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Eyaculación precoz, mal de la mayoría de los hombres
 
Periódico La Jornada
Sábado 3 de noviembre de 2012, p. 2

Guadalajara, Jal., 2 de noviembre. El urólogo Jorge Alvarado Pelayo, del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en Jalisco, afirmó que la eyaculación precoz afecta a la mayor parte de la población masculina y en casi todos los casos, su origen es sicológico y emocional.

El especialista del Hospital General Regional 110 del IMSS en Jalisco, subrayó que la solución en la mayoría de los casos está en un tratamiento médico-sicológico de tres meses. Hay veces que es necesaria la circuncisión o corregir defectos anatómicos, dijo.

Indicó que en esta área médica se atienden por mes alrededor de 20 pacientes con este problema y la mayor recurrencia se ubica en hombres de entre 18 a 45 años de edad.

En 90 por ciento de los casos, el origen de la eyaculación precoz es de tipo sicológico y emocional, insistió.

Explicó que el paciente puede tener conflictos con su pareja, estar sometido a mucho estrés, haber pasado por una mala situación en su infancia o haber recibido una inadecuada educación sexual.

Acarrea otras disfunciones

Manifestó que son mínimos los casos en que la eyaculación precoz puede asociarse a causas físicas, excepto por algunos varones que presentan el problema, derivado de la falta de circuncisión o por alteraciones anatómicas del pene.

Alvarado Pelayo precisó que se considera una disfunción sexual cuando el varón eyacula al inicio de la relación sexual, es decir, en la llamada etapa preliminar o bien inmediatamente después del coito. Concretamente, cuando la eyaculación se presenta a los dos minutos de la penetración.

Aclaró que esto pudiera ocurrir alguna vez en la vida, no obstante, si la situación se presenta con frecuencia se recomienda acudir con el urólogo.

Aseguró que de no brindarse tratamiento oportuno y adecuado, este trastorno puede ser antesala a otras disfunciones sexuales, como problemas de erección, dado que el primero causa estragos en la autoestima y la seguridad del varón para sostener el acto sexual.