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Hoy, conferencia magistral de Stefan Droessler en el CCU

Por medio del 3D, EU quiere controlar el cine en el mundo

La técnica se presenta como novedad, pero se usa desde los años 50

 
Periódico La Jornada
Jueves 8 de noviembre de 2012, p. a11

Por medio de la difusión e impulso del cine en 3D, productores de Estados Unidos pretenden controlar esta industria en el mundo, advirtió Stefan Droessler, director del Museo de Cine de Munich, quien hoy impartirá una conferencia magistral sobre la historia del cine en tercera dimensión, en la sala Julio Bracho del Centro Cultural Universitario (CCU) de la UNAM, a las 17 horas.

Así, el investigador alemán participará en una sesión extraordinaria de la cátedra Ingmar Bergman en cine y teatro, con la proyección de clips de películas desde 1900 hasta la actualidad para explicar la tecnología, ilustrar el desarrollo y discutir el futuro del 3D en el cine contemporáneo.

Invitado por el Instituto Goe-the de México, la Filmoteca de la UNAM y el Instituto Mexicano de Cinematografía, Droessler explicará la evolución de técnicas y sistemas de 3D como el Hollywood Dual en 35 mm, el Stereokino ruso de 70 mm, el Stereovision y el Spacevision, además de los sistemas digitales.

Meliès, Lumiére et al

La investigación sobre la tercera dimensión ha estado presente a lo largo de la historia del cine. Georges Meliès, Max Skladanowsky y numerosos experimentos rusos, húngaros y británicos ejemplifican una secuela de búsquedas y afanes por hacer aún más impresionante y sensorial el efecto de la pantalla.

Pocos saben que los pioneros del cine experimentaron con 3D: Auguste y Louis Lumière aplicaron la fotografía 3D, Georges Méliès inventó una plataforma sincronizada de doble cámara, Max Skladanowsky construyó un proyector doble. La primera cinta en 3D fue una adaptación rusa de Robinson Crusoe en 1947, que Sergei Eisenstein celebró como el futuro de la cinematografía.

Motivado por el éxito de proyecciones en 3D durante el Festival de Gran Bretaña de 1951, en Londres, Hollywood utilizó la tecnología 3D de dos cintas en 50 largometrajes y 30 cortometrajes entre 1953 y 1954.

En la actualidad, la mayoría de estas películas están en el olvido. La tecnología de una cinta introdujo una nueva ola de filmes en 3D de 1981 a 1983 que no sólo se concentró en el cine estadunidense, sino también se realizó en Asia: se produjeron trabajos en 3D en India, Japón, Hong Kong, Corea y China.

Foto
El investigador alemán y director del Museo de Cine de Munich, en entrevista con este diarioFoto Jesús Villaseca

Stefan Droessler nació en 1961. Desde 1977 ha sido director de varios cineclubes, festivales y seminarios de cine. De 1986 a 1998 fundó y dirigió la Kinemathek Bonner y desde 1999 dirige el Museo de Cine de Munich. Ha publicado varios libros y artículos en la materia de historia y técnicas.

Precisó que le molesta mucho cada vez que se presenta la llegada del cine en 3D como algo nuevo, de una nueva época, “porque realmente es algo que se está haciendo desde hace varias décadas, específicamente desde los años 50. Cada vez se anuncia con estridencia la llegada del 3D como novedad permanente.

“Al hacer una investigación me di cuenta de que la trayectoria del cine en 3D era tan antigua como la historia de este arte, pues hay experimentos desde un principio. Lo que se suspendió fue la investigación durante los primeros 30 años del siglo XX, debido a que el cine por sí mismo creaba una ilusión por el espacio para complacer a los espectadores de la época. Luego de ese lapso continuó la investigación, en temas como el efecto óptico en 3D. Los experimentos se dieron en la URSS y en Francia.

En años recientes se anunció en los estudios estadunidenses, en Hollywood, que el futuro de nuevo había llegado a través del cine en 3D, pero en realidad estamos en el pico de una curva en la que el cine digital se anuncia como si fuera lo más acabado. No sólo eso, sino que se anuncia que todo el cine se convertirá en 3D, pero eso no es verdad.

–¿Los estadunidenses mienten al mundo?

–Quizás ellos lo creen y están convencidos de lo que están diciendo, pero en los hechos están digitalizando todo el cine y están gastando mucho dinero en este proceso sin hacer copias. Están haciendo discos duros para tener mayor control de las películas, al no hacer copias. Una cinta no llegará a un archivo fílmico porque para poder abrir el disco duro se necesitará una llave que tendrán ellos, los estadunidenses.

Tampoco quieren invertir en salas para exhibir películas, salvo las taquilleras. Hoy la pregunta es si los productores invertirán en lo digital y en el 3D. Lo que está en juego es el control del cine y están en condiciones de lograrlo. No todo el cine se transformará en 3D; esto es una ilusión, concluye Droessler.