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El Presidente manda, y manda bien, expresa el secretario de la Defensa Nacional

Los militares, héroes que arriesgan sus vidas en la lucha anticrimen: Calderón
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El presidente Felipe Calderón encabezó ayer la ceremonia de clausura y apertura de cursos del sistema educativo militar. Lo acompañaron, entre otros, el secretario de Marina, Francisco Saynez; el ministro Fernando Franco; los legisladores José González Morfín y Ernesto Cordero; el titular de la Sedena, Guillermo Galván, y la canciller Patricia EspinosaFoto Francisco Olvera
 
Periódico La Jornada
Sábado 15 de septiembre de 2012, p. 11

Al encabezar ayer por última vez como presidente de la República la ceremonia de clausura y apertura de cursos del sistema educativo militar, Felipe Calderón Hinojosa hizo un amplio reconocimiento a los integrantes de las fuerzas armadas, a quienes calificó de héroes por arriesgar sus vidas en la lucha contra el crimen organizado.

Los mexicanos estamos en deuda con nuestros soldados, quienes con extraordinario valor han respondido al llamado de la nación, agregó. Consideró que quizá algunos no sepan valorar en su justa dimensión el esfuerzo de los militares.

Calderón aprovechó la ocasión para agradecer a las fuerzas armadas y, en especial, al general secretario de la Defensa Nacional, Guillermo Galván, por su lealtad, patriotismo ejemplar, entrega y disciplina. El funcionario, por su lado, hizo un reconocimiento al jefe del Ejecutivo por su innato y firme liderazgo puesto de manifiesto en los difíciles momentos que ha confrontado su gestión. Usted manda, y manda bien, enfatizó.

Aunado a ello, Galván Galván ratificó al presidente, a las instituciones del país y a la población su lealtad confiable y fortalecida.

La ceremonia de clausura y apertura de cursos se realizó en el Colegio Militar, con la participación de miles de jóvenes estudiantes que desfilaron por el patio principal de las instalaciones castrenses. Antes de la parada militar y previo a que Calderón arribara al lugar en helicóptero, un cadete cayó desmayado, agobiado por el intenso sol del mediodía, el cual, por cierto, no padecieron los invitados de honor, quienes estuvieron bajo un amplio toldo.

Entre ellos estaban el presidente del Senado, Ernesto Cordero; el vicepresidente de la Cámara de Diputados, José González Morfín, y el ministro José Fernando Franco González Salas, en representación de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, así como la procuradora general de la República, Marisela Morales.

Calderón Hinojosa destacó que los militares han arriesgado la vida por defender a las familias “de la violencia irracional y homicida de los criminales, y eso, sin duda, es un acto de heroismo y, en ocasiones, con tristeza, muestra de martirio, que quizá algunos no sepan valorar en su justa dimensión.

Hoy, ahora mismo, en algún lugar de la intrincada geografía de México, en Tamaulipas, en Michoacán o en Guerrero, hay soldados, muchos de ellos jóvenes, que quizá están arriesgando su vida para defender México y nuestras familias, porque quizá a la vuelta del camino les espera una emboscada. Quizá, ahora mismo, están respondiendo ese alevoso ataque, esa celada que criminales sin escrúpulos les tenían preparada, comentó el mandatario, quien al inicio de su sexenio no sólo vistió la casaca y la gorra militar, sino también hizo que sus hijos usaran el uniforme verde olivo.

El jefe del Ejecutivo resaltó la disposición de los soldados a combatir la criminalidad, que amenazaba la viabilidad del Estado mexicano. Manifestó que su acción fue tan valerosa y gallarda, que permitió devolver la tranquilidad a cientos de comunidades que en total indefensión clamaban auxilio.