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Se impuso al Puebla después de tres derrotas en el estadio Olímpico Universitario

Carrillo logra primer triunfo con Pumas, pero la afición lo rechaza

Tienen todo el derecho y la razón de gritarme, pero trataré de revertir eso lo antes posible, señaló el timonel auriazul

Regalamos el segundo tiempo y estamos dando puntos, admitió el técnico Guzmán

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El juvenil Eduardo Herrera (izquierda) fue responsable indirecto del primer gol auriazul y autor del segundoFoto Víctor Camacho
 
Periódico La Jornada
Lunes 1º de octubre de 2012, p. 2

Pumas parecía estar a punto de otro fracaso en Ciudad Universitaria. Los minutos avanzaban y la impaciencia empezaba a mostrar estragos en el equipo y en el humor de los aficionados, hasta que un error del portero del Puebla, Alexandro Mostro Álvarez, cambió la historia.

Después de tres derrotas en su propia cancha, los auriazules por fin consiguieron un triunfo al superar 2-1 a los Camoteros, en partido sufrido, desconcertante por momentos, que permitió respirar tranquilo al entrenador Mario Carrillo, quien no obstante fue abucheado con estruendo.

Otra vez con la polémica por no usar los refuerzos en el cuadro titular: Luis García por una lesión en el muslo, Lozano ovacionado cuando ingresó en el segundo tiempo, y Martín Romagnoli, quien no estuvo ni en la banca

Fueron dos momentos de contraste: una primera parte con el cuadro de la franja jugando con orden, perfectamente bien parado en la zaga y atento al contrataque, que parecía incontrolable para la defensa de la UNAM.

La segunda fue un acierto del apodado Capello, quien no permitió regresar a Emanuel Villa, más ausente que nunca en la cancha, y en su lugar envió al juvenil Eduardo Herrera, responsable indirecto del primer gol de Pumas y autor del segundo.

Durante el primer tiempo algo no funcionaba en las filas universitarias, incapaces de contener las carreras locas de Toloza por el carril derecho. Al menos tres veces estuvieron en serio riesgo de recibir gol en contra.

Si Puebla no abrió el marcador en esos 45 minutos fue en parte por la impericia de los delanteros, aunque también por las asombrosas intervenciones de Alejandro Palacios.

El colombiano Edinson Toloza parecía irreductible, salía disparado en ráfagas y los defensas auriazules no encontraban la manera de contenerlo. A los 20 minutos se metió con facilidad en el área universitaria y se enfiló hacia el arco. Sin embargo, Palacios no dudó, salió a presionarlo; Toloza disparó, pero la mano certera del arquero impidió el gol.

Unos minuto más tarde otra vez Pikolín salvaba a su escuadra con una salida a sangre fría ante Alustiza, quien titubeó un instante, lo suficiente para que el arquero se lanzara a ganar la pelota.

El regreso del descanso fue clave para el club del Pedregal. Carrillo sacó a Villa y en su lugar entró Herrera, cambio que le resultó.

Al minuto 58 el jugador juvenil fue a la disputa del esférico contra Mostro Álvarez, quien no pudo retener la pelota y en el salto quedó a los pies de Martín Bravo; éste se acomodó para disparar con la derecha directo a las redes.

Siete minutos más tarde, otra vez Herrera, tras varios rebotes, quedó con el balón en los pies; sólo lo empujó ante un confundido Mostro, que apenas volteó a mirar entrando al fondo de su arco.

Puebla, sin embargo, todavía tenía voltaje para apretar a Pumas y hacer sudar al banquillo universitario. Un centro fue el señuelo que engañó al guardameta Palacios, quien intentó rechazar descuidando un flanco en el que el argentino Alustiza esperaba el balón. Éste sólo tuvo que empujarlo para acortar la distancia en el marcador.

Los auriazules empezaron a inquietarse, como reflejo de lo que vivía Carrillo en el área técnica. Se concentraron en defender su área, mientras Puebla hacía esfuerzos desesperados por empatar el encuentro.

Al final, Pumas dio la primera victoria a un técnico que no termina de conquistar a su afición.

Tienen todo el derecho y la razón de gritarme, pero buscaré revertir eso lo antes posible. Rescatamos un punto, hacía rato no se ganaba y estaban preocupados, dijo Carrillo en conferencia de prensa posterior al partido.

Admitió que no fue fácil y explicó que cada vez es más difícil ganar de local, pues el torneo está muy parejo: Tuvimos suerte en el primer tiempo, nos salvamos de un par de goles. En el segundo sólo hubo un equipo y ése fue el nuestro.

El entrenador del Puebla tenía muy clara la lectura de lo que ocurrió a su equipo en el partido. Creo que regalamos el segundo tiempo; estamos dando puntos, dijo antes de marcharse con la certeza de que fue una minucia la que impidió que su escuadra se fuera con tres puntos a casa.