Economía
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Es baja la calidad de los existentes y de los que se generan, dice

Destaca Ceesp la precarización del empleo durante este sexenio

Ni siquiera la educación incidió positivamente en el bienestar de la población ni mostró beneficios en el mercado laboral, sostiene

 
Periódico La Jornada
Lunes 17 de septiembre de 2012, p. 33

Para insistir en una reforma laboral que flexibilice las contrataciones y reduzca los costos, el Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (Ceesp) destacó en su análisis semanal el aumento de la precarización del empleo durante el gobierno del presidente Felipe Calderón, tanto por la reducción de personas que ganan más de cinco salarios mínimos, como por el aumento de trabajadores que carecen de servicios de salud.

Crear empleos es ya un problema, pero también lo es la baja calidad de los existentes y de los que se están generando, indicó, y eso da cuenta del bajo nivel de vida de la población y la debilidad del mercado interno, indicó.

Ni siquiera la educación ha incidido positivamente en el bienestar de la población ni ha mostrado sus beneficios en el mercado laboral, ya que recordó que los mexicanos con mayor nivel educativo concentran los mayores porcentajes de desocupación, lo que explica el bajo nivel de competitividad y productividad en diversos sectores.

El aspecto salarial refleja igualmente un importante deterioro, ya que del total de ocupados que reciben ingresos (se excluyen los renglones de quienes no reciben y los no especificados), 90.4 por ciento percibe como máximo hasta cinco salarios mínimos, es decir, subsisten con 3 mil 630 pesos al mes, abundó el Ceesp.

En 2005, precisó, 12.2 por ciento de la población ocupada con ingresos percibía cinco minisalarios, pero en 2012 sólo es 9.6 por ciento de los 48.4 millones de personas ocupadas (es decir 4.6 millones). También retrocedió de 35.4 a 35 por ciento el grupo de trabajadores que tienen acceso a los servicios de salud.

La informalidad, en cambio, creció en el mismo periodo de 28.1 a 29.3 por ciento, lo cual involucra a 14.2 millones de mexicanos. Representa un aumento de 830 mil empleos informales durante el último año, de acuerdo con el Ceesp, que depende del Consejo Coordinador Empresarial (CCE).

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Un barrendero trabaja en la explanada del zócalo de la capital del paísFoto Francisco Olvera

No sólo se trata de incrementar el número de plazas disponibles sino también su calidad, es decir, empleos que además de ofrecer mejores ingresos cuenten con seguridad social, señaló al manifestarse una vez más porque los legisladores federales aprueben una reforma laboral en la que prevalezca el estado de derecho, una regulación eficiente, reducidos costos, y flexibilización en la contratación para patrones y trabajadores.

La estabilidad macroeconómica del país no ha sido suficiente para generar el ambiente propicio para que las empresas tengan incentivos para abrir más puestos de trabajo con mejores condiciones de contratación.

La situación se complica más porque hasta 2028 la población económicamente activa (PEA) será mayor a la población dependiente, por lo que el mercado laboral se verá más presionado por el creciente número de mexicanos en edad de trabajar.

Hace falta, según el Ceesp, un ambiente de negocios mucho más favorable, en el que las empresas tengan importantes atractivos para generar empleos formales. Reducir los costos de contratación formal automáticamente eleva el costo de colocarse en la informalidad.

De no hacerse la reforma, los aumentos de salarios y compensaciones seguirán dependiendo de la antigüedad y no del desempeño de los trabajadores, además de que prevalecerá la inseguridad jurídica, sostiene.