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El artista británico se presentó, con localidades llenas, en el teatro Juan Ruiz de Alarcón

Simon Callow, figura mundial del teatro, encarnó a Dickens

En cada novela que escribió, creó un universo y eso debemos aprenderle, dice a La Jornada

Este sábado y el domingo se presentará con la Ofunam en la Sala Nezahualcóyotl

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El actor y director teatral Simon Callow, la noche del miércoles, en el teatro Juan Ruiz de Alarcón del Centro Cultural Universitario, donde escenificó el monólogo Un encuentro con Charles Dickens, que duró dos horasFoto José Antonio López
 
Periódico La Jornada
Sábado 23 de junio de 2012, p. 2

Dos siglos después de su nacimiento, Charles Dickens (1812-1870) visitó Ciudad Universitaria y se paseó por el escenario como en su momento lo hizo en su natal Inglaterra.

El actor, director teatral y escritor británico Simon Callow encarnó al autor de Oliver Twist en el teatro Juan Ruiz de Alarcón para ofrecer Un encuentro con Charles Dickens, monólogo de dos horas que desde la anécdota hilarante a la empatía dolorosa permitió conocer sobre la vida de uno de los grandes escritores ingleses, pero también un gran actor y amante del teatro.

“Antes de venir busqué en Google ‘Charles Dickens’ junto a ‘México’ y el resultado fue Simon Callow”, reconoció en el teatro atiborrado, en cuya fachada colgaba el anuncio con grandes letras rojas de Localidades agotadas para la única función del reconocido actor de teatro clásico, aunque no falta la referencia de su actuación en la película Cuatro bodas y un funeral o en Shakespeare enamorado.

Realista mágico

Este sábado a las 20 horas y el domingo al mediodía en la Sala Nezahualcóyotl, Callow evocará las voces de Lord Byron, Oscar Wilde y William Shakespeare junto a la Orquesta Filarmónica de la UNAM, un programa de música inspirada por literatura inglesa, describió Callow, el concierto que será dirigido por Jan Latham-Koenig, su amigo y compatriota, quien es el responsable de su visita y su primera colaboración juntos, aunque Collow ya tiene experiencia en trabajo con orquestas.

Un público fantástico, muy interesado, fue el que encontró la noche del miércoles, que ante el monólogo en inglés con todo el acento británico reía o se quedaba absorto, en un escenario rebosante con sus gestos, una silla, un atril, una mesa, un tapete y la oscuridad.

Una especie de autor surrealista, fantástico, mencionó en entrevista con La Jornada, es un aspecto de Dickens, “es un realista mágico. Por alguna razón, me recuerda a García Márquez. Dickens escribió sobre Londres como un enorme monstruo, no es un fotógrafo del todo, desafortunadamente los directores anglosajones no ven este lado, pero en América Latina hay una tradición.

“El rasgo más importante de Dickens es su compasión, su preocupación por la vida de las personas. Pero Dickens fue grande porque siempre fue un gran artista. Su imaginación fue tan extraordinaria, no porque sus ideales políticos fueran maravillosos, como otras personas creen. Fue creativo, en cada novela que escribió, creó un universo. Eso es lo que tenemos que aprender de él: ser más creativos, imaginativos y vivir plenamente nuestra mente.

Sabemos todo sobre Dickens, sobre su vida, sin embargo, en su libro biográfico Charles Dickens and the Great Theatre of the World, recientemente publicado, tomé un aspecto particular: el de un gran actor. No puedo imaginar otro escritor famoso que fuera un actor, director y tan inmerso en el mundo del teatro, señala.

“Su gran affaire fue el teatro”, dijo ante el público, más allá de su esposa Catherine o la actriz Ellen Ternan. A su vez, donde quiera que hiciera sus lecturas públicas era idolatrado y llenaba todos los espacios, como una estrella de rock de la era victoriana, en la que incluso era admirado por la reina.

Sin embargo, ante la pregunta de si Dickens es su escritor favorito, no duda en responder: No, porque desafortunadamente existe Shakespeare.

Con la música en la cabeza

De William Shakespeare, Simon Callow leerá fragmentos de Hamlet y Enrique V, en conjunto con piezas de William Walton.

También, en los dos conciertos en la Sala Nezahualcóyotl, el sábado en punto de las 20 horas y el domingo al mediodía, leerá El corsario, poema de Lord Byron, acompañado por la partitura del mismo nombre de Héctor Berlioz. Finalmente, de Oscar Wilde, con música de Jacques Ibert, se interpretará La balada del calabozo.

En su experiencia, la música y la literatura están fuertemente ligadas, inspirando una a la otra, me gusta mucho cuando vienen juntas, como en el siglo XIX cuando había orquestas en las funciones de teatro.

Famoso por su papel de Mozart, en la obra teatral Amadeus, Callow explica que “trato de sentirme como un músico, tener la música en la cabeza. Cuando interpreté a Mozart, aprendí de memoria la Obertura de Las bodas de Fígaro, y la tocaba en cabeza todo el tiempo”, tararea y hace trompetilla con la boca.

Como cualquier artista creativo, Miguel Ángel o Diego Rivera, ellos no viven en el mismo mundo que nosotros; ellos viven en la imaginación, tienen que, ¿qué más pueden hacer?

En sus presentaciones con la orquesta universitaria, dice Callow, se sentirá como un músico más, al tratar de responder a la música, el ritmo, la atmósfera que será creada, como un instrumento más. ¿Cambiará el mensaje hacia la audiencia? Sólo lo hará más alto, más vívido. Conozco muy bien a Shakespeare. Espero que sus grandes palabras, su poesía y el drama cobren vida.