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Insisten países en desarrollo en asignar cuotas y número de votos en el organismo

La crisis financiera mundial descarriló la agenda de reformas del FMI: Ortiz
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Periódico La Jornada
Lunes 15 de octubre de 2012, p. 29

Tokio, 14 de octubre. La crisis financiera internacional descarriló la agenda de reforma del Fondo Monetario Internacional (FMI), con la que se busca dar una mayor representatividad de los países en desarrollo en los órganos de decisión del organismo, consideró Guillermo Ortiz Martínez, presidente del consejo de administración del Grupo Financiero Banorte Ixe.

La reforma del sistema financiero internacional y de los organismos multilaterales ha pasado a un segundo plano por la crisis, expresó Ortiz Martínez, después de coordinar una de las últimas actividades de la asamblea anual del FMI y el Banco Mundial, que se realizó en la capital japonesa.

En la reunión anual de ambos organismos financieros internacionales, los países en desarrollo insistieron nuevamente en la reforma, en la asignación de las cuotas en el capital, y por tanto en el número de votos con que cada miembro cuenta en el órgano de decisión, tema que quedó pendiente para la próxima cita.

Se espera que los acuerdos de revisión de las cuotas de participación de los países en el FMI, que deben comenzar a concretarse a partir del próximo año, según el cronograma fijado oficialmente, resulten en un incremento de la cuota correspondiente a las naciones con economías más dinámicas para reflejar la posición que han ido ganando en la economía mundial, comentó aquí Guido Mantega, ministro de finanzas de Brasil.

Decisiones concentradas

Los mecanismos de decisión en el FMI están dominados por Estados Unidos, que controla 16.7 por ciento de los votos en el directorio ejecutivo del Fondo, órgano que conduce los asuntos del organismo. Los votos de Estados Unidos, Japón, Alemania, Francia y Reino Unido suman 37.39 por ciento del total en el directorio, lo que en la práctica los vuelve dominantes en la toma de decisiones, situación que varios países, como China, Brasil, Rusia, India y Sudáfrica, los llamados BRICs, consideran que no refleja la situación actual de la economía mundial.

México también ha pedido un realineamiento de las cuotas y, en una revisión reciente, recibió mayor participación. Para cambiar la estructura de cuotas se requiere al menos 85 por ciento de los votos.

Los países en desarrollo aportaron en los últimos años la mitad del crecimiento de la economía mundial, dijo el sábado pasado Jim Yong Kim, presidente del Banco Mundial.

El proceso de restructuración de las cuotas es lento. Desafortunadamente la crisis financiera descarriló la agenda que tenía, por ejemplo, el Grupo de los 20 durante la presidencia francesa del año pasado, que consideraba reformas al sistema financiero internacional y daba continuidad también a las reformas del FMI, consideró Guillermo Ortiz.

La reforma planteada en la estructura de gobierno del FMI tenía que ver con la representatividad de los países y el monto de asignación de las cuotas, explicó Ortiz Martinez, ex gobernador del Banco de México y activo participante en el proceso de reforma del Fondo, en una entrevista después de dirigir la Lectura Per Jacobsson, actividad con la que tradicionalmente cierran las reuniones anuales del FMI-BM.

Jacobsson fue director gerente del FMI desde noviembre de 1956 hasta su muerte en 1963. Una fundación que lleva su nombre promueve temas de cooperación internacional en asuntos monetarios y económicos.

Todo el tema de la reforma del FMI ha pasado a un segundo plano por la crisis, dijo Ortiz Martínez. El año pasado, durante la presidencia francesa del G20, el tema dominante fue Europa y durante la presidencia de México este año, ciertamente el presidente Felipe Calderón pudo poner en la agenda temas de sustentabilidad y otros que se discutieron, pero lo que dominó fue Europa y esto es inevitable, expresó.

Cuando hay una crisis global de esta magnitud y cuando la estabilidad económica está en juego, lo demás pasa a segundo plano, consideró. Así que esas reformas del FMI, aunque ya se decretó un incremento de cuotas, falta que se concrete, sobre todo por Estados Unidos. Obviamente en un año electoral era imposible que ocurriera y seguramente no va a ocurrir ni en el primero ni en el segundo año del periodo presidencial de Estados Unidos, que empezará en enero, opinó.