Política
Ver día anteriorLunes 13 de agosto de 2012Ver día siguienteEdiciones anteriores
Servicio Sindicado RSS
Dixio
La crisis de los partidos de izquierda es atronadora

El PRD perdió sus valores; es una franquicia redituable

La cohesión y la unidad del movimiento, el pegamento lo da el carisma y la conducción de Andrés Manuel, más que la identificación con un proyecto. Esto es positivo, pero también es limitante

 
Periódico La Jornada
Lunes 13 de agosto de 2012, p. 8

La izquierda mexicana necesita una nueva organización. En ese punto parecen coincidir dirigentes de distintas fuerzas. ¿Puede el Partido de la Revolución Democrática (PRD) encabezar ese proyecto unitario como sugiere su presidente, Jesús Zambrano? Eduardo Cervantes Díaz Lombardo, dirigente del Movimiento Regeneración Nacional (Morena) en el Distrito Federal, piensa que no.

Hay mucha gente en el PRD, particularmente militantes, identificada con los principios y con el proyecto original, pero que no tiene espacios para la toma de decisiones en el partido, donde ha sido suplantada por el estamento burocrático.

Para el ex perredista Cervantes Díaz Lombardo (renunció a ese partido en 2008, tras el cuestionado triunfo de Jesús Ortega en la elección interna), la crisis y decadencia de los partidos de la izquierda es atronadora

En el caso del PRD se han invertido los medios y los fines. Surge como un instrumento político de los trabajadores y el pueblo para transformar la vida pública del país, y termina siendo una agencia de colocaciones en cargos públicos.

Rudo crítico del que fue su partido, Cervantes asegura que el PRD desmanteló su estructura organizativa, que la inexistencia de comités de base imposibilita la participación de la militancia; que no existe ningún esfuerzo de formación política; que el debate programático brilla por su ausencia, y que la legalidad interna no existe.

–Quizá por eso algunos dirigentes del PRD hablan de una nueva organización.

–Creo que a la mayoría no le interesa una nueva organización de la izquierda. Es un partido en el cual se perdieron los valores, para dar paso a un pragmatismo crudo. La mayoría de dirigentes se han convertido en una estructura burocrática que llega a acuerdos siempre bajo el sistema de cuotas. A veces hay un poquito de raspones, pero terminan poniéndose de acuerdo.

–Algunos de ellos son quienes hablan de un nuevo partido de todas las izquierdas.

–Puede ser que algunos estén pensando en serio esta posibilidad. Lo que no veo claro es una garantía básica de que el nuevo partido renunciara a las prácticas siniestras que se vienen ejecutando en el PRD desde hace mucho tiempo. Debe haber posturas sinceras, alrededor de un partido nuevo, oxigenado, pero creo que la mayoría de la estructura burocrática del sol azteca no está pensando en un cambio sustancial, porque es una franquicia redituable.

–Que llega al Congreso y a posiciones de gobierno...

–Sí, la burocracia que ganó es conservadora y se alía fácilmente con la derecha. La burocracia del PRD está encantada de ser parte de la clase política nacional, le gusta. A veces hacen una oposición muy pírrica y ya nunca basada en la movilización. A veces se hacen discursos en favor de grupos sociales, pero sólo discursos.

Morena y el PRD

Se necesita una nueva organización, sin duda, afirma Cervantes, quien no ve al PRD como un afluente que pudiese contribuir a un nuevo agrupamiento político que recupere las tradiciones históricas, los principios, los vínculos con la lucha social; un proyecto en serio de formación política como un derecho de los militantes, un debate sólido y firme dentro de la organización, la rendición de cuentas, en fin, aspectos que se han ido perdiendo.

–Dirigentes del PRD consideran la posibilidad de que desde el obradorismo se llame a formar un nuevo partido. Y dicen que eso sería institucionalizar la división de la izquierda.

Foto
Se requiere una organización de izquierda que recupere los principios: Eduardo CervantesFoto José Antonio López

–El partido que se requiere entra en contradicción con la cultura y las prácticas prevalecientes en el PRD y el PT, para no hablar de Movimiento Ciudadano. Se necesita un replanteamiento de la izquierda a fondo, para no tener que vivir el drama del adiós a la izquierda, de una que sólo se preocupe por administrar la crisis capitalista y no por abrirle brecha a una sociedad distinta.

–Otros se preguntan dónde está Morena, pues dicen que no se le ve desde el primero de julio.

–Ahora andamos en el asunto de la disputa legal. Andrés Manuel le ha dado a ese asunto una gran cuota de seriedad. Sobran las evidencias de que se compró la elección y se va a transitar el camino institucional, a ver qué resulta. Para mí, el pronóstico no es nada bueno. Esperamos que Morena siga.

–Algunos dirigentes del PRD aseguran que en el obradorismo no se piensa ya en un nuevo partido, porque Morena falló, porque hubo simulación a la hora de armar su estructura, entre otras cosas.

–Morena fue esencialmente concebido alrededor de la elección presidencial, como una estructura electoral, en las dos partes, de difusión de un proyecto y de organización, y por otro lado la parte de defensa del voto. Hubo esos dos rieles. En el primero hubo avances significativos a nivel de organización territorial del movimiento, y a partir de esta estructura organizativa el desarrollo de la campaña propiamente, pero también es cierto que la organización territorial está lejos de estar consolidada.

Cervantes Díaz Lombardo, militante de la izquierda desde los tiempos del Partido Mexicano de los Trabajadores, considera que Morena sentó bases importantes para la participación de gente nueva, de ciudadanos que no pertenecen a ningún partido. Asegura que la estructura electoral no fue un fracaso, aunque hubo estados donde falló el proceso, entre otras cosas porque hubo un predominio de la evaluación cuantitativa, por encima de la cualitativa del proceso organizativo.

En ese punto le importa destacar que la cohesión y la unidad del movimiento, el pegamento lo da el carisma y la conducción de Andrés Manuel, más que la identificación con un proyecto, aunque está implícita; es la identidad con un liderazgo. Esto es positivo, pero también es limitante. Lo ideal sería que hubiera un proceso de apropiación del proyecto, gradual, pues se lleva tiempo, de los adherentes del movimiento, más allá de los liderazgos.

Uno de los problemas de una eventual nueva organización de la izquierda es que muchos miembros del Morena no quieren al PRD, dice.

–Pero el primero de julio votaron por sus candidatos.

–No puede verse el riel electoral como una camisa de fuerza. La vía electoral para la izquierda resultó más corruptora que esperanzadora. Entiendo que el planteamiento es la vía pacífica, y que esto implica la participación electoral, pero se ha descuidado toda la parte de la lucha social, a partir de las reivindicaciones de la gente. Una organización que se sitúe en ese terreno, pues crea un poder social muy significativo, que debería ir acompañado de la participación electoral.

La creación de una nueva fuerza podría, en opinión de Cervantes Díaz Lombardo, llevar a un deslinde de la burocracia del PRD, y eso pudiera no ser sano, porque sería otra vez la izquierda dividida. Aunque, la verdad, muchas prácticas del PRD no son de izquierda.