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Banca española y reversión de inversiones, las vías del contagio

FMI: México no es inmune a presiones de la crisis europea
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Periódico La Jornada
Miércoles 10 de octubre de 2012, p. 32

Tokio, 10 de octubre. México no es inmune a las presiones financieras que emanan de Europa, consideró el Fondo Monetario Internacional (FMI). La presencia de la banca española y una posible reversión de los flujos de capital extranjero son dos medios por donde el país puede ser afectado por el recrudecimiento de la crisis en la eurozona, de acuerdo con el organismo.

México es una economía con fundamentos robustos, un sistema financiero fuerte, reservas adecuadas y que ha utilizado el tipo de cambio para defenderse contra los efectos de esa volatilidad. Por lo tanto, parece que se encuentra en una posición robusta, pero nadie se encuentra inmune a las presiones provenientes de Europa y Estados Unidos, respondió a La Jornada José Viñals, director del Departamento del Mercado de Capitales del FMI.

América Latina está particularmente expuesta a los efectos negativos de un incremento de las dificultades que enfrentan varios de los mayores bancos de la eurozona, consideró el organismo en su Informe sobre la estabilidad financiera mundial, presentado aquí durante su reunión anual y preparado por el departamento que dirige Viñals. En México las filiales de los bancos españoles BBVA y Santander controlan 40 por ciento de los activos del sistema.

Las autoridades en América Latina y México han sido fuertes en manejar su sistema bancario, cerciorándose de que no estén siendo utilizados como fuente de fuga de capitales hacia España, respondió a La Jornada Robert Sheehy, subdirector del Departamento de Mercado de Capitales Internacionales del FMI.

En el informe presentado este miércoles, tiempo de Tokio (noche del martes en el centro de México), el FMI advierte que los países con economías en desarrollo, entre ellos México, deben prepararse para hacer frente a nuevas oleadas de choques externos y al mismo tiempo manejar una desaceleración del crecimiento que, dice el informe, podría exacerbar los riesgos internos para la estabilidad financiera.

Uno de los canales de contagio se da a través de los bancos europeos con subsidiarias en la región, y otro sería una eventual reversión en los flujos de capital que ingresaron a países latinoamericanos para aprovechar las mejores tasas de interés, respecto de las que se pagan en Estados Unidos o Alemania, donde están en mínimos históricos.

Los países latinoamericanos y asiáticos no son inmunes a los efectos de una desaceleración mundial, por no hablar de un posible choque sistémico, apuntó el reporte. Mayores perturbaciones en los bancos más importantes de la zona del euro podrían tener efectos significativos sobre las operaciones de sus bancos en el exterior, princialmente en América Latina, abundó.

Robert Sheeny, uno de los responsables de elaborar el informe, comentó que los bancos españoles han sido bastante fuertes en los mercados latinoamericanos. Han creado sus actividades en esos países con base en firmes fondos de depósito y no plantean un riesgo directo de contagio de España que pueda revertirse a América Latina. Las autoridades de México y de las naciones latinoamericanas donde hay bancos españoles, han sido fuertes en manejar su sistema bancario, aseguró.

El segundo punto de posible contagio de la crisis europea a México es a través de los flujos de capital. El monto de bonos de deuda gubernamental que adquirieron inversionistas extranjeros pasó de 200 mil millones de pesos en enero de 2008 a 890 mil millones de pesos, es decir, se ha multiplicado por más de cuatro, según el Banco de México. Esta entrada de recursos ha sido considerada una posible fuente de inestabilidad, dado que con la misma rapidez que ingresó al sistema financiero mexicano puede salir, ocasionando un efecto negativo sobre el valor del peso frente al dólar e incluso sobre los precios.

En el reporte publicado aquí por el FMI sobre la estabilidad financiera mundial se advierte que una nueva y repentina salida de flujos de capital invertidos en bonos emitidos en los mercados locales, como ocurrió después del estallido de la crisis en septiembre de 2008, no puede ser descartada.

Desde la quiebra de Lehmann Brothers en septiembre de 2008, episodio que marcó el recrudecimiento de la crisis financiera, los mercados locales de bonos en países en desarrollo han recibido flujos sustanciales de capital, que llevaron a niveles históricos la participación de extranjeros en esos mercados, dice el reporte.

En México hay una participación importante de inversionistas extranjeros en el mercado local de bonos, comentó Peter Dattels, uno de los autores del informe. Llevamos a cabo un ejercicio del efecto que habría en caso de que se registrara una reversión de los flujos que han entrado a los mercados emergentes desde la debacle de Lehmann Brothers, planteó.

Los resultados de ese ejercicio, dijo, son que una cuarta parte de la participación de extranjeros en el mercado local saldría del mercado y las repercusiones serían que las instituciones nacionales (como bancos y Afore) tendrían que hacer su parte (para suplir a los extranjeros).

En ese mismo ejercicio, abundó, cuando se distribuyó el monto de bonos que dejarían de estar en manos de extranjeros las instituciones financieras mexicanas, los bancos, serían los compradores residuales de parte de ello. Sus tenencias aumentarían de 2.5 por ciento a 7.5 por ciento de los activos totales, lo que es un crecimiento importante, pero las tenencias de los bancos mexicanos siguen siendo bastante bajas, comparadas con otros mercados emergentes, aun en ese escenario.