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Confía en que se meta en la lucha por las preseas olímpicas

Carreón perfecciona clavados de alta dificultad con Carolina Mendoza
 
Periódico La Jornada
Martes 5 de junio de 2012, p. a15

A punto de cumplir 23 años como entrenador de clavados, Jorge Carreón siente ese cosquilleo que le provoca estar tan cerca de una medalla olímpica con su pupila Carolina Mendoza, en quien tiene depositada toda la confianza para que se meta en la lucha por las preseas en la plataforma de los Juegos Olímpicos Londres 2012.

Carolina es muy segura, no se pone nerviosa, su técnica es de las más depuradas y el grado de dificultad de sus ejecuciones la tienen ubicada, en este momento, como la quinta del mundo. Sin embargo, está consciente de que en la competencia eso puede cambiar en un tris, por lo cual debe trabajar para asegurar un metal.

Hace cuentas, sabedor de que los números de los clavados son subjetivos, pero determina que con 380-390 unidades se puede estar disputando el tercer sitio, pero el segundo puesto y la cima del podio se ganarán con más de 400 puntos, porque estos Juegos no serán nada fácil para nadie.

Por eso trabajará las dos y media vueltas al frente con dos giros, y las dos y media vueltas con tres giros, que son modalidades no muy frecuentes entre las mujeres, para poder colocarse entre las primeras en las rondas clasificatorias y para la final haber elegido una rutina que reditúe buenos dividendos en las calificaciones de los jueces.

Jorge Carreón, hacedor de Omar Ojeda y de Tatiana Ortiz, está orgulloso de Carolina –nacida en Naucalpan, estado de México– porque es de las niñas que siempre exige más, que pide otro poquito y que cuando todo le sale bien, quiere volver a hacerlo para convencerse de que en realidad lo hizo adecuadamente. Es muy fuerte y madura, pese a sus apenas 15 años de edad.

Al preguntarle sobre la eventualidad de que alguno de los entrenadores de clavados pueda no asistir a la justa londinense, dejó en claro que en casi todos los deportes la presencia del entrenador es importante, pero en los clavados es de vital necesidad, porque somos quienes los podemos hacer reaccionar con una palmada en el hombro o con alzarles la voz un poco más de lo normal.

Además, porque es una de las disciplinas donde las autoridades deportivas del país han apostado a que sea una de las que regrese con la mayor cantidad de preseas, por eso no se pueden arriesgar a que, por no llevar al entrenador, se pueda dejar de ganar una medalla, concluyó.