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Alejandro Rosas da a conocer su libro más reciente publicado por Editorial MR

Historiador indaga en las vidas de personajes nacionales marcadas por el amor y la ambición
 
Periódico La Jornada
Sábado 11 de agosto de 2012, p. a12

Suele verse a los personajes históricos de manera unidimensional: si son escritores, en relación con su obra literaria; si son políticos, en sus cargos y funciones, o si son caudillos, en la guerra, dice el historiador y divulgador Alejandro Rosas, quien sin embargo destaca la importancia de acercarse aún más a ellos para desmitificarlos, bajarlos del pedestal y humanizarlos.

Rosas habla en entrevista en torno a su reciente libro 99 pasiones en la historia de México (Editorial MR), que incluye de manera breve y fluida casos como el de Hernán Cortés con Catalina Xuárez y Malinche, Benito Juárez y Margarita Maza, Manuel Acuña y Rosario de la Peña, Lázaro Cárdenas y Amalia Solórzano o Rosario Castellanos y Ricardo Guerra.

El amor mueve todo, grandes momentos de la historia se han definido por el amor, desde una Mata Hari o una Helena de Troya, dice Rosas, quien además agrega que “es tan común y corriente el amor, aun cuando se trate de un Juárez o un Díaz, todo se vuelve tan simple que uno se da cuenta que seguimos siendo igual en el amor.

“Este libro –prosigue– es divulgación de la historia, es historia, no hay ficción. Simplemente es recuperar lo que los personajes dijeron o escribieron. Y trato de contarlo de manera agradable, amena, sencilla, para un público general. Es un entrar por otra puerta a los sucesos históricos.”

Rosas cuestiona que el aspecto del amor en los personajes históricos termina siendo casi un pie de página, una mención de un párrafo en un libro autobiográfico o unas memorias.

Los personajes que más le interesaron, indica, fueron los intelectuales, novelistas y poetas. “¡Híjole, son tan arrebatados! Y se desbordan y ‘el cielo y las estrellas y la pasión”’.

–¿En esta revisión observó alguna evolución histórica del amor, de su concepción y práctica, por ejemplo de la Colonia al siglo XX?

–Siempre ha sido igual, son cuestiones humanas. Uno creería que la historia se repite, pero no. Lo que pasa es que está marcada, en cuanto a los personajes, por las pasiones que los mueven: el amor, la ambición y demás. No hay una transformación, quizá en la manera de acercarse, en las palabras, pero es lo mismo: hay alguien que sufre, alguien que hace sufrir. Hay papás que se oponen a que sus hijas o hijos se casen, celos, arrebatos, casa chica.

Quizá lo que ha ido cambiando son los procedimientos. Por ejemplo, hoy ya es muy fácil ver muchas familias con padres divorciados. Quizá antes se aguantaban por las convenciones sociales.

En estas historias del libro, finalmente todos tienen algo oscuro, quizá una infidelidad, un distanciamiento y no pudieron rencontrarse, quizá alguien se casó con la mujer que creía era el amor de su vida, pero resultó que había habido otra.

Admite que en el volumen hay muy pocas historias de mujeres, pues falta mucho para reconocer y recuperar su participación en México, además de que los hombres escriben más sus autobiografías.

Antonieta Rivas Mercado es de las que dejó al marido, se fue con Vasconcelos, quiso andar con Rodríguez Lozano. Son seis o siete casos, muy atípicos. Y aún así no dejaron mucha correspondencia; bueno, Antonieta sí.