Espectáculos
Ver día anteriorMiércoles 31 de octubre de 2012Ver día siguienteEdiciones anteriores
Servicio Sindicado RSS
Dixio

El sonido multirracial de la banda angelina se apoderó el lunes del Faro de Oriente

Más que la música, fue la voluntad lo que nos sacó de las drogas: Ozomatli

En el Conalep de Santa Marta Acatitla dio una plática del programa Con acción no hay adicción, como embajadora cultural del gobierno de EU

El grupo activista actuó para unas 300 personas con el mismo ánimo y calidad como si lo hubiera hecho para unas 15 mil

Volverá a tocar en diciembre

Foto
La banda interactuó con el público para rematar su presentación con 10 minutos de percusiones, tal batucada callejeraFoto Jesús Villaseca
 
Periódico La Jornada
Miércoles 31 de octubre de 2012, p. 9

El ágape contestatario multicultural del combo californiano Ozomatli se hizo presente la tarde de ayer en el centro cultural Faro de Oriente, donde unos cuantos privilegiados conocieron la magia de la creación sonora multirracial de esta agrupación surgida en Los Ángeles, California.

En el coloquialmente llamado San Lunes, la banda Ozomatli, ganadora de premios Grammys, adulada por Carlos Santana (con quien realizaron un gira global) como el futuro de la música, y la cual se ha destacado desde hace 18 años por ser uno de los grupos más activistas en lo político y social, ofreció un concierto con ritmos tan variados como hip hop, cumbia, dancehall, funk, samba, raggae jamaicano, así como el raga indio.

Fue hora y media de potencia sonora, que hiló el vestido de amor a primera vista con su público del oriente de la urbe, que aplaudió hasta el cansancio. Incluso, al final del concierto y a nivel de piso, la banda interactuó con el público para rematar su presentación con 10 minutos de percusiones, tal batucada callejera, en los que se escucharon la popular Tequila y el clásico coro: oe oe oe oe oe

Sui generis presentación para una banda con nombre de deidad mexica (un mono que representa a la festividad y al baile) importante en el plano internacional, que demostró su profesionalismo al actuar para unas 300 personas como si lo hiciera para unas 15 mil, algo que ya hizo en México en el Festival Vive Latino.

Propuesta social

Este grupo –que sólo pudo haberse creado en una ciudad tan multirracial como Los Ángeles, ha dicho Ulises Bella, saxofonista, clarinetista y voz– vino a México debido a que sus miembros son embajadores culturales del Departamento de Estado estadunidense, quizás una ironía para quienes han sido críticos radicales de ese gobierno, que ha apoyado sus giras con ese nombramiento por África, Asia, Medio Oriente y Latinoamérica. Promueven la cultura diplomática oficial de ese país como hicieron Duke Ellington y Louis Armstrong.

Los integrantes, politizados, de Ozomatli traen bajo el brazo el programa Con acción no hay adicción, propuesta creada por el promotor Julio Rivarola (de Music Frontiers) y apoyada por la embajada de Estados Unidos, que incluye charlas para promover el no consumo de drogas. Los miembros de la banda, algunos ex adictos, ofrecieron una antes del concierto. El lunes por la mañana lo hicieron en el Conalep 5 de Iztapalapa, localizado en Santa Marta Acatitla, zona socialmente abandonada.

Ozomatli ya ha visitado con el mismo propósito lugares como Túnez, Jordania y Nepal, donde ha asistido a centros de artes, campamentos de refugiados, clínicas de enfermos de sida y de rehabilitación, así como lugares de situación de pobreza de América Latina, como en Brasil y Argentina. Hace dos años llegaron a una llamada villa miseria, ciudad perdida de Buenos Aires donde miles de personas viven hacinadas en un predio pequeño. Allí dio un concierto.

Este vez le tocó al Conalep, donde un estudiante, de los más de 500 reunidos en el lugar, preguntó a Ulises Bella y a Asdru Sierra, trompetista y primera voz: ¿Cómo escogieron a la música como salvación?

Los músicos respondieron: Es importante buscar algo que tenga qué ver con la creatividad, como el arte, pero no sólo es eso. Más bien es la intención de querer salir; es decir, de buscar ayuda profesional, acercarse a la gente especializada. Eso, en nuestro caso, fue lo importante para salir, más que la música. Siempre habrá alguien que incluso de manera gratuita pueda ayudarte.

En tono de desmadre, los músicos preguntaban a los alumnos si conocían a algún consumidor o si ellos mismos lo eran. A mí me ayudó Alcohólicos Anónimos, pero no es difícil encontrar otros centros, a los que deben asistir cuando reflexionen, cuando lleguen hasta el suelo. En mi caso, por la adicción no llegue a pedir dinero en la calle, pero sí perdí gente y oportunidades, por lo que tomé el valor de pedir ayuda, dijo Ulises Bella, quien insistía que la banda no estaba aquí para decirles que está bien o qué está mal, sino sólo para ofrecer su consejo. Dijo: “Sabemos que, como el sexo, es duro hablar de estos temas en público, pero es importante porque con las adicciones no hay futuro. Están en una etapa de su vida que cualquier decisión les afectará; las adicciones les harán perder todo.

Invitaron a los asistentes a que se dieran una vuelta cerca del plantel, a unos metros, que fueran al Faro de Oriente, donde los músicos hicieron lo suyo: una fiesta musical, que, alrededor de las seis de la tarde arrancó con una pieza exaltadora: La gallina, que sorprendió al público que no conocía sus rolas, aunque poco hizo falta, debido a la ejecución magistral de todos los miembros de la banda: Wil–Dog Abres (bajo, voz y percusiones), Raúl Pacheco (guitarra y primera voz), Justin Porée (timbales, voz y agitador musical), Jiro Yamaguchi (percusiones) y Mario Calire (batería).

“¡Suelta la gallina! Levántate/ levántate/ suelta la gallina y libérate, con Ozomatli todo se puede hacer…” Y la gente comenzó a bailar. Luego llegó un funk sabroso: Saturday Night.

Fue un racimo continuo de piezas de los diversos géneros del variado repertorio del grupo, como Cumbia de los muertos, Cómo ves, Mi gente, e incluso I Just Cant Get Enough cover de Depeche Mode–, que hicieron el deleite de todos los faristas que, ahora cautivos, seguro llegarán a El Plaza Condesa el próximo 13 de diciembre, donde, como lo anunciaron los músicos, ofrecerán otro concierto.