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Circula en México novela del escritor, que marca el regreso del comisario Kostas Jaritos

La debacle de Grecia comenzó con los juegos olímpicos de 2004: Petros Márkaris

Suicidio perfecto, publicada por Tusquets, describe los aspectos oscuros en los albores del encuentro mundial: el dinero desperdiciado, las personas que se beneficiaron, comenta a La Jornada

 
Periódico La Jornada
Sábado 11 de agosto de 2012, p. a11

El comisario Kostas Jaritos vuelve a las andanzas en Suicidio perfecto (Tusquets, 2012), novela policiaca del griego Petros Márkaris (Estambul, 1937), aunque en esta ocasión el personaje se recupera de una delicada operación después de que, durante la investigación de un caso, le dispararon en el pecho.

Con motivo de la aparición en México de Suicidio perfecto, publicado primero en griego, en 2003, Márkaris contestó por escrito un cuestionario enviado por La Jornada.

–¿Cuál es su interés en escribir novelas? ¿Qué significan para usted?

–Me volví novelista tarde. La primera que escribí se publicó en 1995, en Grecia, cuando tenía 58 años. Comencé como dramaturgo y continué de guionista. Creo que hubiera seguido escribiendo guiones si mi detective, el inspector Jaritos, no se me aparece un día, en el verano de 1993.

Jaritos está al comienzo de mi carrera de novelista. Inicialmente, lo que odiaba en la novela era la narrativa. Prefería los guiones fílmicos, porque en el cine aquélla está en la imagen y este es el trabajo del director, no del guionista. Pero Jaritos cambió todo.

Trasfondo político y social

–El género policiaco, ¿qué le permite hacer?

–Lo que me hizo escoger la novela de crímenes fue que la ficción en ese campo era muy apropiada para escribir sobre temas sociales y políticos. En Europa y América Latina esa vertiente es la novela política de nuestros tiempos. No digo que es la única, pero es una de las más consecuentes.

En la solapa del libro se lee que una noche Kostas Jaritos ve cómo, en un programa televisivo de entrevistas, el constructor Iásonas Favieros, que ha amasado una fortuna en los últimos 20 años y ahora se enriquece como nunca con las obras de los Juegos Olímpicos de Atenas 2004, se suicida ante las cámaras y conmociona a todo el país.

–¿Qué casos pretende resolver en sus novelas, específicamente, en la presente?

–Suicidio perfecto trata de una serie de suicidios que le parecen muy sospechosos al inspector Jaritos. Éste es en resumen la historia, pero la novela fue escrita en 2003, un año antes de los Juegos Olímpicos de Atenas y versa sobre los aspectos oscuros en los albores de las Olimpiadas: el dinero que se ha desperdiciado, las personas que se han beneficiado enormemente de los juegos.

Para mí, las Olimpiadas fueron el comienzo de nuestro actual desastre financiero.

–¿Es posible no hablar de política en una novela?

–Claro que es posible. No todos los escritores se interesan por tratar la política. Algunos escriben novelas sicológicas, otros historias de amor. Pero la mía es una generación que muy comprometida con lo político. Todo mi trabajo literario, también como dramaturgo, tiene un trasfondo político y social.

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Petros Márkaris (Estambul, 1937)Foto Ivan Giménez/ Tusquets Editores
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Portada de la obra del autor griego

Al terminar sus estudios en ciencias económicas en Viena y en Stuttgart, Márkaris se trasladó a Atenas, donde reside. Guionista de televisión y autor teatral, colaboró en varios guiones par el cineasta griego Theo Angelopoulos (1935-2012).

El también traductor ha recibido premios como el Pepe Carvalho 2012, a raíz de la serie de novelas protagonizadas por el comisario griego Kostas Jaritos.

Trilogía sobre la crisis griega

–¿El comisario Jaritos es su alter ego? De no ser así, ¿cuál es su relación con éste personaje y cómo se ha desarrollado a través de los años?

–Lo que tengo en común con Jaritos es nuestra manera de ver a Atenas, la mentalidad griega y la vida cotidiana en Grecia. Por otro lado, su vida familiar no tiene nada que ver con la mía. Su familia es más cercana a la de mis padres.

–¿Cómo fue que escogió el nombre Kostas Jaritos?

–No lo elegí. Cuando vino a mí, no sabía en un principio que era policía. En ese momento escribía guiones para una serie de televisión. Eso significa que uno siempre trabaja bajo presión. Estaba enojado con él, porque no me dejaba trabajar y las personas del canal me hablaban a diario para pedir nuevos guiones. Esto se volvió una tortura, hasta que un día me dije que si él me torturaba debería de ser o un policía o un dentista. Bueno, escogí que fuera policía. Luego supe que su nombre era Kostas Jaritos. Nunca me pregunté cuál debería ser su nombre.

–¿Cómo se compara el comisario junto a Auguste Dupin, Sherlock Holmes o Philip Marlowe?

–No está próximo a ninguno. Al que más se acerca es al comisario Maigret, de Georges Simenon.

–¿Una novela como Suicidio perfecto ayudará al mundo a comprender mejor la actual crisis económica en Grecia?

–Ayudará a entender cómo comenzó y en qué medida la corrupción se volvió parte de nuestra vida. Actualmente escribo una trilogía sobre la crisis.

“La primera parte, Con el agua al cuello, se publicó el año pasado en España. La segunda aparecerá en ese país en septiembre. Ahora escribo la tercera y última parte.”

–¿Vendrá a México a promover Suicidio perfecto?

–Me daría mucho gusto si me invitan. Sería una buena oportunidad para conocer (personalmente) a mi buen amigo Paco Ignacio Taibo II.