La Paz, 6 de julio. Autoridades bolivianas confirmaron hoy que un comunero murió y ocho resultaron heridos, entre ellos cuatro policías, en un confuso incidente ocurrido la noche del jueves en la región de Mallku Khota, departamento de Potosí, donde pobladores tienen seis rehenes y exigen la expulsión de la minera canadiense South American Silver.

En el incidente de Mallku Khota, en el norte de Potosí y 550 kilómetros al suroeste de La Paz, en el que hubo un muerto y ocho heridos, el gobierno central negó que se haya tratado de un enfrentamiento entre pobladores y la policía.

La víctima mortal fue identificada como José Mamani, de 45 años, a quien le habría explotado accidentalmente dinamita que llevaba.

El ministro del Interior, Carlos Romero, afirmó que más bien ha habido una emboscada. Sostuvo que un grupo de policías subió una colina para visualizar la situación y fueron sorprendidos por al menos 300 lugareños. Los uniformados se replegaron e incluso uno fue retenido. Después se dijo que el nuevo rehén sería un fiscal.

Los comuneros tenían retenidos a cinco empleados de la minera, para sumar ahora seis. En su reclamo pretenden canjear a los rehenes por uno de sus dirigentes detenido anteriormente, Cansio Rojas, acusado de torturar a dos policías y provocar enfrentamientos.

El ministro Romero dijo que el canje no está previsto, ya que la situación de Rojas no es responsabilidad del Ejecutivo, sino del Poder Judicial.

Asimismo, los comuneros exigen la salida de la región de la filial de la minera canadiense, que tiene previsto invertir 50 millones de dólares hasta 2014 para concluir la fase de exploración de plata e indio, elemento químico de número atómico 49 que es utilizado como semiconductor y en pantallas de cristal líquido, para hacerse cargo ellos mismos del proyecto minero.

La compañía tiene desde 2007 la concesión de la mina, donde estima que existen entre 140 y 230 millones de onzas de plata y entre 935 y mil 480 toneladas de indio.

Hasta ahora los indígenas han rechazado los llamados a dejar en libertad a los rehenes que ha hecho una delegación oficial, integrada por autoridades de la gobernación de Potosí, el Defensor del Pueblo, Derechos Humanos, la fiscalía y la comandancia regional de la policía.

Los indígenas, quienes desde hace una semana permanecen en La Paz en rechazo a un proyecto carretero que afectaría su territorio, decidieron este viernes continuar su protesta frente a la sede del gobierno central y mantener su vigilia hasta que las autoridades acepten negociar con ellos.

Esta tarde los indígenas amazónicos habían evaluado la posibilidad de retornar a la Amazonia para ejercer resistencia desde allí, luego de que el miércoles el gobierno central y autoridades de su región acordaron impulsar una consulta sobre la eventual construcción de la vía.

Nos iríamos al territorio Tipnis (Territorio Indígena y Parque Nacional Isiboro Sécure) y no dejaríamos hacer la consulta. No dejaríamos entrar a nadie, declaró a medios de prensa el dirigente y secretario de juventudes de la Confederación de Pueblos Indígenas de Bolivia, Tomás Candia, al frente de unos mil marchistas.

Pero tras una reunión resolvieron que aquí nos quedamos hasta que nuestra plataforma sea resuelta, en rechazo a la construcción de la vía, expresó el dirigente Fernando Vargas.