El presidente electo Enrique Peña Nieto no pretende conformar una nueva política cultural para el país, sino fortalecer mecanismos de apoyo para que la ya existente se siga dando en un ámbito de libertad, pero con visión de futuro en el transcurso del siglo XXI, utilizando las nuevas herramientas tecnológicas, para que el mayor número de mexicanos reciba los beneficios del arte y la cultura.

Así lo explicó a La Jornada María Cristina García Cepeda, coordinadora de cultura del equipo de transición del presidente electo, al detallar algunos pormenores de la reunión que el político sostuvo el lunes con ocho personas que son autoridad en varios campos del arte, la ciencia y la cultura.

Se trata, añadió, de la primera de varias reuniones que Peña Nieto sostendrá con quienes tengan que aportar a esos ámbitos de la vida nacional.

Desde hace un par de semanas, luego de conocerse la designación de García Cepeda como coordinadora de cultura en su equipo, trascendió que se intentaba concretar un encuentro con integrantes de la comunidad cultural. Las agendas de unos y otros no coincidían, algunos pocos confirmaban, otros directamente no aceptaban.

De noche y sin convocar a la prensa

Por fin, la noche del 5 de noviembre, sin convocatoria a la prensa, sólo con el anuncio de que se emitiría un comunicado más tarde, Peña Nieto se reunió con quienes fueron convencidos para tal cita: Jaime Labastida, director de la Academia Mexicana de la Lengua (AML); el historiador Miguel León-Portilla; el ex presidente del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes Rafael Tovar y de Teresa; la directora general de ConArte, Lucina Jiménez López; el presidente de la Academia Mexicana de Ciencias Cinematográficas, Jorge Sánchez Sosa; el compositor Mario Lavista; la astrónoma Julieta Fierro, y el arquéologo Eduardo Matos Moctezuma.

Por parte de Peña Nieto, estuvieron presentes Aurelio Nuño, coordinador de educación en su equipo de transición; García Cepeda, y David López Gutiérrez, coordinador de Comunicación Social.

“Fue una reunión cercana, cálida –reiteró García Cepeda–, se invitó a personas que son autoridad en cada uno de sus campos. Ellos se expresaron con gran libertad en los temas de su competencia. El presidente electo fue muy receptivo, los invitó a involucrarse para ir perfilando y fortaleciendo los mecanismos existentes en materia cultural, para mejorar lo que tenga que ser perfectible.

Existe todo el interés por hacer más reuniones, y una más amplia, pero debemos entender que las agendas de todos son muy complicadas, surgen urgencias, añadió la ex coordinadora ejecutiva del Auditorio Nacional.

Confirmó que fue ella, con el equipo de transición, quienes decidieron a quiénes invitar a este primer encuentro: premios nacionales y/o integrantes de El Colegio Nacional. Además, señaló que ella ya se ha reunido con 20 directores de área del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes para escuchar las experiencias y perfilar las políticas públicas en el tema de cultura. He escuchado cuáles consideran que son las fortalezas y debilidades de las instituciones, hay personas muy comprometidas con las tareas que están desarrollando.

Integrar sus diversas propuestas culturales al Plan Nacional de Desarrollo del próximo sexenio y al Presupuesto de Egresos de la Federación de 2013 son dos de los compromisos que Peña Nieto hizo ante los ocho intelectuales que acudieron el lunes a la reunión privada, informaron algunos de los invitados.

Diversidad de temas

Miguel León-Portilla planteó a Enrique Peña Nieto la urgencia de reconocer la personalidad jurídica de los pueblos indígenas en México, por lo cual le solicitó que en cuanto asuma el poder, el primero de diciembre, envíe al Congreso una iniciativa de ley al respecto.

“En el artículo 2º de la Constitución, reformado en 1992, se dice que México tiene como raíz más honda a los pueblos indígenas. Ellos tienen el derecho de ser escuchados y el gobierno la obligación de escucharlos, pero no tienen personalidad, entonces, ¿cómo pedir ser escuchados si legalmente no existen?

Los indios no tienen personalidad, la tuvieron durante la Colonia y la perdieron en la Independencia, y cada vez es más terrible. Están desamparados, siguen siendo objetos de desprecio e ignorancia. Hay gente que quisiera que se acabaran.

Otro de los temas abordados por León-Portilla fue cómo el gobierno de México, por lo general, ha asumido una actitud tontamente paternalista hacia los pueblos originarios, ante lo cual expresó: ya es tiempo de que se les reconozca como lo que son, capaces de abrirse camino en la vida.

El autor de Visión de los vencidos manifestó la necesidad de fomentar y apoyar la creación de empresas indígenas comunitarias, y de reconocer a las lenguas originarias como oficiales.

Lo que propongo no es nuevo ni quimérico, y al parecer el presidente electo se interesó en los planteamientos. Dijo que una vez que asuma el cargo nos citará para ponernos al tanto de lo expuesto, concluyó León-Portilla, quien anoche recibió la Medalla Anáhuac en Humanidades, otorgada por la Universidad Anáhuac.

De acuerdo con Jaime Labastida, Peña Nieto se mostró “muy receptivo y abierto a todo lo que planteamos. Al final dijo que había una enorme diversidad de temas, muchos de los cuales reconoció que los planteaban expertos y que él declaraba no conocer lo suficiente, pero que nos escuchaba con toda atención. Dijo haber aprendido mucho.

Uno de los invitados comenzó su intervención diciéndole que no había votado por él. Peña Nieto le agradeció a esa persona que a pesar de ello se pudiera establecer un diálogo. Dijo que quería gobernar no sólo para los que habían votado por él, sino para todos los mexicanos, que estaba abierto para dialogar con todos.

En entrevista con La Jornada, Labastida detalló que le parecía relevante que Peña Nieto propusiera “que precisáramos todas las propuestas que le habíamos presentado y por conducto de García Cepeda éstas se pudieran integrar al Presupuesto de Egresos del próximo año, incluso dijo que se podían integrar al Plan Nacional de Desarrollo.

Afirmó que le interesa muchísimo abatir los índices de inseguridad, de pobreza, generar crecimiento productivo, una educación de calidad y mejorar el bienestar de los mexicanos. Esos son los puntos fundamentales que se propone realizar en su gobierno, según nos dijo en la reunión.

El director de la AML agregó que León-Portilla planteó la defensa de los pueblos indígenas y sus lenguas, así como la de las culturas populares; mientras Lavista planteó la necesidad de incrementar la educación artística desde al jardín de niños hasta la secundaria, no para convertir a los niños en artistas, sino para que tengan el gusto por el arte.

Añadió que Matos Moctezuma habló de la importancia de la preservación y desarrollo de nuestro patrimonio cultural, desde la época mesoamericana hasta el momento actual; Rafael Tovar expuso los vínculos culturales de México con otros países; Julieta Fierro presentó la idea de crear el instituto nacional de la felicidad, para reconocer qué satisfactores, además de económicos, se requieren para que los mexicanos se desarrollen adecuadamente, y Jorge Sánchez Sosa se refirió al apoyo de la industria cinematográfica.

A través de su cuenta de Facebook, Lucina Jiménez comentó: “Fue una excelente reunión, efectivamente de escucha de ida y vuelta. Pocos rituales de formalidad, mucho respeto y sinceridad de todos. Fue importante no sólo por el nivel de los asistentes, sino porque fue un ejercicio genuino de escucha. Yo hablé de lo que me pidieron que hablara: industrias creativas e inversión privada.

“Cuando Enrique Peña Nieto, como presidente electo, señaló la necesidad de contar con un consenso más amplio, más incluyente, que lograra sintetizar objetivos y acciones concretas, señalé que era mi responsabilidad expresar que llevamos más de un año trabajando en la creación de ese consenso y entregué nuevamente un desglose adicional de los 10 puntos sobre política cultural (http://10compromisospoliticacultural.blogspot.mx)”. Enrique Peña Nieto, comentó Lucina Jiménez, “insistió en que debe haber un consenso nacional respecto de la política cultural y esos 10 puntos representan ese consenso.

Dimos un paso fundamental, pero necesitamos insistir en ese consenso. Promuevan los 10 puntos en las redes sociales. Hoy es más importante que nunca, porque no hay mucho tiempo, apuntó Jiménez en referencia a poder incluirlos en el Plan Nacional de Desarrollo.

Las propuestas a las que se refiere Jiménez fueron entregadas en junio a los cuatro candidatos a la Presidencia y se pueden consultar en el blog: http://10compromisospoliticacultural.blogspot.mx.

Vía telefónica, Rafael Tovar y de Teresa comentó a este diario que fue una espléndida reunión, donde hubo una total apertura para oír los más diversos plateamientos en torno a la vida cultural mexicana.

Jaime Labastida recalcó que él no acudió a la cita para representar al sector cultural del país: No represento a nadie, soy el director de la Academia Mexicana de la Lengua y fui invitado a título personal, como creo que fue el caso de todos.

Por su parte, Julieta Fierro detalló a La Jornada: “Me agradó que Enrique Peña Nieto nos recibiera a unos días de realizar la toma de gobierno; eso fue una declaración de que la cultura le importa. Desde mi punto de vista la cultura civiliza y lo que queremos los mexicanos es vivir en un país civilizado. Me gustó que el presidente electo no se veía cansado y agobiado, estuvo muy atento y eso fue muy importante, que un presidente joven y fuerte quiera enfrentar los problemas nacionales.

Me tocó hablar de la tecnología al servicio de la cultura y en mi opinión, como cualquier herramienta, la tecnología se puede usar mal o bien, depende de los contenidos. Mi propuesta fue la creación de un instituto nacional de la felicidad, porque si algo sabemos hacer los mexicanos es ser felices. Los ingredientes para la felicidad son: el prestigio, la familia, los amigos, el altruismo y la cultura.