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La investigadora es presidenta electa del organismo internacional; tomará posesión en 2015

En la IAU, Silvia Torres buscará que la astronomía sea motor de progreso

En entrevista, reconoció que el maestro Guillermo Haro marcó su trayectoria con su entusiasmo y exigencia; decía que fuéramos al exterior, pero que volviéramos

Ahora formamos jóvenes muy bien preparados, pero no les damos oportunidades, lamentó

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La investigadora Silvia Torres Castillejas en su cubículo, en el IA de la UNAMFoto Carlos Cisneros
 
Periódico La Jornada
Viernes 7 de septiembre de 2012, p. 2

Sus constantes visitas a la antigua Torre de Ciencias en la Ciudad Universitaria de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), para participar en los trabajos del Observatorio Astronómico Nacional, entonces encabezado por Guillermo Haro, marcaron la trayectoria futura de Silvia Torres Castilleja, investigadora del Instituto de Astronomía (IA) de la casa de estudios, quien la semana pasada fue electa presidenta de la Unión Astronómica Internacional (IAU, por sus siglas en inglés).

En entrevista con La Jornada, la académica se dice feliz y satisfecha por el nombramiento. Representa el reconocimiento de colegas extranjeros para el trabajo de Torres Castilleja. Ésta es la primera ocasión que un científico mexicano encabezará ese importante organismo mundial, que en 2006 degradó a categoría de planetoide a Plutón.

En la reciente asamblea general de la IAU, celebrada la semana pasada en Pekín, China, la académica universitaria fue elegida para el cargo. A partir de ese momento se le nombró presidenta electa, y en la próxima reunión general del organismo, que se efectuará en Honolulú, Hawai, en 2015, tomará posesión del cargo.

Torres afirma que desde la presidencia de esta unión –creada en 1919– impulsará la difusión de la astronomía, para que esta disciplina se convierta en herramienta fundamental para el desarrollo de las naciones, además de que continuará con la organización de foros y simposios entre los especialistas y la intermediación para que se concreten proyectos internacionales conjuntos.

Todo con base en el trabajo que se emprendió para la organización y actividades del Año Internacional de la Astronomía, en el que participaron más de 100 naciones y tuvo un impacto en más de 800 millones de personas. Se trata de divulgar y acercar esta disciplina a los ciudadanos.

Desde muy joven, Torres Castilleja tenía claro que se dedicaría a la ciencia. Si bien en principio sus intereses se dirigían hacia la química, al egresar de la preparatoria descubrió que existía la carrera de física, optó por esa opción y no se equivocó.

Durante sus estudios profesionales en la Facultad de Ciencias de la UNAM fue una materia optativa la que definió el rumbo que habría de tomar. Se trataba de astronomía; me enamoré de esa materia y de ahí ya no me moví. Su profesor era Arcadio Poveda; fue él quien brindó la oportunidad a un grupo de alumnos de acercarse al Observatorio Astronómico Nacional.

Eso me marcó. Además de la presencia del maestro Haro, con su entusiasmo y exigencia. Haro era muy humano, muy generoso con los jóvenes y estaba muy atento a los resultados internacionales; nos pedía ver afuera, que no nos conformáramos con hacer nuestra propia investigación, sino que presentáramos nuestros resultados en el exterior, con gran interés, entusiasmo y rigor.

Otros de los profesores que recuerda como fundamentales en su formación son Paris Pishmish y Luis Rivera Terrazas.

Sin embargo, guarda cariño especial por Haro, ya que él fue de los primeros en darse cuenta de la necesidad de enviar a universitarios recién titulados a estudiar posgrado en el extranjero. Se dio cuenta de que teníamos poca variedad de astronomía, que no estábamos muy fuertes y que era fundamental salir a otras universidades reconocidas; quería que conociéramos el mundo, pero con la condición de regresar.

Así, el astrónomo y mentor de varias generaciones universitarias buscó la manera de conseguir becas para sus estudiantes, pues en aquella época, los años 60, no existía el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología.

Gracias a esas gestiones, Silvia Torres, junto con su esposo Manuel Peimbert –también uno de los astrónomos más reconocidos en el mundo–, realizó su posgrado en la Universidad deCalifornia en Berkeley, donde estuvieron cinco años. Fue esa una de las primeras generaciones que salieron al exterior. No existía esa costumbre; ahora todo mundo se quiere ir, dicen que desean conocer Londres u otros sitios, pero nosotros nos íbamos para regresar.

A su retorno, de inmediato se incorporó como investigadora en el IA de la UNAM. Eran tiempos distintos: había plazas; prácticamente lloraban esperando nuestro regreso. Hoy las situación es otra: no hay espacios para los jóvenes investigadores, eso es tremendo. Formamos muchachos muy bien preparados y luego no les damos la oportunidad de trabajar en buenos lugares.

Resalta que la IAU cuenta con 70 países asociados y más de 10 mil integrantes. Aclara que durante tres años se desempeñará como presidenta electa; en 2015 asumirá la presidencia del organismo y al concluir su gestión ocupará un puesto como asesora durante otro trienio.