La Secretaría de Educación Pública (SEP) proporcionará transporte a los 240 niños de padres laicos que viven en la comunidad Nueva Jerusalén, municipio de Turicato, Michoacán, para que reciban clases en dos localidades que están a tres y a cuatro kilómetros de distancia, anunció José Ángel Córdova Villalobos, titular de la dependencia.

En estas comunidades los salones de clases tienen 15 alumnos, entonces con la demanda que tenemos acá no van a rebasar los 35, que es el límite, no representa mayor problema. Los van a llevar mientras se acaba de hacer todo el trabajo político interno, dijo.

En Nueva Jerusalén, los niños de educación básica no han podido iniciar el ciclo escolar por el conflicto interno con un grupo religioso no reconocido por la Secretaría de Gobernación, seguidores del obispo húngaro Martín de Tours.

Los integrantes de esta secta se oponen a la educación oficial porque quieren que los niños sólo se formen en la escuela parroquial, donde imparten religión, moral y buenas costumbres de acuerdo con sus creencias.

(En Nueva Jerusalén) hay muchas cosas irregulares, que no está reconocida como una asociación religiosa, y bueno, eso se tendrá que ir componiendo, como muchas otras cosas en las que hemos tenido dificultad en Michoacán, yo espero que sí, (que) este lunes ya se inicien las clases, comentó el funcionario en León, Guanajuato, donde festejó su cumpleaños.

La última palabra la tiene la asamblea

En Morelia, el gobierno de Michoacán propuso a los padres de familia laicos que provisionalmente los niños de Nueva Jerusalén tomen clase en la tenencia de Puruarán o en la población La Injertada.

El subsecretario de Gobernación, Fernando Cano, y los representantes de los padres de familia han mantenido comunicación permanente; sin embargo, el grupo laico manifestó que prefieren que los niños no vayan a la escuela a que tengan que caminar más de siete kilómetros para ir a las escuelas de los pueblos vecinos, pero la última palabra la tiene la asamblea que habrá de reunirse este domingo, dijo su representante, Emiliano Juárez Damián.

La propuesta de la gente es que se instalen las aulas provisionales a unos 500 metros de la Nueva Jerusalén, en un predio que está disponible, señaló Juárez Damián, aunque todos sabemos que lo único que hace falta es que se aplique la ley a quienes destruyeron la escuela con picos y barretas el pasado 6 de julio.

Para el secretario de Gobierno, Jesús Reyna García, el conflicto debe resolverse por la vía del diálogo, porque bien podría utilizarse la fuerza pública para que los niños tomaran clases en domicilios particulares, tal y como lo hicieron la mayor parte del ciclo escolar anterior, “pero eso no resolvería nada, es necesario llegar a un acuerdo que garantice la seguridad y la paz para las aproximadamente 3 mil 200 personas que viven en la también llamada La Ermita.

Mientras, los seguidores de Martín de Tours se mantienen en la entrada principal de la Nueva Jerusalén para impedir el acceso a los maestros.