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La vida precoz y breve de Sabina Rivas se estrenó en la semana de cine de Valladolid

La violencia en México ha causado anestesia social, advierte Mandoki

El país se volvió una Colombia, si no es que algo peor

Creo que la película puede poner un rostro al tema de migración, que sólo ha sido cifras estadísticas, señala

Califica de sana la decisión de Andrés Manuel López Obrador de separarse de los partidos de la izquierda mexicana

Foto
Luis Mandoki y Abraham Zabludovsky durante la filmaciónFoto cortesía Toledo Churchill
 
Periódico La Jornada
Viernes 26 de octubre de 2012, p. 8

Valladolid, España, 25 de octubre. Corrupción policial, narcotráfico, prostitución y maras, son los peligros que acechan a los migrantes centroamericanos que intentan cruzar a México para llegar hasta Estados Unidos y que el cineasta Luis Mandoki refleja en La vida precoz y breve de Sabina Rivas, estrenada hoy en la Semana Internacional de Cine de Valladolid (Seminci).

El proyecto llegó a manos del director de Vidas inocentes por medio del productor Abraham Zabludovsky, que se empeñó en llevar a la gran pantalla La mara, libro del fallecido escritor y periodista Rafael Ramírez Heredia.

Abraham tenía un compromiso de que (la película) se iba a hacer y de la manera correcta, explicó Mandoki, y el productor vio en él a la persona idónea para el proyecto, tanto por su compromiso con la lucha contra la injusticia como por su capacidad para trabajar con grandes mecanismos de producción, tras su experiencia en Hollywood.

La vida precoz y breve de Sabina Rivas refleja los intentos de una joven hondureña por salir del prostíbulo de un pueblo guatemalteco de la frontera con México. A su alrededor, la corrupción de la policía y las maras siembran un ambiente de violencia y desesperación, el mismo que pudo experimentar el equipo de la película al rodar en la zona.

Allí te enfrentas a una realidad abrumadora. Es desgarrador; se siente todo el tiempo el peligro, la violencia, explicó el realizador.

Por la Espiga de Oro

Mandoki, quien compite por la Espiga de Oro en la sección oficial de la Seminci, expresó la conmoción y fuerte impacto que sintió al leer el libro. De hecho, le pareció imposible adaptarlo al cine. Sin embargo, el productor insistió y la maquinaria de guión se puso en marcha para tejer la historia de la hondureña Sabina Rivas (Greisy Mena) y sus desesperados intentos por escapar del prostíbulo y cruzar a México, puerta a Estados Unidos.

“Sentimos que el personaje de Sabina Rivas era el alma de esta historia, porque era el símbolo del personaje migratorio: indefenso, inocente, que simplemente quiere una vida mejor.

Del tema se sabe, pero al mismo tiempo se ve como cifras estadísticas. Creo que la película puede lograr ponerle un rostro. Hace dos años descubrieron 72 migrantes muertos en Tamaulipas. Es una noticia que te debería estrujar y (hacer) tomar acción, sobre todo las autoridades. Y, sin embargo, no pasa nada, dijo el realizador.

Más allá de la situación de los migrantes centroamericanos, considera que la violencia que se vive en el país provocó una especie de cinismo entre la población. “La gente se acostumbra; es como una especie de anestesia social, en la que ya no sientes nada.

Hace dos o tres décadas veíamos en Colombia esa guerra contra el narcotráfico, en la que constantemente había muertos y violencia, y lo veíamos en la distancia. Ahora México se volvió Colombia, si no es que algo peor.

¿Y qué le parece al cineasta la lucha contra la violencia y el narcotráfico adoptada por el presidente saliente, Felipe Calderón?, se le preguntó.

“No es la estrategia adecuada. La guerra contra el narcotráfico es algo que tienes que tratar con inteligencia, con infiltración, con estrategia, y yo no veo estrategia. Veo simplemente un intento por legitimar una situación de un presidente que llegó al poder sin legitimidad”, opinó Mandoki, quien tras las elecciones de 2006 realizó un documental sobre las acusaciones de fraude del candidato presidencial de izquierda, Andrés Manuel López Obrador.

“Al poco tiempo (Calderón) se dio cuenta de que (la lucha contra el narcotráfico) era una guerra perdida y no sé por qué razón decidió continuar con ella a pesar del costo humano.”

Del presidente electo, Enrique Peña Nieto, espera un cambio de estrategia, que se saque al Ejército de las calles. Sin embargo, no se ha dicho nada al respecto, apuntó el cineasta, para quien también en las recientes elecciones presidenciales hubo fraude.

Genera una sensación de impotencia, de que las cosas no cambien, dijo Mandoki respecto de la decisión de los tribunales de validar la victoria de Peña Nieto. Y, sin embargo, creo que los cambios grandes no suceden de la noche a la mañana.

Por eso califica de sana la decisión de López Obrador de separarse de los partidos de izquierda con los que concurrió en las pasadas elecciones a las urnas. Creo que es la posibilidad de limpiar un poco la lucha de la izquierda mexicana.

Y también le parecen esperanzadoras iniciativas como la del poeta mexicano Javier Sicilia y sus caravanas por la paz, con las que intentó sensibilizar al país respecto de la violencia que lo sacude.

“Si surgen muchos Sicilias podría generar una masa crítica de presión, que fuerce a las autoridades a tomar una decisión, señaló.

Para Mandoki, el final de la espiral de narcotráfico y la violencia en México depende de que haya voluntad política. En Colombia la hubo, hubo una decisión política; en México todavía no veo esa decisión.

El proceso de financiamiento de la cinta, que llegará a los cines mexicanos el 9 de noviembre próximo, fue largo y difícil, según reconoció Abraham Zabludovsky. Y no precisamente de las instituciones públicas, que no pusieron problemas a la hora de destinar fondos ni intentaron censurar a Mandoki por su cercanía al opositor Andrés Manuel López Obrador. Fue a la hora de recaudar fondos entre el sector privado cuando se encontraron con problemas. Era una película dura. No se veía como una película con posibilidades comerciales, apuntó Mandoki a su vez.

Difícil encontrar a la protagonista

Tampoco resultó fácil encontrar a la protagonista, la actriz venezolana Greisy Mena. Tras innumerables horas de casting, fue la esposa de Mandoki quien dio con ella en Internet, en un intento por ayudar a su marido. Me conmovió y la buscamos, explicó el cineasta.

En cuanto a su futuro personal, a sus 58 años el director mexicano no descarta volver a trabajar en Hollywood. Es posible que vuelva a filmar allá; lo que me importa es qué proyectos y dónde me dejarán hacerlos.

El Día de México que hoy acoge la Seminci arrancó con La vida precoz y breve de Sabina Rivas, pero exhibirá los trabajos mexicanos que compiten en otras secciones, como Cuates de Australia, documental de Everardo González que se presenta en Tiempo de Historia, o La Cebra, de Fernando J. Reón R., y Fecha de caducidad, de Kenya Márquez, que acuden al apartado Punto de Encuentro.

Mandoki y Kenya Márquez participarán también en la mesa redonda El cine mexicano de entre siglos, junto al presidente del jurado de la sección oficial, el también director mexicano Jorge Fons, como parte del ciclo dedicado este año por la Seminci a la producción del país latinoamericano.