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Con una excelente doble fecha, el Guadalajara revirtió el mal paso que llevaba

Chivas se mete en zona de liguilla tras vencer al América en el Azteca

Las Águilas arremetieron en el primer tiempo, pero en el segundo los rojiblancos sentenciaron con doblete de Rafael Márquez

Piojo Herrera continuó con sus críticas hacia Van’t Schip

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Rosinei Adolfo y Chatón Enríquez libraron una dura batalla en el mediocampoFoto Víctor Camacho
 
Periódico La Jornada
Domingo 7 de octubre de 2012, p. a13

Un clásico es otro boleto: el historial y la etiqueta de favorito se esfumaron, y las Chivas –con todos los pronósticos en contra– rubricaron su primacía en el clásico del futbol mexicano, al ganar de visitantes 3-1 en el estadio Azteca y adjudicarse cuatro de las recientes seis ediciones ante su acérrimo enemigo.

Las anotaciones rojiblancas fueron obra de Marco Fabián, al minuto 35, y de Rafael Márquez, al 59 y 67. Por las Águilas descontó Juan Carlos Medina, al 40 de acción. Con este resultado, el América se quedó con 18 puntos, mientras el Rebaño –que tuvo una semana de resurrección– llegó a 16, tras 12 fechas del torneo.

El primer tiempo resultó equilibrado; las Chivas se aplicaron para contener el juego más elaborado de un América que se tuvo que conformar con algunos tiros de esquina. Jorge Chatón Enríquez barrió justo a tiempo al minuto 11 para impedir que fusilaran a su portero, pero los rojiblancos estaban muy atareados en labores defensivas, inclusive con bloqueos al filo del reglamento.

El silbante Jorge Antonio Pérez perdonó el cartón amarillo a Patricio Araujo cuando detuvo con falta al escurridizo Christian Benítez; también le llamó la atención sólo de palabra a Miguel Ponce.

El cuadro local era más peligroso, con arribos en bloque del tridente integrado por los argentinos Rubens Sambueza y Daniel Montenegro, y del ecuatoriano Benítez, acompañados siempre del grito de ¡Águilas, Águilas!

Sin embargo, el equipo tapatío se encargó de abrir el marcador al minuto 35, cuando Miguel Ponce avanzó por la izquierda, sacó un trazo elevado que peinó Enríquez y que llegó hasta segundo poste, donde Fabián arribó para asestar certero remate con la cabeza.

El graderío, ocupado por unas 74 mil personas, parecía pintado en su mayoría de color amarillo; sin embargo, en ese momento estalló estruendoso el festejo al grito de ¡Chivas, Chivas!

Fabián, quien regresó de una lesión, festejó con el puño en alto hacia la banca, donde John van’t Schip le respondió con la misma señal.

Cinco minutos le tomó al América igualar el tablero. Juan Carlos Medina, El Negro, se plantó como crack en el área enemiga, con una finta se quitó la marca de Miguel Ponce y disparó con fuerza ante Luis Michel, quien nada pudo hacer para impedir el 1-1 (40).

El equilibrio en la afición se constató en cada despeje de los guardametas, pues ambos recibieron el insulto a coro de los fanáticos rivales. En los rectángulos de cal contrastaban la figura estilizada del técnico holandés, en aparente tranquilidad, con la actitud nerviosa de Miguel Piojo Herrera.

Intenso reinicio

Para el segundo tiempo los equipos probaron con tiros de larga distancia: por los de casa Paul Aguilar obligó a Michel a lanzarse, mientras Rafael Márquez hizo lo propio ante Hugo González. Al minuto 58, Rolfi Montenegro hizo otro peligroso intento, Michel se estiró al máximo y desvió la pelota por encima del larguero.

Enseguida Rafa Márquez hizo un disparo que parecía inofensivo, pero Diego Reyes desvió y dejó anclado al portero González mientras el esférico entró a su derecha, para el 1-2. “Venirte a ver, lo único que quiero es venirte a veeer…”, cantaba la alocada tribuna rojiblanca. La apoteosis llegó en seguida.

El baño de cerveza y la salpicadera de líquidos cundieron por todos lados con el tercer tanto de los visitantes, también de Márquez, quien sorprendió con un soberbio disparo de media distancia, que curveó para techar al adelantado portero del América.

Del suelo al cielo trepó la afición tapatía –la radicada en el DF y la que llegó en decenas de camiones desde Jalisco–; todos olvidaron la pobre campaña de su equipo y con legítimo anhelo entonaron: “Vamos Rebaño, queremos la coooopa, la hinchada está looooca y yo quiero verte campeón…”

Despojado de confianza, pero impulsado por el orgullo, el cuadro de Coapa exploraba caminos hacia la meta de Chivas, pero ahí estuvo Héctor Reynoso como una muralla infranqueable. El capitán rojiblanco se vistió de luces al minuto 85, cuando su marco estaba abierto y rechazó como pudo el tiro de Chucho Benítez.

Van’t Schip le envió refuerzos: sacó a Fabián y metió al defensa Kristian Álvarez para soportar los últimos minutos de las Águilas volcadas al frente, ya con la incursión del Hobbit Bermúdez.

Entre aplausos salió de cambio Rafael Márquez, quien dejó su lugar a Jesús Padilla (86). En el estadio ya sólo se escuchaba el cántico triunfal: “Oeee, oeee, oee, oe, oe, Chivas, Chivas…”

El proyecto continúa

Van’t Schip ahora apunta hacia la liguilla, pues señaló que el triunfo fue fantástico para nosotros, pero el proyecto continúa. Si otros critican, eso es bueno, pero nosotros vamos para adelante. Esta victoria sí ayuda mucho, recalcó.

Respecto de las críticas que le lanzó hace unos días Miguel Herrera, se limitó a decir que no es verdad y el Piojo no es un buen colega.

Celebró que Fabián regresó de su lesión y al ver al equipo por primera vez en zona de clasificación resaltó las victorias sobre Tigres y América. Sin duda vendrán otros partidos con dificultades, pero ahora es importante entrar en la liguilla, señaló como meta.

Se mostró feliz por el apoyo de los aficionados y destacó que el ánimo de sus pupilos ahora estará muy bien. De nuevo justificó las bajas de Nava y Vázquez, asimismo celebró el impulso que representan Luis Morales y Víctor Perales; dan otra energía al equipo, hambre, ¡es lo que necesito!, deben jugar con hambre, intensidad y con el corazón. Hoy vi que el equipo jugó de esa manera.

Herrera lamentó los desperdicios del primer tiempo. Era para irnos al descanso con tres o cuatro goles, y apuntó que las anotaciones de Chivas fueron un tanto fortuitas; ellos no avasallaron, al contrario, fue un paseo para nosotros (la parte inicial). No obstante, se resignó: La justicia es para el que hace los goles y ellos los hicieron.

Reconoció que se va triste porque al América le sigue faltando meter el tanto oportuno. Y de nuevo arremetió contra Van’t Schip; dijo que los tapatíos sólo “juegan con güevos”, criticó a los rojiblancos por no defender a los elementos que dio de baja el técnico (no hay unión), a quien no le dio mérito ni por la actitud: “No veo un sistema o una idea y tampoco creo que un holandés venga a ponerle güevos a un jugador”.