenebras lux, cuarto largometraje de Carlos Reygadas, con el cual consiguió el premio a mejor director en el pasado Festival Internacional de Cine de Cannes, en el que, paradójicamente, fue abucheado. En entrevista con La Jornada, el cinerrealizador menciona: “Después de todo lo que ha pasado percibo la película igual que antes. Realmente me estoy expresando de la forma más directa y limpia que puedo. Todo lo que muestra el filme no pretende ser raro, más bien es algo parecido a lo que diría si estuviera hablando de la vida, de las relaciones sexuales, de política mexicana, de la pareja, de la inocencia, del mundo occidental...

Filmo sobre las cosas que pienso, porque hay gente que cree que las películas deben ser algo codificado y tener cierta forma, una estructura, una manera de presentar personajes o conflictos, pero yo no pienso que el cine deba ser eso.

Mientras el realizador se reclina en el sillón, ocho helicópteros surcan el cielo. El autor de Japón agrega: “Me interesa romper con lo que se piensa que debe ser una película. Hay gente que cree que Post tenebras lux no habla de nada, que sólo es una película de una persona incapaz de transmitir ideas. Me sorprende que cuando no se tiene historia, la sobreinterpretación que hacen es tremenda”.

Muchas ideas sobre la vida en México

Carlos Reygadas se percibe tranquilo y menciona: “Post tenebras lux responde básicamente a mi vivencia; pasaron tres años y medio desde que estrené Luz silenciosa; en este tiempo me pasaron muchas cosas: tuve hijos, formé una familia, construí la casa donde vivo y un montón de cosas con mis manos, proceso que disfruté mucho. Entonces, cuando uno vive siente y cuando uno siente piensa, y cuando siente y piensa concluye ciertas cosas, y tuve ganas de poner todas esas cosas en esta nueva cinta.

En la película hay de manera clara una trama; no comprendo por qué no la entienden; además de eso hay un montón de ideas sobre la vida en México, con dos cosmogonías distintas. Hay ideas sobre el fin de la inocencia, la insatisfacción del hombre occidental y la familia.

El director de Batalla en el cielo dijo: Para mí la creación es un Aleph personal. En este caso el mío, que pongo para los demás, finalmente se logra materializar en un objeto que es una película, que puedo dar y que sólo se tienen que apretar una serie de botones para dar parte de mí. Eso es lo bonito de la creación: finalmente, das tu personalidad y ésta es lo que eres, lo que piensas, lo que sientes y tus valores. La contradicción es síntoma de reflexión. El propósito de la vida es ser coherente en lo profundo, en el análisis, en los sentimientos.

Carlos Reygadas toma una botella de agua y la aprieta para luego mencionar: creativamente “me siento feliz de sacar y dar una parte importante mía a través de la creación; de repente se puede ser menos o más creativo, pero lo más importante es que nunca he llegado a repetirme, siento que tengo las herramientas para mantener buena comunicación con los demás... En realidad cada película que he hecho responde a un momento de mi vida, a una etapa de mi vida. Cuando hice Japón tenía 28 años. Es una película de cuestiones más filosóficas de un adolescente, sobre la existencia... Por otro lado, el uso de las herramientas va mejorando: si a diario usas un martillo, cada vez te das menos en el dedo y más en el clavo. En este sentido sí siento que utilizo las herramientas con más facilidad y de forma más adecuada para mí mismo”.

Foto
Carlos Reygadas, al fondo, en una de las locaciones de su largometraje

Reygadas suelta la botella de agua y la pone sobre la mesa. Afirma: Para mí la creación es una cuestión de honestidad. Siempre me han calificado de provocador, payaso, sinvergüenza y ese tipo de cosas, pero en realidad eso se debe a que no quiero hacer las cosas como se supone que se tienen que ser, sino como las siento. Por eso hablo de honestidad. Me han dicho que abordó el sexo de manera muy descarnada y radical. Para nada: lo que pasa es que estamos acostumbrados a hablar de sexo con velos. Yo no los pongo, simplemente hablo del sexo igual que si lo hiciera de un tipo que está desayunando, de la amistad o de la muerte. Si una pareja tiene relaciones sexuales, no quiero que la sábana cubra el pecho a la mujer, porque en la vida real no ocurre así. Hacer que se cubra el pecho es poner un velo. Hablo de las cosas como las percibo, como creo que son.

Voz creativa

Reygadas precisa: “La voz creativa aparece cuando estoy trabajando, cuando siento que la cámara tiene que ir en cierto lugar y determinada posición, y en ese momento sé que no puede ser de otra forma. Hay veces que me trabo y no sé que sigue; tengo que esperar a sentir el momento para continuar, es algo intuitivo. Hay mucha gente que quiere un libro de instrucciones, que le diga qué hacer. Yo sé lo que me gusta hacer cuando filmo. Para mí la razón va detrás de la intuición, ambas se complementan; cuando la intuición es profunda la razón la acompaña. No soy un posmodernista ni un relativista que dice: ‘una taza es un elefante’. Cuando he intuido algo y siento que está bien, siempre que he volteado encuentro la razón detrás”.

El cineasta hace una pausa, vuelve a tomar la botella de agua, ahora de manera suave, y continúa: No recomendaría ir a ver mi cinta, porque no soy comerciante y no creo que la película tenga que ir a la gente, sino ésta a la película. El que quiera ir a verla que vaya y el que no quiera no. Cuando me dicen por qué tiene la gente que ir a ver tu película, les digo que no se van a perder absolutamente de nada si no la ven; al que le interese irá a verla y encontrará algo. Pero no soy un comerciante.