o podía tener mejor nombre: Foro en contra de los grandes proyectos inútiles impuestos. Ni mejor sede: Notre-Dame-des-Landes, al oeste de Francia, donde desde hace años se organiza la resistencia contra la construcción de un aeropuerto.

Será este fin de semana la cita que da continuidad al primer foro celebrado en Val de Susa, Italia, lugar en el que se construye la línea del tren de alta velocidad a la que se oponen miles de italianos y franceses que saben de la destruccion ambiental que conlleva.

Identificarlos, señalarlos y combatirlos a través de la acción y la convergencia de nuestras luchas es lo que se proponen las organizaciones convocantes pertenecientes a la otra Europa, la que resiste y advierte, entre otras cosas, que existe la mentira y se toman decisiones contra las necesidades de la gente, que no están democráticamente estudiadas ni definidas. El común denominador es el despilfarro, la sobrexplotación de los recursos naturales, vitales y valiosos: tierras agrícolas, agua, bosques, recursos fósiles y gasto abusivo de los recursos públicos.

Notre-Dame-des-Landes, en la región de Loire Atlántico, cerca de Nantes, recibirá la solidaridad y la historia de otras experiencias que resisten en Alemania, Italia, País Vasco y el resto de Francia, con el objetivo de actuar en conjunto contra el proyecto, pues el foro se concibe como herramienta concreta de acción contra aquellos proyectos que entran en la categoría de inútiles e impuestos, como por ejemplo los ligados al transporte.

“Rechazamos y llamamos a tener una visión común contra las soluciones que traigan consigo la destrucción de tierras agrícolas, del ambiente y de la solidaridad ciudadana… Debemos trabajar en conjunto oponiéndonos a la destrucción, al acaparamiento y la gestión de tierras, al papel de los grandes proyectos en la destrucción de empresas locales, y a las políticas que implican la destrucción y que generan cambios climáticos”, advierten los convocantes, entre los que se encuentra la Coordinación de Asociaciones Opuestas al Proyecto del Aeropuerto de Notre-Dame des Landes, que desde hace más de 40 años se opone a la construcción del aeropuerto.

El proyecto de los años 60, que conllevaba la destrucción de más de mil 600 hectáreas de tierras agrícolas, se enfrentó entonces al movimiento campesino radical de esa época, y parecía que sería abandonado al final de esa década debido a la movilización local y a la duplicación del precio internacional de la gasolina. El aeropuerto de Nantes quedó entonces ubicado al sur del río de la Loire, cerca del centro de la ciudad. Reactivado a principios de 2000, el proyecto se inscribe hoy en día en el contexto de una nueva política expansionista.

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