Beirut, 25 de octubre. La Organización de Naciones Unidas (ONU) declaró que el mundo está mirando para asegurarse de que el gobierno y la oposición armada de Siria respeten el cese del fuego que deberá comenzar este viernes, y que fue aceptado hoy por las partes enfrentadas, si bien se reservaron el derecho a responder si son atacados.

Los opositores manifestaron su acatatamiento a la tregua propuesta por el mediador Lakhdar Brahimi durante la fiesta musulmana del Aid Adha, pero aseguraron que si el ejército regular dispara aunque sea una bala, responderán con cien. Además, el opositor Ejército Sirio Libre exigió a Damasco que libere a todos los disidentes detenidos para el viernes.

El ejército sirio dio también su acuerdo formal a la tregua de cuatro días y se reservó igualmente un derecho de respuesta en caso de disparos de los combatientes contra los civiles, las fuerzas armadas o de ataque a los bienes públicos y privados, indicó la televisión oficial.

La ONU espera de todo corazón que la tregua se cumpla, para que los trabajadores humanitarios puedan ayudar a la población civil afectada, señaló Martin Nesirky, vocero del secretario general del organismo, Ban Ki-moon.

Un intento de alto el fuego en la violencia desatada desde marzo de 2011, cuando comenzó el movimiento contra el gobierno del presidente Bashar Assad, se registró el 12 de abril pasado por iniciativa de Kofi Annan, pero quedó en el papel en apenas unas horas.

Tanto Estados Unidos, que pide la salida de Assad, como Irán, que apoya a Damasco, saludaron la medida. Rusia consideró que la tregua abre la posibilidad de una solución política al conflicto.

En la víspera del cese del fuego, la oposición armada extendió su presencia a dos distritos de Alepo, y unos 200 kilómetros de esa ciudad se apoderaron de un puesto del ejército regular en Raqa, donde mataron a tres soldados, dijo desde Londres el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH).

En Damasco el ejército bombardeó Harasta y sus alrededores, mientras otros combates se desarrollaban en el sur.

Sobre la violencia, la magistrada suiza Carla del Ponte, que forma parte de una comisión investigadora de la ONU sobre violación de los derechos humanos en Siria, sostuvo en Ginebra que en ese país ha habido crímenes de lesa humanidad y crímenes de guerra.

La comisión intenta conseguir un permiso de Assad para ingresar al país e investigar atrocidades cometidas tanto por el gobierno como por los rebeldes, e identificar a los responsables.