Las diferencias en el grupo parlamentario del Partido de la Revolución Democrática (PRD) en la Cámara de Diputados se avivaron ayer luego de que, por separado, los coordinadores de esa bancada y de la panista atribuyeron a un grupo de perredistas que abandonó la sesión del viernes haber perdido la votación en materia de democracia sindical.

El perredista Silvano Aureoles Conejo aseguró que 60 perredistas abandonaron el pleno y sostuvo que serán ellos quienes deberán responder por sus actos y a la población que los eligió.

En contraste, el vocero de la fracción, Carlos Reyes Gámiz, afirmó que si Aureoles tenía un pacto con el Partido Revolucionario Institucional (PRI) para no ocupar la tribuna, el conjunto del grupo no lo conoció.

El coordinador panista, Luis Villarreal, pidió hacer cuentas, cuántos fueron los ausentes de las izquierdas en la votación del artículo 371, sobre el que el Partido Nueva Alianza (Panal) propuso limitar aún más la elección de dirigentes sindicales y se incluyó incluso la figura del sufragio de trabajadores a mano alzada.

Según Villarreal, si hubiesen permanecido todos los diputados del PRD, el Partido del Trabajo (PT) y Movimiento Ciudadano habríamos tenido un resultado, sin duda, en otro sentido.

En favor de la adición propuesta por Nueva Alianza se sumaron 248 votos, de los cuales 209 correspondieron al PRI, 28 al Verde, los 10 del Panal y uno de la diputada panista Blanca Jiménez Castillo, ex directora del Instituto Poblano de la Mujer. En contra hubo 186: 108 del PAN, 56 del PRD, 13 del PT y nueve de Movimiento Ciudadano.

Según el listado de votación, se ausentaron 48 de los 104 integrantes del sol azteca; cinco del blanquiazul –entre ellos Juan Bueno Torio, integrante de la Comisión del Trabajo, y el ex alcalde de Monterrey Fernando Larrazábal-; dos petistas –Jaime Bonilla Valdez y José Humberto Vega Vázquez–, y siete de Movimiento Ciudadano: Merilyn Gómez, Víctor Manuel Jorrín, Juan Ignacio Samperio, José Soto, Aída Fabiola Valencia, José Luis Valle y Nelly del Carmen Vargas Pérez.

Según estos números, de haber estado presentes todos los integrantes del Frente Legislativo Progresista y del PAN, se habría empatado la votación. En ese caso, se habría desechado la propuesta del Panal.

Villarreal atribuyó el voto de la ex funcionaria del gobierno de Puebla a un error por cansancio, pero aseguró que platicará con ella para descartar una traición.

Sólo si se tratara de un error, el voto de Jiménez Castillo habría sido decisivo para desechar la modificación propuesta por el Panal, porque a pesar de la instrucción de que nadie faltara, se ausentaron tres priístas: Laura Barrera Fortoul, ex secretaria de Turismo en el gobierno de Enrique Peña Nieto, cargo en el cual repitió con Eruviel Ávila; Maricruz Cruz Morales, secretaria del CCI en el estado de México, y el empresario Harvey Gutiérrez Álvarez. También, el pevemista y ex director jurídico del gobierno de Chiapas Carlos Castellanos Mijares. Esas faltas rompían la mayoría simple de 251 diputados que en conjunto tienen PRI, Verde y Panal.

En ese sentido, el perredista Reyes Gámiz rechazó que los diputados que tomaron la tribuna hayan impedido la democracia sindical.

El vocero de la fracción sostuvo que a la mesa directiva de la bancada, que preside Silvano Aureoles, le faltó aclarar el marco político de los acuerdos con otros partidos y no se ventilaron en el grupo. Concluyó que el acuerdo de quienes decidieron la toma se limitaba a cantar el Himno Nacional y desocupar la tribuna.

“Pero como en medio de ello no quedaba clara la discusión de la reforma ni los apartados a discusión y quiénes intervendrían, se generó un impasse y continuamos la protesta. Y cuando vimos que la intención de PRI y PAN era plancharnos, decidimos retirarnos del salón”, declaró.