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Aglutinados en torno a Madero, sus opositores negociaban ayer acuerdos a marchas forzadas

Poca posibilidad de que Calderón retome hoy el control de AN en la sesión de consejo

Corral divulgó propuesta de crear una comisión especial que encabece el proceso de reforma

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Luisa María Calderón Hinojosa; el dirigente nacional del PAN, Gustavo Madero, y Juan Molinar Horcasitas, durante el encuentro de legisladores panistas del pasado día 5Foto Cristina Rodríguez
 
Periódico La Jornada
Sábado 11 de agosto de 2012, p. 10

Hace 13 años Felipe Calderón se despidió de la dirigencia del PAN, triste por no poder buscar la relección, pero se declaró satisfecho ante los consejeros de su partido: no había divisiones y ganamos el gobierno sin perder el partido.

Hoy se presentará a otra sesión de Consejo Nacional con el gobierno perdido y un partido irritado y fragmentado, incluso en las filas de su grupo. Algunos pugnan por el inicio de la era post Calderón, si, como se prevé, la reforma del blanquiazul se acuerda para 2013.

Empecinado en retener el PAN después de la derrota del pasado primero de julio, en mes y medio el Presidente hizo febriles rondas de reuniones con los consejeros para adelantar la reforma de los estatutos antes de concluir su mandato y dejar a un calderonista al frente. Pero la rebelión fue de tal magnitud que él mismo reconoció ante legisladores electos que la fecha no era importante y admitió sus fallas, lo que algunos interpretaron como un intento de curarse en salud por no contar con el voto de la mayoría del Consejo, de 381 miembros.

Divididos entre calderonistas, por un lado; sus opositores, aglutinados en torno al dirigente nacional del partido, Gustavo Madero, por el otro, y la llamada tercera vía, integrada por ex gobernadores y legisladores, como Javier Corral, las cabezas de los distintos grupos efectuaban ayer negociaciones a marchas forzadas para llegar con acuerdos a la encerrona de este sábado.

Asamblea en 2013

En la baraja de propuestas se incluyen: realización de una asamblea este año; dos el próximo, incluyendo la ordinaria, y/o la integración de una comisión especial encargada de preparar la reflexión con la militancia, para luego convocar a una asamblea en 2013.

Debilitada su propuesta, Calderón optó por plantear otra de última hora ante dirigentes estatales del panismo: una asamblea ordinaria para renovar el consejo en marzo –en busca de ganar tiempo, con el propósito de conseguir más aliados–, y convocar a sesión extraordinaria en mayo o junio, en busca de reformar los estatutos. La meta es adelantar la renovación del Comité Ejecutivo Nacional para que sus tiempos empaten con el calendario electoral y Madero se vaya antes.

Fortalecido por los sectores anticalderonistas, Madero busca permanecer en la dirigencia hasta noviembre –cuando termina su periodo–, y por eso, según sus aliados consultados ayer, pugnaba por establecer una agenda de discusión sobre qué hacer y cómo para fijar las fechas más adelante.

Al ver lejana la posibilidad de hacer cambios inmediatos, los grupos comenzaron a acercar posiciones con la propuesta –hecha pública ayer por el grupo promovido por Corral– de instalar una comisión especial que encabece el proceso de reflexión y consulta entre la militancia, y proponga –en un plazo no mayor a seis meses– al Consejo Nacional convocar a una asamblea nacional extraordinaria para las reformas.

Nos quieren refundar los que nos refundieron

El intento presidencial por mantener la batuta de Acción Nacional tras la debacle electoral comenzó el mismo primero de julio, cuando la candidata presidencial del partido, Josefina Vázquez Mota, reconoció el triunfo de Enrique Peña Nieto y su tercer lugar. No sé cómo se venga la madriza en columnas. Va a ser muy difícil para él (Gustavo Madero) sostenerse, porque Josefina es responsable de los resultados de la Presidencia, pero él es de todo, comentó un calderonista.

Al día siguiente, Madero declaró: no es tiempo de abandonar el barco ni de generar un vacío, y luego hizo un intenso cabildeo para que el calderonismo no tomara ventaja en este proceso.

Una semana después, Calderón convocó a una reunión en Los Pinos en la que, con cifras en mano, repartió culpas a gobernadores, dirigentes partidistas y candidatos. Responsabilizó hasta a su sobrina política Mariana Gómez del Campo de la debacle en el Distrito Federal, como reseñaron quienes acudieron al encuentro.

Al asumir esa postura, el Presidente se arriesgó a recibir duros cuestionamientos. Asistentes al encuentro recuerdan que Vázquez Mota –ausente hasta ahora– se quejó del poco apoyo recibido de secretarios de Estado y de ex dirigentes del PAN –afines al mandatario–, que nunca repartieron un volante.

En Veracruz, el mandatario fue acusado por consejeros de haber traicionado al partido al no haber ayudado más a su candidata presidencial y favorecer con ello el regreso del PRI.

En las reuniones que él mismo convocó, diversos dirigentes panistas enderezaron críticas, como Esteban Zamora, miembro de la antigua guardia, quien planteó frente al mandatario una paradoja: Ahora resulta que quienes nos refundieron nos quieren refundar. Se refería a la carta de cinco ex dirigentes del partido, incluido Calderón, en la que propusieron iniciar un proceso de refundación.

O Diego Fernández de Cevallos, que, según testimonios de panistas, llamó a los que ya habían estado en la tocadera a irse a segunda o tercera fila.

El disenso alcanza a los propios aliados del Presidente, quienes están en contra de hacer cambios rápido. A la resaca de la derrota le faltan varias etapas, confió un ex colaborador de Los Pinos.

Además, otros evalúan difícil el triunfo de un miembro del bando calderonista.Los ánimos están golpeados y varios ya piensan que a partir del 30 de noviembre se quedarán sin empleo, explican quienes ven el surgimiento de nuevos liderazgos que pudieran sustituir el del mandatario.

Otros vieron mal la gira para convencer a los consejeros, porque no tuvo agenda clara ni una operación adecuada. La molestia es tal que habrá manifestaciones callejeras poco usuales en torno a la sede nacional, resguarda ya por el Estado Mayor Presidencial, con el lema: los militantes tenemos que recuperar el PAN.

Hoy varios se preguntan si llegó a su fin la era de Calderón o, como él mismo señaló aquel 6 de marzo de 1999, cuando dijo adiós a la dirigencia del PAN: ésta no es para mí una despedida.