Mundo
Ver día anteriorMiércoles 29 de agosto de 2012Ver día siguienteEdiciones anteriores
Servicio Sindicado RSS
Dixio

Condena de ocho años de prisión a activista que le sembraron droga

Prepara el Kremlin persecución judicial contra dirigentes de la oposición rusa
Corresponsal
Periódico La Jornada
Miércoles 29 de agosto de 2012, p. 34

Moscú, 28 de agosto. Antes de que comience la actividad política de otoño, el Kremlin pretende amedrentar a los miles de inconformes que se disponen a reanudar las protestas callejeras. Mientras se prepara la persecución judicial de los líderes para descabezar el movimiento opositor, los activistas sufren juicios arbitrarios y/o condenas desmesuradas como castigo ejemplar.

Esta impresión se desprende no sólo del reciente juicio contra las integrantes del grupo punk Pussy Riot en Moscú. Ahora parece tomar el relevo la provincia y, en la ciudad de Smolensk, Taisiya Osipova, de 28 años, madre de un niña pequeña y participante activa en manifestaciones, recibió este martes una condena de ocho años de cárcel por traficar con heroína.

El juez Igor Kozhevnikov no tomó en cuenta la posición del fiscal que pedía justo la mitad del castigo ni la opinión del primer ministro Dimitri Medvediev, quien reconoció en una reunión con estudiantes de periodismo, cuando aún era presidente de Rusia, que una condena de 10 años para una madre de una niña pequeña es demasiado, incluso si fuera culpable.

El 29 de diciembre de 2011 la misma corte del distrito de Zadneprovsk de la ciudad de Smolensk halló culpable a Osipova y la condenó a 10 años de prisión, pero decidió revisar el caso tras el comentario de Medvediev. Y hoy, otro juez, redujo en apenas dos años la pena inicial, a pesar de que la defensa de la imputada demostró su inocencia y la acusación está basada en pruebas dudosas.

Osipova está en la cárcel desde noviembre de 2010, cuando la policía irrumpió en su casa y en un cateo, halló nueve gramos de heroína, que la imputada adquirió a una persona no identificada en un sitio no identificado, según dice la acusación de la procuraduría.

El juez infiere que Osipova traficaba con drogas, basándose en el testimonio de una testigo protegida y en un billete marcado que, según el fiscal, recibió en una de las cuatro compras de control realizadas por la policía.

La defensa sostiene que los cargos son falsos y que tanto el sobrecito con heroína como el billete fueron sembrados por la policía durante el cateo, en venganza por la negativa de Osipova a declarar contra su esposo, Sergei Fomchenkov, dirigente de la opositora Otra Rusia, organización sin registro.

Se apoya en el testimonio de Anton Mandrik que se encontraba en casa de Osipova cuando comenzó el cateo y que, en el segundo juicio, inculpó a los policías de colocar las pruebas y aceptó someterse al detector de mentiras, cuyos resultados le dieron la razón pero por ley no pueden ser tomados como evidencia.

Desechó el juez que el cateo no lo realizaran funcionarios de la dependencia federal de combate al narcotráfico, sino agentes del departamento del Ministerio del Interior que persigue el extremismo y ejerce funciones de policía política, antiguos conocidos de Osipova, en el otro lado de la barrera, en las manifestaciones opositoras.

Tampoco ordenó comparar las huellas digitales encontradas en el paquete de heroína con las de Osipova, ni aceptó reportes detallados del uso de celulares que revelan que las personas que supuestamente realizaron las compras de control se encontraban en otros sitios de la ciudad cuando decían haber estado en casa de la vendedora.

El juez ni siquiera quiso mandar a analizar los billetes que presuntamente obtuvo Osipova, que deberían estar marcados y sin embargo no le dejaron mancha. Quedó satisfecho con el único billete marcado hallado durante el cateo.

Al darse a conocer la sentencia, Serguei Udaltsov, coordinador del opositor Frente de Izquierda, comentó al canal de televisión por cable Dozhd: Es un escupitajo en el rostro de Medvediev, que había dado instrucciones de revisar el caso, de suavizar la situación. Lo estuvieron revisando un año y, como resultado, emiten una condena monstruosa, desproporcionada. Esto quiere decir que la posición de Medvediev no es muy fuerte y siempre que se presenta la ocasión lo ponen en su lugar, no se puede interpretar de otra manera.