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Veteranos y militantes moderados alertan sobre la captura de espacios por extremistas

La plataforma del Partido Republicano se muestra más conservadora que nunca

La ultraderecha, con un poder cada vez más amplio que se hace evidente en la convención

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Delegados republicanos en el cónclave que se celebra en TampaFoto Reuters
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Miembros de Código Rosa protestan contra las guerras en Irak y Afganistán, afuera del centro donde se desarrolla la Convención Nacional RepublicanaFoto Reuters
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Periódico La Jornada
Miércoles 29 de agosto de 2012, p. 32

Tampa, 28 de agosto. La ultraderecha demuestra que ha capturado un poder cada vez más amplio y visible en el Partido Republicano con varias de sus estrellas desempeñando papeles estelares en la Convención Nacional, incluido su candidato a la vicepresidencia, y estampando su visión sobre la plataforma nacional.

El elenco de estrellas de las corrientes ultraconservadoras que desfilarán ante el podio en esta convención incluyen al candidato a la vicepresidencia, Paul Ryan, cuyas recetas económicas para desmantelar gran parte de lo que queda del estado de bienestar, como reducir el gasto social, incrementar el de defensa, así como reducir los impuestos a los más ricos, se complementa con su férrea oposición al aborto en toda circunstancia y otras posturas sociales formadas por su catolicismo fundamentalista. Como representante federal, se ha opuesto a la igualdad en el trabajo para las mujeres y apoya una enmienda constitucional para prohibir el matrimonio gay. Es, también, uno de los campeones contra cualquier control sobre armas de fuego.

El compañero de fórmula con ideas más radicales

Todo esto lo convirtió en un héroe de las fuerzas conservadoras del partido, y justo por ello, fue seleccionado por Mitt Romney como compañero de fórmula, ya que el candidato presidencial no lograba convencer a estas corrientes de que era confiable como su representante.

Sobre el extremismo de Ryan, el New York Times advirtió en un editorial que los asistentes en la Convención Nacional Republicana esta semana apoyarán fielmente la nominación de Romney, pero su corazón estará más cercano al hombre joven con ideas más radicales a su lado.

Pero no está solo, otras estrellas ascendentes de estas corrientes tienen una presencia privilegiada en esta convención, entre ellos el senador Marco Rubio; el gobernador de Wisconsin, Scott Walker, figura casi heroica en esta convención por haber derrotado a los sindicatos públicos en su estado este año, y Ted Cruz, candidato al Senado de Texas, entre muchos más. Ellos son quienes articulan un discurso cada vez más derechista y fundamentalista.

Muchas de estas posturas han sido plasmadas en la plataforma adoptada hoy por el partido, comprobando el creciente poder de la ultraderecha. Tanto en los asuntos fiscales como en los temas sociales (prohibición del aborto, definición estricta del matrimonio como unión entre un hombre y una mujer), hasta una sección dedicada a política migratoria redactada por los arquitectos de las leyes más antimigrantes en Arizona y Alabama, esta plataforma marca un giro más conservador que nunca.

Todo esto expresa lo que figuras tanto dentro como fuera del partido alertan es la captura del partido por extremistas. Los demócratas enfatizan este mensaje, advirtiendo que esas políticas económicas y sociales promovidas por los republicanos representan una amenaza a la clase media del país y son un ataque contra las mujeres y los inmigrantes.

Hay cada vez mayor preocupación ante este fenómeno entre veteranos del Partido Republicano, gran parte de la cúpula tradicional, y muchos militantes moderados. En meses recientes, veteranos moderados del partido, como los ex senadores Richard Lugar y Lincoln Chafee, han denunciado que su partido ha sido secuestrado por estas fuerzas. Otros han advertido que algunas de estas posturas enajenan al electorado general nacional.

Señalan que una mayoría de estadunidenses no favorece la prohibición del aborto, que 77 por ciento cree que los temas de control de natalidad no deberían formar parte del debate político nacional, según una encuesta de Bloomberg News, entre otros indicadores.

Algunos en la cúpula del partido, incluidos estrategas de Romney, saben que hay una intensa pugna interna entre los extremistas y líderes más pragmáticos en el partido. Aunque las bases derechistas, como la constituida por el Tea Party, han logrado capturar cada vez más de este partido, y encabezaron la reconquista de la mayoría de la Cámara de Representantes hace dos años, no han gozado de gran apoyo en la opinión pública. Tan es así que a muchos de los novatos que llegaron al Congreso desde estas bases no se les ofreció un papel destacado y amplio en esta convención, ya que forman parte de una de las legislaturas con uno de los índices más bajos de aprobación en décadas.

La senadora Susan Collins comentó a The Daily Beast/Newsweek que parece que hemos regresado décadas en debates que la mayoría de la gente común pensaba que ya estaban resueltos, y advirtió que la plataforma del partido está diseñada para enajenar a muchas mujeres moderadas. No lo entiendo. La senadora Olympia Snowe concurrió afirmando que la campaña de Romney se enfoca en la economía pero que otros temas están desviando este enfoque. “Los temas sociales son el talón de Aquiles de nuestro partido….”

El ex gobernador republicano de Florida, Charlie Crist, escribió un artículo en el periódico local Tampa Bay Times el domingo no sólo sorprendiendo a sus ahora ex camaradas al declarar su apoyo a Obama para presidente, sino al criticar a los republicanos. Un elemento de su partido se ha ido tanto a la derecha extrema en temas importantes para mujeres, inmigrantes, gente de tercera edad y estudiantes, que se han comprobado incapaces de gobernar al pueblo.